Pedro Sánchez ha dado plantón, en el juzgado, al novio de Isabel Díaz Ayuso. Además, no se retracta de las declaraciones que hizo sobre él, cuando lo acusó de “delincuente confeso”. El presidente no ha acudido este miércoles al acto de conciliación convocado por un juzgado madrileño. De esta manera, Alberto González Amador interpondrá contra él una querella por injurias y calumnias.
Fuentes jurídicas han confirmado a Efe que el acto de conciliación convocado en el Juzgado de Primera Instancia número 98 de Madrid ha quedado sin efecto al no acudir ningún representante legal de Pedro Sánchez. Se trata de un trámite, previsto en la ley para “alcanzar un acuerdo con el fin de evitar un pleito”. La defensa de González Amador ha confirmado que ahora interpondrá la querella anunciada, en la que solicita una indemnización de 100.000 euros.
La interposición de esta querella forma parte de la ofensiva judicial emprendida por los abogados del empresario Alberto González Amador contra diversos miembros del Gobierno y también periodistas por referirse a él como delincuente confeso tras hacerse público un correo de su abogado en el que reconocía en su nombre haber defraudado a Hacienda para llegar a un acuerdo con el fiscal.
La lista de demandados por el novio de Ayuso es larga y va desde el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien se llevaría la mayor de ellas, pasando por cinco ministros –María Jesús Montero (Hacienda), Felix Bolaños (Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes), Isabel Rodriguez (Vivienda y Agenda Urbana), Diana Morant (Ciencia, Innovación y Universidades) y Óscar López (Transformación Digital y Función Pública)–. A ella se suman dos figuras del PSOE como son Ion Antolín, su director de comunicación y José Zaragoza, diputado. Por parte de Más Madrid, González Amador se ha querellado contra Manuela Bergerot, portavoz en la Asamblea de Madrid, y Rita Maestre, su homóloga y líder de la oposición en el Ayuntamiento de Madrid. La lista la concluyen tanto el PSOE como Más Madrid como formaciones políticas. Entre los damnificados por el orgullo de Amador hay varios periodistas, entre ellos Xabier Fortes, de TVE.
Son escasas las probabilidades de que a Amador le den la razón en los tribunales. Su propio abogado, en negociaciones con la Fiscalía, reconoció que su cliente estaba inmerso en un procedimiento por delitos de fraude fiscal. Pero el novio de Ayuso tira para adelante con sus acciones judiciales, sin duda animado por la presidenta de Madrid y por el asesor de esta, Miguel Ángel Rodríguez, ambos convencidos de que Amador es un hombre brillante y honrado sin nada que esconder.
No es eso lo que opina la Fiscalía, que sigue pidiendo causa para el investigado. El asunto crece como una bola de nieve, en buena medida por la tozudez de Ayuso y su consejero de Presidencia, embarcados en la estrategia trumpista de negar la realidad. Y en esa táctica el partido de Feijóo se está embarrando de arriba abajo. En los últimos meses, el PP ha hecho suyo ese plan tan absurdo como pueril para defender sin fisuras a Alberto González Amador. La versión oficial del partido fue trazada desde la Puerta del Sol (sede del gobierno regional) y no desde Génova 13, y a todo aquel que se atreviera a decir lo contrario, a todo aquel que osara llamar a las cosas por su nombre (en este caso “presunto defraudador” al tal Amador), querella al canto. Es decir, el habitual estilo mafioso consistente en coaccionar a quien ejerce su libertad de expresión (esa que los ayusistas tanto dicen amar), en tratar de callar al mensajero y en amedrentar a todo aquel que metiera las narices en este delicado asunto. Pero cada vez le queda menos tiempo a la mentira. Pronto resplandecerá la verdad de quién es el novio de Ayuso.