En medio de un clima político enrarecido por la corrupción, los disturbios xenófobos y la parálisis legislativa, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, ha endurecido su discurso contra el Partido Popular y su líder, Alberto Núñez Feijóo. En una entrevista televisiva, ha advertido de que "la irresponsabilidad del PP es mayúscula" por normalizar a Vox, un partido que, según ella, “está fuera del marco constitucional y del proyecto europeo”.
La dirigente de Sumar ha reclamado a los populares que “se alejen ya de la extrema derecha”, después de que el nuevo secretario general del PP, Miguel Tellado, calificara a Vox como un “partido de Estado”. Para Díaz, esas palabras suponen “un grave error político que blanquea a quienes alimentan el odio”.
Un clima social al límite
Las declaraciones de Díaz llegan en un momento especialmente delicado. El municipio murciano de Torre Pacheco sigue militarizado tras una semana de graves altercados con tintes claramente racistas. Díaz no ha dudado en señalar que detrás de los disturbios “hay personas organizadas para propagar el odio” y ha exigido a las autoridades “actuar con toda contundencia”.
Yolanda Díaz lanza un aviso: "No basta con decir que viene el lobo, hay que ganarse la confianza de la gente"
Sin embargo, también ha apuntado al fondo del problema: “Si no resolvemos los problemas sociales, si no mejoramos la vida cotidiana de la gente, esa frustración se canaliza hacia la derecha más extrema, hacia el miedo y la confrontación”. La ministra ha instado a apostar por políticas públicas que garanticen dignidad, vivienda, empleo y convivencia: “La ciudadanía quiere paz, no broncas; quiere vivir con dignidad”.
Cordón democrático, no cordón sanitario
Lejos de apelar a un mero “cordón sanitario” como se ha planteado en otros momentos, Yolanda Díaz ha elevado el listón y ha pedido directamente un “cordón democrático”. Según la vicepresidenta, no se trata solo de apartar a Vox por su ideología, sino de proteger los valores constitucionales, la convivencia y los principios fundamentales de la Unión Europea.
“Si el PP decide situarse al lado de la democracia, se acabarán las bromas. Pero si legitima a quienes están fuera del marco constitucional, entonces tenemos un problema mayor como país”, ha sentenciado. Para Díaz, es momento de firmeza, pero también de ofrecer soluciones que conecten con el día a día de la ciudadanía: “Hay que merecer la confianza del pueblo”.
Críticas al PSOE y defensa de Sánchez
La líder de Sumar no ha reservado sus críticas únicamente para el PP. También ha dirigido reproches a su socio de Gobierno, el PSOE, por frenar o retrasar medidas sociales fundamentales. “Aquí no nos frena la patronal”, ha advertido, señalando que el Ejecutivo debe dejar de dilatar reformas como los permisos de conciliación o la ley para regularizar a medio millón de migrantes.
Sobre la reducción de jornada laboral, Díaz ha defendido su importancia pero ha reconocido que no están dadas las condiciones para un debate sereno en el Congreso debido a la tensión política. “Es la norma más valorada por la ciudadanía, voten a quien voten. Merece la pena tomar tiempo y hacerlo bien”, ha afirmado, subrayando que ya hay empresas que han implantado las 35 horas semanales y que la reducción es posible con medidas de acompañamiento para pymes y autónomos.
Pese a los recientes casos de corrupción que afectan a exdirigentes del PSOE, Díaz ha reiterado su confianza en el presidente Pedro Sánchez: “Estoy segura de que es una persona limpia y no es corrupta”. No obstante, ha insistido en que su formación fue la primera en exigir responsabilidades y ha recordado que Sumar propuso un paquete de 15 medidas contra la corrupción tras el escándalo que salpica al ex número tres socialista Santos Cerdán.
Sin ruptura, pero con exigencias
Ante las preguntas sobre una posible salida de Sumar del Ejecutivo, Díaz ha sido tajante: “Nunca hemos trabajado en ese escenario”. Pero ha advertido que es imprescindible un “giro social” en el Gobierno que pase por “recuperar la confianza de la ciudadanía” y reactivar los compromisos del acuerdo de coalición.
A su juicio, no se puede combatir a la extrema derecha únicamente con advertencias. “No basta con decir que viene el lobo. La ciudadanía está cansada. Hay que ganarse su confianza con hechos, no solo con palabras”, ha subrayado, dejando claro que la agenda social debe reactivarse si el Gobierno quiere conservar la legitimidad popular.
Una agenda por cumplir
Yolanda Díaz ha aprovechado la entrevista para hacer balance de los principales retos pendientes: la reducción de jornada, el estatuto del becario, los permisos de conciliación y la regularización de migrantes. “Todas esas medidas llevan demasiado tiempo esperando. No podemos seguir mirando hacia otro lado”, ha advertido.
También ha lanzado un mensaje a Junts, formación clave para aprobar la reforma laboral en el Congreso, elogiando su actitud “honesta” durante las negociaciones. Díaz ha reconocido que se está discutiendo la incorporación de ayudas para pequeños empresarios y autónomos, lo cual considera “razonable y necesario”.
Pese a las dificultades, la vicepresidenta mantiene el optimismo: “España puede avanzar en derechos laborales. No hemos reducido la jornada en 40 años. Es hora de hacerlo”.
Con un tono más combativo que en anteriores ocasiones, Yolanda Díaz ha querido dejar claro que no basta con denunciar el crecimiento de la extrema derecha: hay que construir un muro desde la política democrática, desde la acción social y desde el compromiso institucional. Su mensaje es claro: o se gobierna para mejorar la vida de la gente o el vacío lo ocuparán los que traen el miedo y el odio.
Y mientras tanto, el reloj institucional sigue corriendo, con una agenda legislativa bloqueada, una ciudadanía expectante y un Gobierno que, si quiere resistir, necesita recuperar la iniciativa con hechos concretos.