La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, reina del yoísmo por antonomasia, ha mostrado "su orgullo" por la labor de la Guardia Civil tras detener a un hombre por su presunta vinculación con la muerte de un niño de 11 años en la localidad toledana de Mocejón. "Orgullosos del trabajo de la Guardia Civil, uno de los cuerpos más queridos y admirados por la inmensa mayoría de los españoles. Enhorabuena por la detención del asesino del niño Mateo. Todo nuestro cariño a su familia, amigos y vecinos", ha escrito en sus redes sociales. A la presidenta todo le vale, en lugar de preocuparse por la larga lista de problemas sin resolver en su propia comunidad autónoma, incluidos apuñalamientos a menores.
Y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le sucede tres cuartos de lo mismo. Ayer reconocía la "extraordinaria labor" de la Guardia Civil en la investigación y posterior detención del presunto autor del crimen del menor y traladaba su pésame a los familiares y amigos. "Quiero trasladar mi reconocimiento a la extraordinaria labor de investigación desarrollada por la @guardiacivil para identificar y detener al presunto autor del terrible crimen del menor de Mocejón. Todo mi cariño y afecto para la familia y amigos del pequeño. Es imposible imaginar tanto dolor y sufrimiento", ha afrimado en un mensaje en la red social X.
En cambio, ni la una, ni el otro, han salido a reconocer los problemas estructurales a los que se enfrentan, cada día, los profesionales que trabajan en el Instituto Armado. Sólo lo ha hecho la Asociación Justicia para la Guardia Civil (Jucil) que ha cuestionado la actuación del Cuerpo tras al asesinato del menor y que ilustra "las deficiencias en la capacidad de respuesta" al tiempo que ha pedido reflexionar sobre el modelo de seguridad en las zonas rurales.
¿Por qué no explican Ayuso y Sánchez que aunque se activaron dos patrullas, una desde Seseña, a 39 kilómetros de distancia, y otra desde una localidad cercana, junto con el apoyo del Seprona desde Illescas, situado a casi treinta minutos, el tiempo de respuesta fue de cuarenta minutos como ha criticado Jucil? Un intervalo de tiempo que a juicio de la asociación permitió la huida del asesino.
Toledo necesita 200 guardias civiles adicionales
Según Jucil, la Guardia Civil "no ofrece la seguridad adecuada a los habitantes de los pueblos en España" tras los sucesos ocurridos el pasado fin de semana en la provincia de Toledo. Por un lado, el asesinato del niño de 11 años en Mocejón. Y por otro, la menor de 17 en Otero, que perdieron la vida en circunstancias violentas.
La asociación pone el foco en el "déficit de efectivos" que, en su opinión, se extiende también por toda España y "deja a muchas comunidades rurales en una situación creciente de vulnerabilidad". En concreto, Jucil ha apuntado a que el último catálogo de puestos de trabajo "revela un déficit significativo de efectivos" en la provincia de Toledo donde, según ha detallado, "se necesitarían al menos 200 guardias civiles adicionales para cubrir adecuadamente las necesidades de seguridad de esta provincia". Está claro que esta carencia no la va a resolver la presidenta de una comunidad autónoma, pero sí es responsabilidad del presidente del Gobierno de España. Quizás haya llegado el momento de remangarse, dejar las redes sociales a un lado y ponerse a trabajar para no tener que lamentar los dos sucesos que han sacudido a la provincia de Toledo en un solo fin de semana.