“Aquí lo que vale es la hipótesis de la UCO (Unidad Central Operativa de la Guardia Civil) de que yo he participado en las mordidas. Como en mi caso no aparece el rastro del dinero –ni nunca va a aparecer porque no vine a la política a enriquecerme– me ingresan en prisión para encontrar el supuesto dinero oculto”, asegura Santos Cerdán, desde la cárcel de Soto del Real, a través de sus abogados y sin posibilidad de formular nuevas preguntas. La UCO sigue el rastro del dinero, pero hasta el momento guarda absoluto mutismo sobre las investigaciones. Si hay paraísos fiscales donde Cerdán guardaba el dinero, se desconoce. Si había empresas interpuestas y offshore, tampoco se sabe. Y si la UCO hubiese encontrado algo sólido, ya habría salido publicado, puesto que los periódicos de la caverna tienen buenas fuentes de información en ese cuerpo policial.
El Español ha publicado que la Guardia Civil sigue en Armenia el rastro del dinero de la trama corrupta del PSOE a través de inversiones hoteleras de dos de las constructoras investigadas, que tienen sede en el país del Cáucaso y lograron un contrato de 65 millones en 2022. Los agentes de la UCO piden acceder a 310 cuentas bancarias de los sospechosos en busca del origen y el destino de las comisiones por obra pública mientras la investigación policial no recoge por el momento indicios consistentes de financiación ilegal del PSOE. Otros países donde Cerdán podría guardar el dinero podrían ser Marruecos, Ecuador o Brasil. Se habla de hasta nueve estados de diferentes continentes.
Santos Cerdán se declaró “inocente” ante el juez el pasado lunes día 30, al negar todas las acusaciones que contiene el informe de la UCO sobre mordidas por adjudicaciones de obra pública. “Nunca me he llevado un duro” y “tampoco ha habido financiación del PSOE”, destacó en su declaración al magistrado. “Me considero inocente y quiero dejar claro que yo no me he llevado ni un euro, ni el Partido Socialista tampoco”, afirmó Cerdán nada más comenzar su testimonio, según consta en la transcripción, a la que tuvo acceso Efe y que terminó con la decisión del juez de enviarle a prisión provisional sin fianza.
Acto seguido precisó: “El único delito que he cometido es trabajar para formar un Gobierno de coalición de izquierdas”, declarándose un político perseguido. De hecho, al término de su declaración, el magistrado Leopoldo Puente le preguntó si quería añadir alguna cosa más que su letrado no le hubiese preguntado, ya que solo respondió a sus preguntas. “Yo lo que tengo claro es que me declaro inocente, nunca me he llevado un duro, ahí están mis cuentas. Mi patrimonio es clarísimo. Además, como diputado que he sido, hemos estado sujetos a la protección antiblanqueo y más transparente no puede ser”, señala. Y nuevamente termina como arrancó la declaración: “Nunca me he llevado un duro, tampoco ha habido financiación del PSOE. Insisto, creo que me encuentro aquí por una persecución política, no por otra cosa”.
Cerdán se ha adaptado con normalidad, como un preso más, a la vida de la cárcel. Sin embargo, fuentes penitenciarias aseguran que podría derrumbarse en cualquier momento. Vivir encerrado es duro para alguien que nunca ha estado entre rejas. Ese parece ser el objetivo del juez: quebrar la voluntad del que fuese secretario de Organización del PSOE y que termine hablando.
El exdirigente socialista no da detalles de quiénes apuntan hacia él, sino que se limita a mencionar “a unos poderes que hay en este país, dentro y fuera del estado, donde no han gustado los gobiernos de izquierdas”.
Posteriormente, Santos Cerdán recurrió su ingreso en prisión en un escrito en el que se considera víctima de una “causa general” contra él en la que se le ha enviado a prisión sin que existan indicios de su presunta actividad delictiva con el único fin de “provocar” una confesión, como ocurrió en su día con el comisionista del caso Koldo, Víctor de Aldama.