Pedro Sánchez se revuelve: “No me voy, capeo el temporal y sigo al timón”

El presidente reafirma su compromiso con la regeneración democrática y anuncia un paquete de reformas internas para blindar al PSOE frente a la corrupción

05 de Julio de 2025
Actualizado a las 12:42h
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Pedro Sánchez en su comparecencia ante el comité federal del PSOE
Pedro Sánchez en su comparecencia ante el comité federal del PSOE

Pedro Sánchez no se esconde. En uno de los momentos más delicados de su mandato, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE compareció ante el Comité Federal del partido para reafirmar su compromiso con la regeneración democrática, asumir errores del pasado reciente y lanzar un mensaje claro: seguirá liderando el proyecto socialista para España. “El capitán no se desentiende cuando viene mala mar. Se queda, a capear el temporal y salvar el rumbo”, afirmó con firmeza.

Pedro Sánchez no se rinde

El presidente del Gobierno y secretario general del PSOE compareció ante el Comité Federal del partido con un mensaje claro: asumir errores, reforzar el compromiso ético y seguir avanzando. En un discurso de más de una hora, Sánchez combinó la autocrítica con la defensa cerrada de su gestión y cargó con dureza contra la derecha y la ultraderecha, a quienes acusó de querer destruir los logros del estado del bienestar y de atacar la convivencia democrática.

“Soy consciente de mi responsabilidad y no voy a abandonar el timón”, afirmó. Reconoció que la crisis interna provocada por casos de corrupción ha dolido profundamente, tanto al partido como a la ciudadanía, pero prometió actuar con contundencia para erradicarla.

A lo largo de su discurso, que combinó autocrítica y orgullo político, el presidente apeló a los valores históricos del socialismo español, reivindicó los logros del Gobierno y situó a su partido como único muro de contención frente al retroceso de derechos.

Una batería de reformas internas para blindar el PSOE

El eje central del discurso fue el anuncio de trece medidas destinadas a reforzar la transparencia, la integridad y el control interno dentro del PSOE. Sánchez propuso la creación de cargos colegiados, la exigencia de doble firma en puestos clave de la estructura orgánica y una mayor rapidez en la resolución de expedientes disciplinarios.

Asimismo, planteó que las declaraciones de bienes de cargos públicos se sometan a un doble control, regional y federal, y se actualicen regularmente. También propuso actualizar el portal de transparencia del partido con nuevas exigencias impuestas por los organismos de control.

“No podemos permitir que unos pocos manchen las siglas de un partido hecho por gente buena y honesta”, afirmó. Para Sánchez, estos cambios no son solo internos: “Con ellos, el PSOE volverá a situarse como la formación política más avanzada de España también en este ámbito”.

En otro gesto simbólico, anunció una tercera auditoría externa del partido, para reforzar la confianza ciudadana y disipar cualquier sombra de sospecha.

Perdón, pero sin retirada

Uno de los momentos más destacados del discurso fue su petición de perdón. “Me equivoqué al confiar en personas que no lo merecían”, reconoció Sánchez. Pero dejó claro que su respuesta no será la renuncia, sino el compromiso redoblado con la regeneración democrática y con la ciudadanía que ha depositado su confianza en el PSOE.

“No vamos a fallar”, prometió. Frente a quienes lo acusan de aferrarse al cargo, Sánchez se presentó como alguien consciente del momento y con voluntad de liderar un proceso de limpieza política y reforma ética, tanto en su partido como en las instituciones.

Sánchez anunció trece nuevas medidas para fortalecer la transparencia y la integridad dentro del PSOE. Propuso crear cargos colegiados que eviten la concentración de poder, establecer la doble firma en puestos clave y agilizar los procesos disciplinarios en casos de corrupción. También planteó cambios en el portal de transparencia del partido, la ampliación del control patrimonial de cargos públicos y una reforma del Código Ético que compromete al partido con el abolicionismo de la prostitución y la expulsión inmediata de quienes la practiquen.

El líder socialista insistió en que su compromiso con la limpieza institucional es total: “Vamos a hacer una tercera auditoría externa para que no haya sombra de duda”. Además, reforzó la idea de que el PSOE debe ser la organización más avanzada de España en estándares éticos.

Defensa cerrada de su gestión

En su intervención, Sánchez también dedicó buena parte del discurso a hacer balance de los logros de su Gobierno. Citó datos económicos como los más de 22 millones de afiliados a la Seguridad Social, la reducción histórica del desempleo juvenil y femenino, y la transformación del mercado laboral tras la reforma que redujo drásticamente la temporalidad.

Reivindicó también el aumento del salario mínimo interprofesional en un 61 %, la revalorización de las pensiones, el avance en igualdad salarial, la creación de nuevas becas y plazas de Formación Profesional, y la nueva ley de vivienda que limita la especulación y favorece el acceso a hogares dignos.

“Hemos conseguido que España sea un referente económico en Europa”, afirmó, recordando que nuestro país aporta el 40 % del crecimiento en la eurozona y que se ha convertido en el quinto destino mundial de inversión extranjera.

La sombra de la ultraderecha

Pedro Sánchez no evitó la confrontación con el principal bloque de la oposición. Apuntó con dureza al Partido Popular y a Vox, a quienes acusó de formar una coalición reaccionaria que amenaza los derechos fundamentales y las conquistas sociales. “Ya no les basta con recortar el Estado del bienestar. Quieren eliminar derechos, negar el cambio climático y fomentar el odio como forma de hacer política”, denunció.

Recordó que allí donde gobiernan, ya se vislumbran retrocesos graves, desde la censura educativa hasta el recorte de servicios públicos. También aludió a las palabras de José María Aznar en el reciente Congreso del PP, que interpretó como una amenaza velada: “No es la primera vez que recibimos amenazas. Lo hicimos en dictadura, en exilio, y aquí seguimos. En pie. Gobernando”.

Feminismo como línea roja

Otro de los temas centrales fue la respuesta a los audios machistas publicados en las últimas semanas. Sánchez se mostró tajante: “Ser feminista no es ponerse un lazo violeta. Es vivir como se piensa”. Anunció una resolución de condena contra cualquier actitud machista dentro del partido, el refuerzo del protocolo de acoso sexual y la modificación del Código Ético para expulsar a quienes paguen por prostitución.

“Este es nuestro compromiso con las mujeres de España y con las mujeres de nuestro partido: coherencia, respeto y dignidad”, recalcó.

Mirar al futuro con optimismo

Pedro Sánchez terminó su discurso con un mensaje de resistencia y esperanza. Reivindicó que, pese a las dificultades internas y externas, España avanza. “La mejor etapa del socialismo no está detrás, está por llegar”, afirmó.

Pidió a la militancia levantar la cabeza, sentirse orgullosa de lo logrado y prepararse para lo que viene: nuevas elecciones, nuevos retos y una ofensiva ideológica desde la derecha que pretende frenar décadas de avances sociales.

“Lo mejor está por llegar. Y vamos a hacer que llegue”, concluyó.

Con ese cierre, el presidente quiso marcar el tono de lo que, más que un discurso de defensa, fue una declaración de intenciones: resistir, sí. Pero sobre todo, avanzar.

 

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