El PSOE ha movido ficha. En un momento especialmente delicado tras la explosiva salida de Santos Cerdán, implicado en una presunta trama de corrupción que ha salpicado también al exministro José Luis Ábalos y a su antiguo asesor Koldo García, Pedro Sánchez ha optado por la valenciana Rebeca Torró Soler para liderar la Secretaría de Organización. Es un nombramiento con fuerte carga simbólica: Torró se convierte en la primera mujer en 15 años en asumir este cargo, vital para el engranaje del partido.
Con este movimiento, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE busca proyectar una imagen de renovación, firmeza y compromiso con los valores feministas que el partido ha reivindicado en sus últimos congresos. No en vano, Torró llega arropada por su trayectoria como gestora eficaz, buena comunicadora y con el aval de la segunda federación socialista más importante, el PSPV.
Una figura con experiencia y perfil renovador
Natural de Ontinyent (Valencia), Torró ha recorrido un largo camino desde sus inicios como concejala de la oposición en su municipio en 2007. Licenciada en Derecho y con formación en administración empresarial, ha ocupado puestos de responsabilidad tanto en la Generalitat Valenciana como en el Gobierno central. Fue consellera de Obras Públicas y Política Territorial en el último Ejecutivo autonómico de Ximo Puig y actualmente ejercía como secretaria de Estado de Industria.
Además de su experiencia institucional, en su haber figura un hito relevante: participó en la negociación que permitió atraer a la Comunidad Valenciana la futura gigafactoría de baterías de Volkswagen, uno de los proyectos industriales más importantes del país en los últimos años. Este logro la ha convertido en una figura de peso en los círculos de Moncloa y le ha proporcionado visibilidad entre las distintas federaciones socialistas.
Reconstruir el partido desde dentro
Torró asume la Secretaría de Organización en el momento más convulso del PSOE desde que Pedro Sánchez recuperó el liderazgo en 2017. La caída en desgracia de Santos Cerdán, hombre de máxima confianza del presidente hasta hace apenas unas semanas, ha obligado a la dirección del partido a recomponer su núcleo duro a marchas forzadas.
El equipo de Torró estará reforzado con tres adjuntos: la almeriense Anabel Mateos (Coordinación Territorial), el sevillano Francisco Salazar (Análisis y Acción Electoral) y el madrileño Borja Cabezón (Transparencia y Acción Democrática). Todos ellos ya formaban parte de la cúpula federal, lo que sugiere una apuesta por la continuidad con renovación.
Este rediseño se ha anunciado justo antes del Comité Federal del sábado, en un intento de evitar filtraciones y desmentir especulaciones. La decisión ha sido bien recibida entre las bases, que ven en Torró una dirigente con capacidad para recomponer puentes y afrontar los retos internos y externos que se le presentan al PSOE en esta legislatura.
Feminismo como eje de la reconfiguración
El nombramiento llega acompañado de un claro mensaje político. Pedro Sánchez ha querido subrayar el compromiso del PSOE con el feminismo tras los lamentables comentarios sexistas que han salido a la luz en los audios de la investigación que afecta a Ábalos y Koldo. Este viernes, en vísperas del Comité Federal, Sánchez se reúne con las principales dirigentes del partido en un encuentro convocado por la secretaria de Igualdad, Pilar Bernabé, para abordar nuevas medidas en clave feminista, entre ellas, posibles sanciones internas por consumir prostitución.
La elección de una mujer como nueva número tres del partido, junto con el refuerzo del área de Igualdad, pretende marcar un punto de inflexión en la imagen del PSOE y responder a la indignación que han generado los últimos escándalos. Se trata, en palabras del propio Sánchez, de “dar ejemplo y actuar con contundencia”.
Un reto político de gran calibre
Aunque Rebeca Torró no es aún una figura conocida por el gran público fuera de la Comunidad Valenciana, su perfil técnico, su fidelidad al proyecto de Sánchez y su solvencia en la gestión la colocan en una posición clave para encarar los desafíos que se avecinan. Entre ellos, mantener la cohesión del partido, reforzar los vínculos con las federaciones más críticas y preparar al PSOE para las próximas citas electorales.
Además, Torró deberá lidiar con una oposición crecida, especialmente en territorios como la Comunidad Valenciana, donde el PP gobierna con el apoyo de la ultraderecha, y donde su experiencia previa como consellera la convierte en un activo valioso para confrontar con Carlos Mazón y su gestión.
La nueva etapa en Ferraz empieza con un rostro nuevo, pero con la misma consigna de siempre: resistir, reorganizar y avanzar. Y en eso, Sánchez ha demostrado que no improvisa.