Numerosas ciudades de todo el planeta se han sumado a la campaña internacional «StopOctopusFarm» de PACMA contra la instalación de la primera granja de cría intensiva de pulpos en Las Palmas de Gran Canaria que producirá 3.000 toneladas al año, según explican desde el partido animalista.
«Llevamos meses luchando contra la apertura de la primera granja de pulpos del mundo, una auténtica aberración y un despropósito científico, ético y ecológico. Nueva Pescanova pretende convertir a Las Palmas de Gran Canaria en la vanguardia del maltrato y la explotación animal con esta instalación»
El pasado 5 de febrero, PACMA organizó una concentración ante las puertas del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria para exigir «la paralización inmediata del proyecto, que todavía está pendiente del estudio que certifique si cumple los requisitos de impacto ambiental», señalan.
Ahora varias ciudades españolas y del resto del mundo se han sumado a la acción global «StopOctopusFarm». A Coruña, Alcalá de Henares, Barcelona, Córdoba, Bilbao, San Sebastián, Granada, Gudalajara, Las Palmas de Gran Canaria, Madrid, Murcia, Oviedo, San Lorenzo del Escorial, Sevilla y Tarragona. Y fuera de nuestro país, Atenas, Bélgica, Cali, Catania, Chile, Ciudad de México, Edimburgo, Guayaquil, Londres, Nápoles, Newcastle-Under-Lyme, Portugal, Quito, Sydney, Terni y Zagreb.
Animales inteligentes, complejos y fascinantes
Los pulpos son seres sintientes que sienten alegría y emoción, pero también dolor y miedo. Son extremadamente inteligentes y se sabe que usan conchas marinas para protegerse, roban comida de las trampas colocadas por los pescadores o escapan de los acuarios. Se comunican entre sí a través de complejos cambios de color y destellos. Por esta razón, «mantenerlos en granjas conducirá a una agresión antinatural, canibalismo, lesiones y muerte mientras luchan y luchan por escapar», alertan.
Sin legislación española
Actualmente, no existe una legislación en España que proteja el bienestar de los pulpos, «dejándolos vulnerables a los especuladores sin escrúpulos que podrían mantenerlos en cualquier condición e infligir un dolor y un sufrimiento indescriptibles sin respuesta alguna».
Argumentan que «los científicos han concluido que los pulpos son seres sintientes y que es imposible criarlos de una manera que no comprometa su bienestar. Confinar a estos fascinantes individuos, o cualquier animal, en un tanque estéril es cruel».
Desastre ambiental
Por otro lado, PACMA pone el foco en que la cría de pulpos es tan insostenible como inhumana, «y supondría aún más presión sobre el océano, por los recursos de la vida marina salvaje que tendrían que ser capturados para alimentarla, agotando aún más las poblaciones de peces y alterando el ecosistema».
Ante el fuerte rechazo que las instalaciones provocan, los animalistas han instado al ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de Canarias a frenar este tipo de proyectos.