Podemos se ha dado cuenta de que, con el gobierno más débil de la historia democrática de España, puede gobernar desde el Grupo Mixto. Es algo que la gestora del PSOE no supo leer en 2016 tras la abstención en la investidura de Mariano Rajoy. Ahora, con la presentación de la proposición de ley por la que se pretende ceder las competencias de inmigración a Cataluña, la formación morada ha anunciado su voto en contra, lo que tumbaría los planes de Pedro Sánchez de mantenerse en el poder a costa de lo que sea y cueste lo que cueste.
La decisión de Podemos ha provocado la reacción inmediata de Junts, que ha dejado claro su objetivo final con Pedro Sánchez: “que Cataluña tenga más poder”. Así lo ha señalado la portavoz del partido de Carles Puigdemont en una entrevista en RTVE: “A mí me extrañaría mucho que un partido como Podemos se ponga al lado de Vox para impedir que Cataluña tenga más poder. Tendrían que explicarlo muy bien y tendrían que explicar muy bien por qué cuando lo hace el Estado español es bueno y es de izquierdas y la misma cosa si la hace Cataluña es malo o es racista”.
Evidentemente, Miriam Nogueras ha mencionado a Vox por las diferencias ideológicas evidentes entre los partidos de la extrema izquierda y la extrema derecha. Sin embargo, la portavoz de Junts olvida que ellos mismos, aunque cercanos ideológicamente a Vox, han votado en repetidas ocasiones junto a la formación ultra de Santiago Abascal.
Evidentemente, el tema de la inmigración tiene un modo distinto de tratarse y en la entrevista ha salido a colación la iniciativa legislativa popular (ILP) por la que se exige la regularización de medio millón de personas. Nogueras ha sido cuestionada sobre si apoyarían esta ILP para que Podemos cambie el sentido de su voto respecto a la cesión de competencias de inmigración.
La portavoz de la formación independentista ha sido contundente: “Lo que no nos pueden pedir tampoco los otros partidos es que acatemos una ley española cuando lo que estamos pidiendo nosotros y lo que hemos negociado y pactado es que las competencias en esta materia las tengamos nosotros”.
La cesión de las competencias migratorias a Cataluña, además de poder chocar con las normativas europeas, ha tenido también respuesta por parte del otro partido independentista, Esquerra Republicana. Gabriel Rufián lo ha dejado claro: está de acuerdo, pero quiere leer bien la letra pequeña porque lo que le preocupa es lo que la derecha y Junts puedan hacer con esas competencias.
Además, también ha mostrado su discrepancia con el supremacismo de Junts al afirmar que “catalán es quien vive y trabaja en Cataluña, independientemente del idioma que hable, de cómo se sienta y de la bandera que tenga en el balcón”.