Alfonso Gil, Secretario General y Portavoz Adjunto del Grupo Parlamentario Socialista en el Senado, ha emitido una crítica contundente contra el Partido Popular (PP) por lo que él describe como una "utilización perversa del Senado". Esta denuncia se produce en el contexto de las investigaciones llevadas a cabo por la Comisión sobre los contratos públicos otorgados durante la pandemia de Covid-19.
Gil ha señalado que el PP ha demostrado una "falta de respeto hacia la Cámara Alta", acusándolos de intentar convertir el Senado en "una sede de Génova". Este comentario hace referencia a la conocida dirección de la sede central del PP, sugiriendo un intento por parte del partido de politizar el Senado para sus propios fines.
La polémica surge después de que los servicios jurídicos del Senado desautorizaran al PP por presentar una lista de comparecientes en la Comisión de Investigación de las mascarillas que excede el ámbito previamente acordado por el pleno. A pesar de la oposición de los letrados, el PP procedió a forzar la aprobación de su plan de trabajo, una acción que Gil ha criticado duramente, acusándolos de querer "no perder el tiempo" a costa de la integridad de la Cámara.
Gil advierte que, frente a la intención del PP de expandir la lista de comparecientes en el Pleno, su partido denunciará lo que él considera un "despropósito". Argumenta que, debido a estas maniobras, la única investigación que podrá ofrecer claridad sobre los hechos será la llevada a cabo por el Congreso, ya que el "ruido" en el Senado impide una investigación adecuada.
La firme postura de Gil subraya un conflicto significativo dentro de la política española, destacando tensiones entre los principales partidos sobre cómo se deben llevar a cabo las investigaciones parlamentarias. Su acusación contra el PP de intentar "enredar" y su rechazo a participar en lo que ve como tácticas obstruccionistas, reflejan una profunda preocupación por la preservación de la integridad y la función legislativa del Senado.