La ayuda vital: un reto para 305 millones de personas en 2025

De los 305 millones de personas necesitadas de ayuda vital, sólo se llegará a 190 millones, lo que obligará a decisiones imposible y ayudar a esas personas a sobrevivir en 30 países exigirá más de 47.000 millones de dólares

06 de Diciembre de 2024
Actualizado a las 12:03h
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Personal de la OCHA durante una misión en Gaza para ofrecer ayuda humanitaria. | Foto:  OCHA
Personal de la OCHA durante una misión en Gaza para ofrecer ayuda humanitaria. | Foto:  OCHA 

Múltiples conflictos interminables, el cambio climático y un flagrante desprecio por el derecho internacional humanitario establecido desde hace tiempo van a hacer que 305 millones de personas necesiten ayuda vital el próximo año, según ha advertido el máximo responsable de ayuda de la ONU.

«El mundo está en llamas (...) En estos momentos, nos enfrentamos a una varias crisis globales y los más vulnerables están pagando el precio. Nos enfrentamos al impacto de múltiples conflictos y a crisis de mayor duración e intensidad», ha afirmado Tom Fletcher, director de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), en un llamamiento por valor de 47.400 millones de dólares para proporcionar ayuda vital en más de 30 países y nueve regiones de acogida de refugiados.

Decisiones imposibles

La nueva evaluación humanitaria de la OCHA, en nombre de más de 1.500 socios humanitarios, es nefasta: de los 305 millones de personas necesitadas, sólo se llegará a 190 millones.

La falta de financiación es sólo una de las razones en países donde la población ha soportado décadas de violencia e inestabilidad, como la República Democrática del Congo (RDC).

«En la República Democrática del Congo, como en todos estos conflictos, estamos dispuestos a hacer más, es nuestra misión hacer más», ha insistido Fletcher.

«Mi gente está desesperada por salir ahí fuera y cumplir porque realmente están en primera línea. Ven lo que hace falta, pero necesitamos esos recursos. Ese es nuestro llamamiento a la acción y también necesitamos que el mundo haga más; que los que tienen poder hagan más, para desafiar esta era de impunidad y desafiar esta era de indiferencia», ha asegurado.

Un papel pionero

Como máximo responsable de ayuda de la ONU recién nombrado, Fletcher se ha comprometido a visitar las capitales del mundo «para derribar puertas» de los gobiernos en busca de nuevas alianzas y solidaridad para las personas más vulnerables del mundo.

«Tengo que encontrar la manera de replantear este argumento de forma que resuene en el público en general», ha añadido.

Citando sus anteriores funciones como embajador del Reino Unido con experiencia en conflictos y consolidación de la paz, desde Kenia hasta el Líbano e Irlanda del Norte, el nuevo jefe de OCHA ha subrayado la necesidad de garantizar que la ayuda siga fluyendo hacia donde más se necesita.

«Tengo una misión muy clara en torno a la prestación de ayuda humanitaria», declaró, antes de rendir homenaje a la “extraordinaria diplomacia humanitaria empresarial” de su predecesor Martin Griffiths, que dimitió en junio por motivos de salud.

Cambios electorales

Preguntado por el cambiante panorama geopolítico en un año de elecciones nacionales y presidenciales de enorme trascendencia, Fletcher ha insistido en que «no se trata sólo de Estados Unidos (...) nos enfrentamos a la elección de una serie de gobiernos que cuestionarán más lo que hacen las Naciones Unidas... Pero no creo que no podamos exponerles nuestros argumentos; no creo que no haya compasión en estos gobiernos que están siendo elegidos».

En declaraciones a los periodistas durante la presentación del Panorama Humanitario Mundial 2025, Fletcher ha confirmado que las comunidades siguen enfrentándose a múltiples crisis.

«No es sólo el hecho de que haya tantos conflictos al mismo tiempo, es la duración de esos conflictos; la duración media es de 10 años», ha dicho.

Y ha añadido que «no estamos cerrando los conflictos antes de que empiecen los siguientes. Y el hecho de que esos conflictos sean tan feroces y el impacto sobre los civiles sea tan dramático. He mencionado Gaza, Sudán, Ucrania como ejemplos de ello, con este desprecio del derecho internacional y, en todos los casos, la obstrucción de nuestro trabajo.»

Acelerador de la crisis climática

Al tiempo que ha subrayado cuántas vidas se han visto destrozadas por los conflictos en todo el mundo -sobre todo en Sudán, donde el nuevo jefe de ayuda de la ONU pasó la semana pasada visitando y hablando con personas desarraigadas por la guerra-, Fletcher ha indicado lo grave que es la crisis climática para personas ya de por sí vulnerables.

«El temor que tengo es que estos dos grandes factores (guerras y cambio climático) que llevan a la necesidad se están combinando. Y eso es lo que hace que nuestro trabajo sea tan difícil. Y a menudo se combinan en zonas que ya han sufrido enormes niveles de pobreza y desigualdad».

Las últimas estimaciones indican que unos 123 millones de personas se han visto desplazadas a la fuerza por conflictos en todo el mundo. «Y entre ese grupo, las violaciones contra los niños también están en niveles récord y lo vi, por supuesto, en Sudán; uno de cada cinco niños vive ahora mismo en una zona de conflicto».

Desafiar los obstáculos a la ayuda

Entre sus prioridades, el máximo responsable de la ayuda de la ONU ha insistido en que garantizar el acceso a la ayuda sigue siendo una cuestión clave que intentará abordar. «He hablado todos los días con nuestros equipos sobre el terreno y se enfrentan a múltiples obstáculos para hacer llegar la ayuda humanitaria básica», ha señalado.

«Nuestro trabajo consiste en hacer pasar la ayuda humanitaria, puesto de control a puesto de control, frontera a frontera, es lo que yo hacía en Sudán (...) Discutir camión a camión por esa entrega humanitaria. Esa es nuestra misión»

La presentación de la Perspectiva Humanitaria Mundial 2025 explica que será una oportunidad para impulsar un mayor respeto y comprensión de las leyes de la guerra y el derecho internacional humanitario por parte de los combatientes, para proteger a los civiles y a los equipos de ayuda que han muerto en cifras récord este año.

«No se trata sólo de la ferocidad de estos conflictos -Gaza, Ucrania, Sudán, Siria-, sino de la negligencia deliberada del derecho internacional humanitario», afirmó Fletcher. Y sobre el hecho de que, como resultado, parece que hemos perdido el ancla de alguna manera».

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