Greenpeace ha enviado, dentro del plazo establecido por la Consejería de Vivienda, Territorio y Movilidad de la Comunidad Autónoma de las Islas Baleares para el proceso de información pública, sendas alegaciones al proyecto de macrogranja de gallinas ponedoras y recría Son Vanrell, promovida por Avícola Son Perot, en el término municipal de Sineu (Malllorca).
Este proyecto, de dimensiones faraónicas, a juicio de la organización, tiene como objetivo poner en marcha una macrogranja para unas 750.000 gallinas ponedoras, que producirían unos 156 millones de huevos al año. Según el proyecto, las gallinas estarían distribuidas en 10 naves industriales. Se construirian, además, otras instalaciones de apoyo así como los estercoleros y fosas para almacenar las ingentes cantidades de estiércol que se generarían por semejante número de animales. Se harían también obras para poder garantizar el tráfico continuo de camiones necesario para el funcionamiento de esta explotación industrial que, "en ningún momento, está contemplada en el proyecto como un impacto para la población". De acuerdo al proyecto, y con cálculos realizados por Greenpeace, el consumo directo de agua de la macrogranja, sin contar el agua necesaria para producir el alimento de las gallinas, sería de más de 61.000 m3/año, una tercera parte del consumo estimado para el municipio de Sineu.
Como denuncia la organización ecologista, el proyecto carece de cálculos específicos para mostrar los colosales impactos que tendría sobre el medio ambiente. "Si comparamos con otras explotaciones avícolas industriales en funcionamiento, sólo en lo que respecta a las emisiones de amoníaco, un gas tóxico con nefastos efectos sobre el medio ambiente y la salud de las personas, esta explotación industrial se convertíria en la macrogranja de aves de corral más contaminante del país". España llevaba años incumpliendo el techo de emisiones de amoniaco atribuído por la Comisión Europea y sólo pasó a cumplirlo después de una negociación que llevó al incremento del umbral en un 30%, medida en vigor desde 2023.
Impacto en el agua
Otro de los aspectos a destacar es el impacto negativo que este proyecto tendría sobre las masas de agua en lo que concierne a la contaminación por nitratos, un problema muy grave en toda España y especialmente en las Islas Baleares. El municipio de Sineu, el más cercano a la explotación, lleva ya más de una década sin poder consumir su agua debido a la contaminación por nitratos y este proyecto vendría a agravar la situación e hipotecar cualquier posibilidad de recuperación del acuífero. Cabe recordar que el Tribunal de Justicia de la UE condenó el pasado marzo a España por el incumplimiento de la Directiva de Nitratos y que las Islas Baleares están referidas en la sentencia por no haber declarado zonas vulnerables a nitratos en áreas afectadas por esta contaminación.
Llamamiento al Gobierno de las Islas Baleares
“En una situación de emergencia climática, de crisis del agua y de una creciente preocupación por el bienestar animal, es inconcebible que se sigan presentando proyectos de macrogranjas como éste”, ha declarado Luís Ferreirim, responsable de agricultura y ganadería de Greenpeace España. “Este proyecto es una auténtica barbaridad y desde Greenpeace pedimos que el Gobierno de las Islas Baleares lo rechace por completo”.