Yolanda Díaz ha dicho basta. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo ha dejado claro este lunes que no piensa rendirse ni ante Hacienda ni ante los halcones de la OTAN. En una entrevista en La Noche en 24 Horas, Díaz criticó con contundencia que el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) empiece a tributar por culpa de la inacción del Ministerio de Hacienda, y acusó a su socio de Gobierno de actuar sin consenso ni diálogo. “Nunca debimos haber llegado aquí”, lamentó. “No es justo que las rentas más bajas paguen como si fueran millonarias”.
“No hemos cambiado de opinión”
La ministra fue directa: su equipo ha trasladado ya una propuesta formal a Hacienda para corregir lo que considera un error de justicia fiscal. Recordó que el PSOE sí ha apoyado en otras comunidades –como en Euskadi junto al PNV– exenciones fiscales para rentas de hasta 19.000 euros. “¿Acaso los vascos tienen más derechos que el resto de españoles?”, se preguntó con tono ácido. Para Díaz, Hacienda debe recular y aplicar el mismo criterio a nivel estatal.
“Nosotros no hemos cambiado de opinión”, subrayó, lanzando un mensaje directo al núcleo socialista del Ejecutivo, al que acusó de haber comunicado unilateralmente la decisión de gravar el SMI sin consensuarlo antes. “Eso no fue una filtración. Fue una comunicación oficial. Y una falta de respeto”, sentenció.
Presupuestos con dignidad, no por cumplir
Sobre los Presupuestos Generales del Estado, Díaz volvió a defender que deben presentarse, aunque el Gobierno no tenga asegurados los apoyos parlamentarios. “El Ejecutivo tiene la obligación de intentarlo”, afirmó. En su opinión, lo contrario sería “rendirse”, y eso nunca puede formar parte de una negociación política responsable.
Aprovechó para criticar duramente la negativa del Partido Popular a participar en acuerdos. “Feijóo no gobernará este país mientras siga secuestrado por Vox”, afirmó con rotundidad.
Donde la ministra fue aún más tajante fue en su crítica al modelo de defensa europeo que la Comisión Europea, con Ursula von der Leyen al frente, quiere imponer bajo el paraguas del “rearme”. Díaz rechazó la narrativa belicista y advirtió del riesgo de convertir a Europa en una sucursal militar de Estados Unidos. “Fue un gravísimo error confiar nuestra seguridad a EE.UU.”, declaró.
Desde su visión, la seguridad debe construirse desde el bienestar, la soberanía energética y la reindustrialización, no con más tanques. “Reducir la autonomía estratégica europea a la carrera armamentística es un error”, ha reiterado en sus redes sociales, añadiendo que lo que hace falta es “reconstruir el proyecto europeo” sobre bases sociales, no militares.
Sumar exige un cambio de modelo, no de discurso
El ala progresista del Ejecutivo, liderada por Sumar, ha elevado el tono en las últimas semanas. A la polémica por la tributación del SMI se suma ahora el rechazo frontal al incremento del gasto militar, una condición que bloquea el apoyo de Podemos y otras formaciones a los nuevos Presupuestos. “Queremos un cambio de modelo, no solo de palabras”, ha expresado Lara Hernández, portavoz de Sumar.
La misma Hernández ha recordado que ya presentaron propuestas presupuestarias con foco en vivienda, permisos sociales y una reforma fiscal profunda. Pero el PSOE, argumentan, se ha alejado del pacto de coalición y busca complacer a Bruselas y a la OTAN. “Si se quieren presentar unos Presupuestos, que se haga con coraje, y con propuestas que protejan a la ciudadanía, no con eufemismos”, ha declarado.
Ni Yolanda Díaz ni su equipo están dispuestos a ceder. La vicepresidenta insiste en que su formación no está en el Gobierno para ser un florero. “Sin un Sumar fuerte no habría Gobierno de coalición progresista”, recordó. El aviso es claro: si Sánchez quiere seguir gobernando con respaldo a su izquierda, debe negociar con contenido.
A esta presión se suma también la postura de Izquierda Unida. Su portavoz, Eva García Sempere, ha denunciado que el plan de rearme europeo es una “excusa para recortar derechos”. En una rueda de prensa reciente, presentó un informe para desmontar el “argumentario belicista de la OTAN y de la administración Trump”. “La seguridad no se garantiza con misiles, sino con servicios públicos fuertes”, declaró.
El PSOE en perfil bajo
Desde el otro lado de la coalición, el PSOE sigue apostando por un perfil bajo. En La Moncloa se justifica que, ante un Parlamento fragmentado, resulta difícil negociar. Pero Sumar lo tiene claro: no presentar Presupuestos sería un fracaso político. “Es un deber constitucional”, ha recordado Pablo Fernández, portavoz de Podemos, que también rechaza cualquier aumento del gasto militar. “Eso es recortar por la puerta de atrás”.
Yolanda Díaz, por su parte, lo resume con claridad: “La justicia fiscal debe empezar por arriba, no por los que menos tienen”. Su defensa del SMI como exento de impuestos conecta con una parte importante de la población que siente que trabaja más y cobra menos, mientras las grandes fortunas tributan por debajo de sus posibilidades.
Ni rearme ni resignación: otra Europa es posible
El mensaje de Díaz va más allá de una disputa puntual con Hacienda. Se trata de un modelo de país y de Europa. Rechaza que se maquille el aumento del gasto militar con palabras como “seguridad” o “soberanía”. “No queremos un cambio de palabras. Queremos un cambio real, serio y a la altura del momento histórico”, insistió.
Y remató: “La autonomía estratégica no se consigue comprando más armas, sino construyendo más Estado del bienestar. No vamos a aceptar que la estabilidad de Europa dependa de la inestabilidad de los pueblos”.
En un contexto de tensiones geopolíticas y desgaste interno del Gobierno, la vicepresidenta no solo marca perfil, sino que traza una línea roja: ni el salario mínimo es negociable, ni la paz es un lujo.