Vox ha lanzado una propuesta política para acabar con la sequía en España, un compendio de ideas generalistas, demagógicas, patrioteras y grandilocuentes sin profundizar en nada concreto. “El agua es de todos y no de las regiones donde se encuentra”, asegura la formación de Abascal en un comunicado. Por descontado, ni una sola referencia al cambio climático, gran causante de la escasez de agua que padece no solo nuestro país, sino el resto de Europa. El viejo continente atraviesa por el peor ciclo hídrico desde hace 500 años, un dato demoledor que Vox pasa por alto. Para ellos la brusca transformación del clima no tiene nada que ver con el calentamiento global por la mano humana sino que es un invento de rojos. Por algo son negacionistas.
La situación del país empieza a ser crítica. La reserva hídrica de las cuencas del Guadiana, el Guadalquivir y Guadalete-Barbate se encuentra a menos del 26,7%, 25,6% y 29%, respectivamente; y las del Tajo y el Segura apenas superan el 40%. Además, en el caso del agua embalsada, los embalses y pantanos cerraron el mes de julio al 37,9%, su nivel más bajo en una década. Pero si llamativo resulta que Vox pretenda acabar con la sequía a fuerza de patriotismo y de meter en cintura a los enemigos de España que no quieren repartir su agua con los demás (algo absurdo por otra parte, ya que las lluvias no llegarán por muy español que se sienta el pueblo) más chocantes aún son las medidas exóticas que proponen para paliar los efectos de la pertinaz sequía, como abrir “autopistas del agua” y construir más pantanos, como en tiempos de Franco. En eso sí son fieles a las fuentes políticas de las que beben los políticos ultras.
“Es necesario adoptar una política real nacional a través de un verdadero Plan Nacional que cree una autopista del agua por la que la misma pueda circular y llegar a donde se necesite. El agua es un recurso escaso, pero mientras hay zonas donde hay abundancia, en determinadas regiones de España su escasez es un problema de primera magnitud”, asegura la formación. Vox apuesta en su iniciativa por un Plan Nacional que contemple medidas y recursos contra la sequía y que acaben con la actual desigualdad, natural o creada por las políticas fallidas, en el acceso a los recursos hídricos. “Cada gota de agua es importante, por ello debe estudiarse cualquier iniciativa tendente a un ahorro de agua sin que ello suponga restricciones, como puede ser estudiar la viabilidad de introducir tecnología, nuevas formas de riego o, incluso, la posibilidad del reciclaje de aguas. También será imprescindible establecer formas de almacenamiento de agua para cuando más se necesite, ya sea mediante depósitos, balsas o pantanos”, explican, entre otras de sus propuestas.
“Es por ello por lo que el Grupo Parlamentario Vox ha registrado una Proposición No de Ley para promover la adopción de un Plan Nacional del Agua pensando, por ejemplo, en los agricultores de zonas como la Axarquía malagueña que se han visto obligados a sacrificar sus cultivos de aguacates o mango con podas severas o arranque de los árboles para salvar el resto de la cosecha”. Al partido de extrema derecha tampoco le gusta el ahorro de los recursos hídricos y advierte de que ya han comenzado a adoptarse las primeras medidas de limitaciones al consumo de agua como ha ocurrido en regiones como Galicia, Cataluña o Andalucía. “Son medidas puntuales que perjudican a los españoles y que sólo responden a la irresponsabilidad de ciertos políticos de no haber adoptado las soluciones apropiadas en el tiempo para evitar que esta situación se produjese”, recuerdan desde la formación. “La prolongada ausencia de lluvias y las altas temperaturas de la temporada estival están causando una grave situación de sequía en la mayor parte de España con varios territorios en alerta roja por escasez”.
Según Vox, “España necesita infraestructuras hídricas para almacenar, distribuir y asegurar el abastecimiento de agua anual, así como la conservación y fomento del regadío”, añaden. Sin embargo, advierten, la planificación hidrológica del Gobierno se centra exclusivamente en los “postulados ecologistas” y desatiende las necesidades de los españoles, tanto de los particulares como de las empresas, especialmente del sector primario. Además, Vox carga contra las políticas regionalistas que “enfrentan territorios españoles entre sí por el agua, desencadenando unas políticas de desviaciones de agua”.
Por todo ello, la formación advierte: “No debe excusarse la falta de voluntad política en los efectos de un pretendido cambio climático, ni intentar solucionar el problema mediante nuevas restricciones o exigencias a los españoles sino que, ante este persistente problema de la sequía, se requieren medidas eficaces que garanticen el acceso al agua por todos los españoles en igualdad de condiciones y en cualquier parte de España, así como garantizar la solidaridad entre las regiones españolas”.