Los árboles del Celta: cientos de ejemplares lucen cruces rojas amenazados por el proyecto GS360

La ultima acción vecinal en defensa de los árboles y contra la construcción del complejo comercial y deportivo GS 360. que la sociedad deportiva RC Celta lleva a cabo en la sierra comunal de Mos

20 de Diciembre de 2024
Actualizado a las 16:03h
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Los árboles que señalan el punto donde el Celta construye su complejo. | Foto: Ecologistas en Acción
Los árboles que señalan el punto donde el Celta construye su complejo. | Foto: Ecologistas en Acción

En el campo gallego, cientos de miles de familias tienen agua en sus hogares gracias a las comunidades vecinas. Estas comunidades proporcionan un suministro sostenible de agua de alta calidad de los manantiales que se recargan con la lluvia que se acumula en las montañas. Pero en Mos, el agua traída por los vecinos se ve amenazada por la construcción del complejo comercial y deportivo GS 360. que la sociedad deportiva RC Celta pretende llevar a cabo en la sierra comunal de Mos.

Con la señalización de cientos de árboles con una cruz roja, la Comunidad de Montes de Tameiga, las comunidades hídricas afectadas, más Ecologistas en Acción quieren advertir que la deforestación y urbanización de 500.000 metros cuadrados de terreno forestal especialmente protegido "conducirá inevitablemente a la contaminación y a los manantiales secos que abastecen de agua a miles de hogares". Señalan también que "el asfaltado del monte reduce drásticamente la recarga de los manantiales por el agua de lluvia y poco de lo que llegará arrastrará partículas o líquidos contaminantes de las zonas urbanizadas".

Una contaminación que denuncian es una realidad cuando la actual superficie de la ciudad deportiva ya construida "es sólo una pequeña parte del complejo comercial y deportivo GS360". Recuerdan que las actuales instalaciones de la ciudad deportiva tienen un expediente abierto de la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil por vertidos ilegales.

También señalan que la deforestación que supone este proyecto provocará un gran vacío en el cinturón verde que proporciona oxígeno a la comarca de Vigo. Por un lado, se reducirá la captura de CO2 por la poda masiva de miles de árboles, y por otro, se incrementarán las emisiones de gases de efecto invernadero al ubicar algunas instalaciones en una montaña alejada del núcleo urbano y provocar el desplazamiento en coche de quienes quieran acceder al complejo, ya que carece de servicio de transporte colectivo.

"La afluencia de 10.000 vehículos diarios anunciada en el proyecto multiplicará el tráfico en la red de carreteras secundarias de la zona. Toda esta zona rural se verá afectada, imposibilitando que el barrio desarrolle su vida normal y reduciendo su calidad de vida", denuncia la portavoz del abastecimiento de agua de Casal-Tameiga.

Señalan que los propietarios del Celta "no tienen credibilidad cuando hablan de un proyecto social y sostenible, ya que en la pequeña parte que han construido destruyeron, para llevarlo a cabo, un yacimiento de la Edad del Bronce".

“La tradición gallega de gestión comunitaria de la montaña y del agua es en sí misma una figura de protección medioambiental. Por eso es tan importante preservarlo, y por eso es tan atacado por quienes quieren convertir todo nuestro país en una zona de matadero”, subraya, por último, Elena Álvarez, ingeniera forestal y portavoz de Ecologistas en Acción.

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