Se cumplen 5 años del colapso del vertedero de Zaldibar. Como consecuencia de este desastre, fallecieron dos trabajadores, Joaquín y Alberto, y se produjo el mayor desastre medioambiental ocurrido jamás en el País Vasco. Según la organización ecologista Ekologistak Martxan, “es necesario seguir hablando de residuos y de su gestión”.
Mientras tanto, la investigación de los hechos continúa en el Juzgado de Instrucción Número 1 de Durango. Los directivos de Verter Recycling ya fueron juzgados y condenados en su día por un delito contra la seguridad laboral y dos cargos de homicidio por negligencia grave, pero aún no se ha determinado la responsabilidad penal por el delito contra el medio ambiente.
La ampliación de la instrucción preocupa a la organización, ya que parece ser "permanente". Hasta cierto punto admiten que es comprensible, dada la complejidad de este tipo de delitos y el número de personas investigadas y procesadas, y a ello hay que añadir la importante lentitud de la justicia para determinados delitos. Sin embargo, según la organización ecologista, el proceso debe acelerarse. "En nuestra opinión, existen suficientes indicios y pruebas para procesar a los responsables del desastre. No sólo los administradores del vertedero, sino también los de la administración y otras firmas consultoras encargadas de controlar el vertedero, quienes contribuyeron a crear una situación de irregularidades y falta de control, que derivó en un desastre ambiental y humano", afirma.
Críticas al macroproyecto del vertedero de Artxanda en Bilbao
"Creemos que no se han aprendido las lecciones del desastre del vertedero de Zaldibar", dice, al tiempo que recuerda que, en la actualidad, "se están siguiendo las mismas políticas de crecimiento para generar residuos y ampliar y construir nuevos vertederos para hacer frente a este crecimiento. El macroproyecto del vertedero de Artxanda en Bilbao, actualmente en fase de ejecución y que pretende justificarse por la necesidad de recuperar un vertedero antiguo, contaminante y abandonado, es el mejor ejemplo de esta política".
Desde Ekologistak Martxan,aseguran que el vertedero de Artxanda "y otros en explotación" están previstos "para acoger residuos peligrosos (por ejemplo, fibrocemento o amianto), y su gestión deberá realizarse por separado". Recuerdan que "la falta de control" y el "tratamiento inadecuado" de estos residuos en el vertedero de Zaldibar “pusieron al descubierto el amianto, y su toxicidad se extendió al medio ambiente y a los vecinos cercanos, poniendo de manifiesto la peligrosidad de estas políticas”.
Plantean, asimismo, que algunos vertidos pueden ser necesarios en la transición hacia el objetivo de vertido cero, pero exigen que estos vertederos “sean públicos, con un control estricto, tramitados de forma transparente y democrática, y con plazos establecidos de clausura, descontaminación y sellado”. Los ecologistas consideran que esta gestión pública es esencial para garantizar la salud y la seguridad de los ciudadanos y respetar el medio ambiente. "No podemos dejar la gestión de residuos en manos privadas y priorizar criterios de negocio y de máximo beneficio". concluyen.