Feijóo tiene miedo de acabar como Pablo Casado: defenestrado por Ayuso

24 de Junio de 2024
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Feijóo rechazó ponerse en la foto con Milei y Ayuso. El gallego está muy disgustado con que la presidenta de Madrid tome sus propias decisiones, como la concesión de la medalla de la Comunidad Autónoma al dirigente ácrata argentino. Feijóo está deseando que pase pronto este episodio que beneficia a Milei, a Ayuso y a Sánchez (el premier socialista consolida el voto de izquierdas, aglutinando también parte del voto de centroderecha), pero que a él le perjudica claramente.

De momento, barones del Partido Popular ya se están posicionado contra el verso suelto Ayuso. Y a algunos no solo les desagrada que la lideresa se atribuya prerrogativas en política internacional que competen exclusivamente a la ejecutiva nacional, sino también que marque la línea ideológica en asuntos tan candentes como la renovación del Poder Judicial. Feijóo está por la labor de sentarse a dialogar con Sánchez. Ayuso se niega en rotundo, y de momento prevalece su tesis. ¿Por qué Feijóo no toma la iniciativa y llama a capítulo a la lideresa madrileña, ordenándole que cumpla con las jerarquías? Sencillamente porque tiene miedo de acabar como Pablo Casado. Este tuvo la ocasión de probar la cicuta ayusista cuando se atrevió a denunciar las corruptelas en el caso mascarillas. Se enfrentó a la diva y terminó defenestrado. Feijóo no quiere correr el mismo destino, de ahí que se ande con pies de plomo en todo lo que tenga que ver con Isabel Díaz Ayuso.

Entretanto, los barones toman posiciones. Al president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, no le “gustan” las palabras ni el tono del presidente de Argentina mientras que otros como Alfonso Rueda, presidente de la Xunta y del PP gallego, se lo toman con filosofía. Rueda asegura que no debe opinar sobre las decisiones que toma su compañera de partido Ayuso, y añade que “ella sabrá los méritos que pueden concurrir y las razones para la condecoración” de Milei. “No me puedo meter. Yo sé lo que haría yo, pero lo que haga cada comunidad autónoma... ¡Dios me libre! Son muy libres de hacer lo que estimen oportuno”, dijo el barón gallego.

Todo ello mientras otros dirigentes europeos diseñan su propia estrategia contra el virus Milei. Así, el jefe de Gobierno alemán, Olaf Scholz, ha decidido recibir al presidente argentino en la sede de la Cancillería en Berlín, aunque en sus discursos haya llamado a respetar la cohesión social, en definitiva, la justicia social que repudia Milei. Una estrategia muy diferente a la adoptada por Zarzuela y Moncloa, que le han puesto el cordón sanitario al polemista bonaerense.

De cualquier forma, Feijóo tiene un problema con Ayuso. En las últimas semanas ha mantenido una equidistancia ambigua y calculada. Ni con Sánchez ni con Milei. Posicionado contra la “escalada verbal que no conduce a ninguna parte” y de la que el principal partido de la oposición se ha desmarcado. Feijóo se pronunció así ante la crisis diplomática abierta tras llamar Javier Milei “corrupta” a la esposa de Pedro Sánchez durante un acto de Vox en Madrid. El episodio llevó al Gobierno a llamar a consultas a la embajadora española en Argentina. “Ni el Gobierno del señor Sánchez que empezó insinuando consumo de sustancias al presidente de Argentina, ni Milei, que siguió llamando corrupta a la mujer del presidente de España están en el espacio de moderación que yo reivindico para la política”, se esfuerza en reiterar el líder de la oposición.

Llama la atención el silencio de Feijóo en esta crisis diplomática. El presidente de los populares rechaza los malos modos de Milei, aunque considera que lo que ha hecho es “una muestra de lo que el Gobierno hace todos los días con los que no piensan como ellos”. Por eso, Feijóo censura las “lecciones de democracia” de Sánchez y afea la “sobreactuación impropia del Ejecutivo” que pretende convencer de que “Sánchez es el Estado”.

En el PP, que no condenó las palabras de Milei, prefieren que sea Esteban González Pons, y no Feijóo, el que se moje en este turbio asunto. El valenciano criticó la “intromisión en política nacional” y el espectáculo “chocante” de Milei, además de afearle que haya viajado a España a “remover la política española” y sin saludar al rey, al Gobierno, ni al Parlamento. Es evidente que Ayuso sigue provocando tensiones en el seno del Partido Popular. Los más moderados consideran a Milei poco menos que unoutsider que no representa los valores del liberalismo conservador. Los más ultras apuestan por que el show que ha montado la lideresa, con la entrega de la medalla de honor al controvertido dirigente argentino, continúe un poco más. De esta manera, dicen, se puede seguir capturando votos de Vox. Votantes que se mueven caballo entre el partido antisistema de Abascal y el PP institucional de toda la vida. ¿En qué lado del río se encuentra Feijóo?

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