Los populares empiezan a deslegitimar al órgano de garantías que tendrá que validar el encaje constitucional de la futura ley de amnistía. “El Tribunal Constitucional es un tribunal de parte porque Pedro Sánchez y su Gobierno lo han invadido todo”, ha manifestado el vicesecretario popular Miguel Tellado en la Cadena SER.
El PP deslegitima al Constitucional
“Es evidente, por el comportamiento que ha tenido el Constitucional y las injerencias del Gobierno que estamos ante un tribunal de parte”, ha incidido el dirigente del PP, anticipándose así al caso de que este dijera que la amnistía es constitucional. El PP insiste en que el pacto del PSOE con Junts es “un ataque a la democracia, a la Constitución y al Estado de Derecho”, ha subrayado Tellado.
El mes pasado, Elías Bendodo, del PP, llegó a acusar al presidente del Tribunal Constitucional de “intercambiar documentos sobre la amnistía con el abogado de Carles Puigdemont, Gonzalo Boye”.
Es una campaña para deslegitimar a la Corte de Garantías ante su inminente pronunciamiento sobre la amnistía a los independentistas catalanes. Un tribunal que Vox quiere suprimir, según se puede leer en su programa electoral. Nunca ha habido un precedente similar en los diez últimos años, ya que en los que la mayoría fue conservadora.
El vicesecretario de Organización del PP, Miguel Tellado, cree que el acuerdo con los independentistas “rompe un principio esencial en cualquier democracia que es la igualdad de los españoles ante la ley”.
En un discurso de odio, ha llegado a criticar además las injerencias del Gobierno en la justicia y ha llegado a afirmar que "el Tribunal Constitucional es un tribunal de parte", por lo que no confía en que se pronuncie en contra de la ley.
Las mentiras del PP
Como ya informó Diario16, el conocido como “siete a cuatro”, (votos de los magistrados progresistas frente a los de los conservadores), no se utiliza con la frecuencia que la derecha y la extrema derecha afirman. Una buena mayoría de las sentencias aprobadas desde la primavera pasada, lo son por unanimidad de sus miembros y los magistrados conservadores, que rechazan en público el argumento utilizado por las derechas, participan en calidad de ponentes en muchas de estas resoluciones.
César Tolosa fue el redactor de la sentencia que rechaza el recurso del Partido Popular contra la ley de medidas urgentes contra la temporalidad en el empleo público. Y hasta ahora sólo la magistrada Concepción Espejel, muy relacionada con el aparato de Génova, se ha abstenido de participar en las ponencias para las que fue designada.
Los sectores conservadores de la judicatura también han cargado contra el Constitucional. El presidente del Consejo General del Poder Judicial, Vicente Guilarte, que recordemos es “el sustituto del sustituto”, titular de un órgano que lleva casi cinco años caducado, lo que le resta credibilidad, por no decir que legitimidad, atacó el sistema de votación de las resoluciones: “deberían buscarse fórmulas para evitar el siete a cuatro porque hace bastante daño a la credibilidad del órgano y del sistema”.
Feijóo, un títere de Ayuso
Un despropósito de un calibre insufrible, sobre todo para una mayoría de los españoles que no están de acuerdo con la forma de actuar del PP y sobre todo de Vox. Los conservadores tienen un presidente títere, que no respeta ya ni siquiera la presidenta de la Comunidad de Madrid y del PP regional, Isabel Díaz Ayuso, quien ayer, para asombro de su partido y de todos los españoles que lo quisieron ver, hizo una “Declaración institucional” sobre los acuerdos PSOE-Junts.
Una comparecencia que ha molestado en una parte de su partido y que vuelve a marcar el paso a un Núñez Feijóo, desacreditado y perdido entre su derrota en el Congreso y la violencia de las calles.
Como muy bien sabe Ayuso, que salgan a las calles un millón de personas a defender la sanidad pública o en contra de la amnistía, no cambia la realidad de las cosas, y en muchos casos tampoco el sentir del voto. Y si no que se lo digan a los madrileños que votaron mayoría absoluta a Ayuso, mientras la atención primaria se deshacía y lo sigue haciendo.
Lo mismo le ocurrirá a Feijóo y a Abascal, este último, por mucho que lo intente, no conseguirá que el Gobierno de Sánchez y la Judicatura caiga en la trampa y lo detengan o lo encausen. No logrará ser un nuevo Führer, y emular la detención de Hitler en 1923.