Alfonso Rueda, líder del PP gallego y fiel escudero de Alberto Núñez Feijóo, ha defendido abiertamente los pactos con partidos de ultraderecha, tanto a nivel nacional con Vox como en el ámbito europeo. Este cambio de postura, que contrasta con la tradicional imagen centrista y galeguista del partido, muestra cómo Rueda obedece al líder supremo de los populares.
La nueva postura del PP gallego
El Partido Popular de Galicia, que anteriormente se presentaba como una fuerza política centrista y defensora de los intereses gallegos, ha adoptado ahora una posición que avala la colaboración con partidos de extrema derecha. Durante una reciente comparecencia tras el Consejo de la Xunta, Alfonso Rueda afirmó que "no todos los partidos de ultraderecha son iguales", citando a Giorgia Meloni, presidenta de Italia, como ejemplo de una ultraderecha que no sería tan radical a pesar de sus políticas duras en inmigración, recortes en políticas sociales y derechos de la mujer.
Una justificación preocupante
Rueda defendió su postura argumentando que algunos partidos de ultraderecha, como el liderado por Giorgia Meloni, no representan las mismas amenazas que otros. Esta afirmación es especialmente alarmante considerando las políticas regresivas y autoritarias implementadas por Meloni en Italia. Sus políticas incluyen una línea dura contra la inmigración, significativos recortes en políticas sociales, y restricciones en los derechos de las mujeres, lo que pone en duda la veracidad de las declaraciones de Rueda.
Contradicciones y retrocesos
La defensa de Alfonso Rueda de los pactos con la ultraderecha contrasta abiertamentecon los valores y principios que el PP gallego ha proclamado durante años. Este cambio de rumbo plantea serias preocupaciones sobre el futuro político de Galicia y de España en su conjunto. La normalización de la extrema derecha y sus políticas puede tener consecuencias graves para la cohesión social y los derechos fundamentales.
La responsabilidad política
La defensa de pactos con la ultraderecha por parte de Alfonso Rueda no solo es una incoherencia con los valores previamente defendidos por su partido, sino que también envía un mensaje preocupante sobre las prioridades y el rumbo futuro del PP gallego. En un momento en que la democracia y los derechos humanos se enfrentan a múltiples amenazas, la alineación con fuerzas políticas que promueven políticas regresivas es una decisión profundamente problemática.
La postura de Alfonso Rueda y el PP gallego de defender pactos con la ultraderecha representa un preocupante giro político que contradice los valores tradicionales del partido y plantea serias preguntas sobre su futuro y el impacto en la sociedad gallega. La normalización de la extrema derecha y sus políticas puede tener consecuencias devastadoras, y es imperativo que los líderes políticos mantengan la coherencia y defiendan los principios democráticos y de justicia social.