La solución a la actual crisis del gas debe enfocarse en la transición a un modelo energético resiliente, según sostiene la organización, después de que la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, y la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, declararan en sendas entrevistas para televisión, la idea de relanzar la construcción del MidCat, un gasoducto que comunicaría la península ibérica con Francia y el centro de Europa.
Todo comenzó cuando el canciller alemán Olaf Schlof lamentaba, hace días, la no existencia del gasoducto que uniría Portugal, España y Francia con el centro de Europa como respuesta a la actual crisis energética que está sufriendo Alemania en su intento de salir de su dependencia del gas ruso. El órdago no tardó en recibir el beneplácito del Ejecutivo español, incluso Ribera y Maroto apuntaron una reducción de los plazos, de ocho a nueve meses, en los que podría estar lista la parte sur del gasoducto, plazos que Ecologistas en Acción explica que o bien son «irreales» o «incurrirán en un incremento sustancial de los costes». Y es que Francia no se ha pronunciado sobre esta infraestructura que ya rechazó en el 2019.
El rechazo es notorio hacia el hecho de que una respuesta “solidaria” tenga que ser resucitar un gasoducto e invertir miles de millones en infraestructura fósil en lugar de apostar por una urgente transición energética hacia un modelo renovable y democrático. La organización señala que la mayoría de esfuerzos deberían reconducirse primero a la reducción de la demanda —garantizando el acceso a la energía de la población más vulnerable— y a la resiliencia energética. Dicho proceso debe hacerse pensando en las personas, sobre todo aquellas en estado de vulnerabilidad, y no en los beneficios de grandes compañías del oligopolio energético, ni en el de los países enriquecidos a costa de fomentar la crisis climática.
Las medidas que Alemania impone en su beneficio
Explica Marina Gros, coordinadora de la campaña «La verdad del gas» de Ecologistas en Acción, que “Alemania es de los países con más emisiones per cápita a nivel global y europeo y el sexto país que más ha contribuido históricamente al cambio climático. Por ello, tiene que afrontar su particular crisis energética realizando grandes cambios en su modelo de producción y consumo, hasta alcanzar la descarbonización, y dejar de imponer medidas al resto de países europeos en su propio beneficio. Lo contrario sería ir en contra de la justicia climática”. También recuerda la lamentable presión del Gobierno alemán para incorporar el gas dentro de la taxonomía verde de la UE.
En cuanto a la financiación, Ecologistas en Acción se pregunta quién va a costear finalmente dicha infraestructura, debido a que el Estado español ya consta de un sobredimensionado sistema gasista que la ciudadanía lleva años pagando. «La inversión que se quiere destinar para estos proyectos fósiles y el sobreprecio actual de la energía fósil es una hipoteca que pesa como una losa sobre nuestro futuro», añade Gros.
Una reivindicación histórica
Desde 2011, Ecologistas en Acción viene apoyando a las organizaciones territoriales en protesta a los dos lados de los Pirineos. En 2018, presentó el informe «Los mitos del MidCat», junto a otros colectivos europeos, donde señalaba que «este proyecto ofrece serias dudas económicas, medioambientales y climáticas». Ahora, con la guerra en Ucrania, se ha puesto de manifiesto que las decisiones tomadas en materia energética en la última década por Alemania y la UE, dicen, «se alejan de los objetivos que exige la ciencia para mitigar el cambio climático y compromete el futuro de las poblaciones que ya están sufriendo de manera muy grave las consecuencias de esta emergencia». Con el objetivo de evitar los mismos errores del pasado, Ecologistas en Acción y la Red Gas No Es Solución ya se pronunciaron en mayo de 2022 en contra de desarrollar nuevas infraestructuras gasistas incluidas en el paquete RePowerEU.
Llamamiento a Ribera y Maroto
Por estos motivos, consideran «inaceptables» las declaraciones de las ministras y les insta a no plegarse a los intereses del Gobierno alemán y de la industria de los combustibles fósiles. También le recuerda a la Ministra Ribera la carta abierta firmada por más de 35 organizaciones de la sociedad civil, que le fue entregada el pasado 6 de mayo de 2022, en la que se plantea la necesidad de “implementar soluciones coherentes que aceleren la acción climática, y que no pongan en peligro el camino ya recorrido, evitando por todos los medios la expansión de las infraestructuras de combustibles fósiles, la energía nuclear y otras falsas soluciones que se están planteando estos días.”
Marina Gros concluye afirmando que «si la UE quiere cumplir con el objetivo climático del Acuerdo de París, debe dejar atrás el uso del gas fósil antes de 2035. Una apuesta energética que pasa por construir grandes infraestructuras de gas —incluyendo las interconexiones como MidCat— diseñadas para permanecer activas en torno a 50 años, es incompatible con un escenario climático habitable. Salir de la dependencia del gas —y de los combustibles fósiles en general— es la única apuesta de sentido a largo plazo, para apostar por la seguridad energética”.