Aún con dos años por delante para las próximas elecciones generales, Podemos ha movido ficha. En un acto celebrado este domingo en Madrid bajo el lema “Por la paz y contra el régimen de guerra”, la secretaria general del partido, Ione Belarra, pidió públicamente a Irene Montero que encabece una nueva candidatura. No se trata solo de presentar una alternativa electoral: Belarra propuso levantar un proyecto político de mayor alcance, “que no sea solo de Podemos”, sino una plataforma para los “desencantados” del actual Gobierno y la izquierda institucional.
“Solo una mujer pacifista, valiente y patriota puede hacer la tarea que tenemos por delante”, aseguró Belarra ante un auditorio entregado, en referencia directa a Montero.
Con este gesto, la formación morada se distancia aún más de Sumar, la coalición liderada por Yolanda Díaz, a la que acusan de haber frustrado la capacidad de transformación de la izquierda y de haber renunciado a un programa verdaderamente progresista.
El pacifismo como eje del nuevo proyecto
En su intervención, Montero recogió el guante. Reivindicó un nuevo proyecto “de paz, de esperanza y de más derechos” y centró su discurso en la crítica al creciente gasto militar tanto en España como en la Unión Europea. “Defender la paz es defender otro mundo posible”, proclamó, haciendo hincapié en el contexto internacional marcado por las guerras en Ucrania y Palestina.
La eurodiputada y exministra de Igualdad denunció que el actual sistema económico está al servicio del negocio armamentístico y alertó de que el rearme europeo responde a presiones de Estados Unidos. “Nos venden la autonomía estratégica mientras nos piden que compremos búnkers y no podemos ni pagar el alquiler”, ironizó.
Montero también dedicó críticas a Teresa Ribera, actual vicepresidenta de la Comisión Europea, señalando que ha llegado a ese cargo con votos de la extrema derecha. “La violencia se ha convertido en un motor económico”, advirtió, conectando el militarismo con el deterioro de los servicios públicos.
Una izquierda sin miedo
Para Podemos, la propuesta no es únicamente electoral. Belarra insistió en que el objetivo es recuperar una izquierda “de poder y de gobierno”, pero sin servidumbres con el PSOE ni con el marco de alianzas actuales. Rechazó el aumento del gasto militar promovido desde Bruselas y pidió directamente la salida de España de la OTAN, así como la expropiación de viviendas e inversiones en manos de fondos buitre estadounidenses.
“El verdadero patriotismo es proteger nuestros servicios públicos y nuestras empresas estratégicas”, sentenció.
La secretaria general morada también apuntó a la creciente dependencia de Europa respecto a EE.UU., tanto económica como política, y denunció que “las élites económicas están en guerra por el control de los recursos”.
Julio Rodríguez, militar en la reserva y miembro de la candidatura de Belarra en la Asamblea de Podemos, reforzó el mensaje antimilitarista. “La guerra es el fracaso de la política. Como militar, cada día me siento más antimilitarista”, declaró ante los aplausos del público.
Portazo a Yolanda Díaz y al “malmenorismo”
La presentación de Montero como candidata marca un punto de no retorno entre Podemos y Sumar. Belarra no hizo mención explícita a Yolanda Díaz, pero sus palabras, al igual que las de Montero, fueron una enmienda a la totalidad al espacio liderado por la vicepresidenta segunda del Gobierno.
Podemos acusa a Sumar de haber abandonado sus compromisos progresistas y de haber asumido una postura tibia ante el rearme europeo. La formación morada se presenta ahora como la única alternativa real a un modelo que, aseguran, está “más cerca del PP que de una izquierda transformadora”.
“España necesita izquierda, no progresía que ya no se distingue de la derecha”, afirmó Montero, en una de las frases más contundentes de su intervención.
El regreso de una figura vetada
La candidatura de Montero supone también un giro simbólico. En 2023, su nombre fue excluido de las listas electorales de Sumar por su implicación en la crisis de la ley del solo sí es sí. Cinco meses después de las elecciones generales, Podemos rompió con Sumar y empezó a construir un camino propio que ahora culmina en este anuncio.
Desde entonces, la exministra ha reforzado su perfil político en Europa, y la organización considera que es momento de su “reparación” política. “Con Montero vuelve la izquierda que no se achanta”, resumió un dirigente del partido tras el acto.
Camino propio a las generales
Podemos deja así clara su estrategia para 2027: competir por la hegemonía del espacio a la izquierda del PSOE, aunque eso implique una fragmentación electoral. Desde el partido aseguran que una alianza solo será posible si las fuerzas implicadas “asumen los objetivos de paz, feminismo y defensa de lo público”.
Aunque fuentes cercanas a Montero aseguran que no renunciará por ahora a su acta en Bruselas, la maquinaria electoral ya ha empezado a moverse. Con el anuncio de este domingo, Podemos no solo oficializa a su candidata, sino que lanza una advertencia: no se conforman con ser un actor secundario. Vienen a disputarlo todo.