La Comunidad de Madrid pretende talar más de 800 árboles sanos por las obras de la Línea 11 de Metro

28 de Noviembre de 2022
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Las obras de prolongación de la Línea 11 de Metro de Madrid, el faraónico proyecto que prevé unir las estaciones de Plaza Elíptica y Conde de Casal mediante una infraestructura de 7 km y una inversión de 500 millones de euros se pondrán en marcha dos nuevas estaciones, Comillas y Madrid Río.

De los 1.218 árboles que se encuentran en la zona afectada por las obras el proyecto tiene previsto talar 855 y trasplantar 302, por lo que sólo 61 árboles, un 5 % del total, serán preservados. Se trata de ejemplares adultos de hasta 35 especies distintas que incluyen pino piñonero (Pinus pinea), plátano de sombra (Platanus hispanica), almez (Celtis australis) y morera (Morus alba). Para cada árbol, se ha elaborado una ficha con el fin de evaluar el estado de salud del ejemplar. Ecologistas en Acción ha revisado cada una de las fichas incluidas, concluyendo que la inmensa mayoría de los árboles se encuentran perfectamente sanos, catalogados por el propio inventario como en buen estado, y unos pocos regular sin enfermedades.

La tala de estos ejemplares contradice el propio documento donde se afirma que “únicamente se ha considerado la realización de la tala y apeo en aquellos casos en que el árbol presentaba algún tipo de herida o malformación, así como plagas o enfermedades, (..) ejemplares cuyo estado fitosanitario haya sido definido como regular, malo o muerto (ejemplar sin vida apreciable) o la inclinación del tronco sea superior a 45º”. Esta última afirmación tampoco justifica las talas, ya que la mayoría presenta una inclinación entre 45º y 90º, habitualmente erguidos.

Ecologistas en Acción recuerda que, de acuerdo con la Ley 8/2005, de 26 de diciembre, de protección y fomento del arbolado urbano de la Comunidad de Madrid en su Artículo 2: “Queda prohibida la tala de todos los árboles protegidos por esta Ley. Cuando este arbolado se vea necesariamente afectado (…) por la construcción de infraestructuras (…) se procederá a su trasplante.”

Para encontrar una justificación del cumplimiento de la ley, hay que acudir a otro documento, la Identificación y valoración de impactos, donde se enuncia que “considerando la dificultad técnica, el coste económico y las garantías de supervivencia que puede mostrar un ejemplar arbóreo adulto frente al trasplante, se ha estimado como valor umbral para decidir el trasplante de árboles sanos, un perímetro del tronco igual o inferior a 50 cm”. La organización ecologistas considera que «el trasplante de estos ejemplares pone en serio peligro su supervivencia», pero defiende que, debido a ello, el trasplante, o en su defecto la tala, «sólo debería ser considerada una opción cuando sea absolutamente necesario. Y no es el caso».

Destrucción del Parque de Comillas

El Parque de Comillas se encuentra en la calle Antonio Leyva, entre la Plaza Elíptica y la Glorieta Marqués de Vadillo. La nueva estación proyectada en el parque ocupa tan sólo una porción del mismo, y, sin embargo se ha considerado el alcance de afección al arbolado para la práctica totalidad del parque. Esto implica que tan sólo 11 árboles son preservados, de acuerdo a los planos del proyecto. La razón detrás de este hecho podría encontrarse en una rampa de acceso de camiones y la ocupación de los terrenos por las instalaciones de la tuneladora, que accederá al subsuelo desde este punto.

A Ecologistas en Acción le sorprende que no se hayan estudiado alternativas para la localización de estas instalaciones que no impliquen la absoluta destrucción de un patrimonio natural de alto valor ambiental que además restringe el uso de una dotación pública fundamental para el barrio durante el largo periodo de ejecución de las obras. Además, el propio documento afirma que esto se hará “manteniendo un total de 10.000 m2 de zona verde para el uso público durante las obras”. Es incomprensible, por tanto, «la necesidad de proceder a la talas previstas».

Múltiples parques afectados

El alcance de las talas no se limita al Parque de Comillas. Además de múltiples talas en la vía pública vinculadas a los puntos de conexión para salidas de emergencia, se ven seriamente afectados otros parques como el Parque de Darwin en el distrito de Moratalaz, los Jardines Jimena Quirós en el distrito de Retiro o la plaza situada junto al Paseo de Santa María de la Cabeza entre las calles Baleares e Inmaculada Concepción. Especialmente alarmantes son las talas en el Parque de Arganzuela previstas como consecuencia de la construcción de la nueva estación Madrid Río que, al igual que en el Parque de Comillas, van más allá del entorno cercano a las obras de la estación. Ecologistas en Acción exige que se estudien medidas para paliar el impacto de estas obras en el arbolado urbano, ya que la localización de acopios y maquinaria de obra no es excusa para la aniquilación de toda la infraestructura verde de estos ámbitos.

La responsabilidad de la Consejería de Transportes e Infraestructuras

También advierte de que la correcta protección del arbolado que no sea talado «es una responsabilidad que no se debe eludir, a pesar de que es tónica habitual en Madrid ver cómo se incumple sistemáticamente la normativa oficial, resultando en visibles daños en el arbolado existente y condenando muchas veces a la muerte del ejemplar. Este atentado medioambiental se suma a una ola reciente de disparates relacionados con la gestión de las obras públicas de Madrid que están atacando el arbolado y el verde urbano y a las que nos tiene acostumbrado la administración pública».

La organización ha exigido que, antes de que sea demasiado tarde, la Consejería de Transportes e Infraestructuras de la Comunidad de Madrid «corrija las previsiones del proyecto de obras y ordene a la empresa adjudicataria de la ejecución de las obras, la UTE ACCIONA-DRAGADOS-ROVER INFRA.S.A., que planifique las acciones pertinentes para garantizar la supervivencia del mayor número posible de árboles».

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