Ciudadanos celebra este fin de semana su congreso que se convierte en una muerte a cámara lenta ante la España que llegó a pensar que podría ser la alternativa de centro que siempre defendió el ex presidente Adolfo Suárez. Sin embargo, tanto Albert Rivera, primero, como Inés Arrimadas, después, acabaron siendo la comparsa del PP.
Mientras la sangría de gente de Ciudadanos que pasa al PP desangra al partido naranja, se deja claro en el primer día de la Convención política en Madrid que no habrá fusión con el PP, que son de centro y que se han cometido "errores".
La presidenta del partido, Inés Arrimadas, ha participado este sábado en un coloquio sobre la importancia de renovar Europa en los valores del liberalismo. En este contexto ha asegurado que "no es fácil" gobernar en coalición "cuando eres el partido pequeño" y ha admitido que no han sabido transmitir la impronta de Ciudadanos.
Mejoras que no saben los ciudadanos
"No hemos conseguido trasladar a la ciudadanía esas mejoras. Es un elemento de mejora del partido como alternativa al populismo y al bipartidismo", ha recalcado Arrimadas tras advertir que "ni tiene nada de malo ser conservador ni ser socialdemócrata".
Mientras, los votantes conservadores y liberales piensan que si Ciudadanos está para que gobierne el PP, casi mejor votar a los originales.
Si algo ha perdido Ciudadanos en las coaliciones con el PP en las Comunidades Autónomas donde ganó el PSOE es la confianza de quien le votó.