El cambio climático está provocando un desorden total en la naturaleza. Ayer supimos que el mes de enero fue el más cálido de la historia y así será a partir de ahora: cada invierno será más cálido. Los hábitats marinos están seriamente amenazados y las diferentes especies buscan el mejor lugar para adaptarse a las nuevas temperaturas. La ONG Condrik Tenerife, especializada en la investigación y conservación de tiburones y rayas en Canarias, ha hecho público un vídeo de un inusual avistamiento de diablo negro o rape abisal adulto a plena luz del día, casi en superficie y a dos kilómetros de la costa tinerfeña, un hecho extremadamente raro para esta especie, informa Efe.
El avistamiento se produjo el pasado 26 de enero cerca de la costa de playa San Juan, en el municipio tinerfeño de Guía de Isora y, hasta la fecha, según la bióloga marina Laia Valor, solo se habrían avistado tan cerca de superficie larvas o ejemplares adultos muertos.
“Lo vimos cuando ya volvíamos a puerto. Pasamos a su lado y vi algo negro que no parecía plástico ni nada, me pareció extraño. Tras verlo, pasamos un par de horas con él. Estaba dañado y no en buen estado, solo duró vivo unas horas”, detalla Valor, que ha apuntado que los motivos por los que el ejemplar estaba tan cerca de la superficie pueden ser “miles”.
Las lluvias y ciclones cada vez más fuertes, ocasionados por el cambio climático, aumentan la presencia del pez diablo en ríos y mares, lo que pone en peligro a los demás peces. El diablo es una especie invasora. Vive en profundidades de hasta 4.000 metros. Tiene una gran boca que puede tragar ejemplares de más del doble de su propia longitud con gran velocidad. Es una forma de aprovechar la falta de comida en estas zonas.
“No tenemos nada claro, pero no es normal. Es un avistamiento muy puntual y esporádico. No podemos decir que no pasa nunca, aunque si pasase a mayor escala estos avistamientos ocurrirían más veces, pero sí podemos decir que podría ser la primera vez que se le graba así”, añade.
Tras comprobar que el pez había muerto, explica la bióloga, lo cogieron como si fuese una muestra en una balsa con agua y lo trasladaron al Museo de la Naturaleza y Arqueología (Muna) de Santa Cruz de Tenerife.
“Podría tratarse del primer avistamiento registrado en el mundo de un diablo negro o rape abisal adulto, Melanocetus johnsonii, vivo, a plena luz del día y en superficie. Un pez legendario que pocas personas habrán tenido el privilegio de observar con vida”, exponía la ONG Condrik Tenerife en una publicación de Instagram. La expedición de esta entidad se encontraba haciendo una campaña de investigación de tiburones pelágicos cuando se cruzaron con el rape abisal.
“Se trata de un verdadero depredador de las profundidades que habita en el fondo marino entre los 200 y los 2.000 metros de profundidad y que utiliza su apéndice dorsal repleto de bacterias simbióticas bioluminiscentes a modo de cebo para atraer a sus presas, de la misma forma que en la popular película Buscando a Nemo”, añaden.
Respecto a los motivos que puedan haber llevado al animal a nadar en aguas tan superficiales, la ONG apunta que es “incierto” y que podría deberse o bien a alguna enfermedad, a corrientes ascendentes o quizá a la huida de un depredador. También podría tratarse de las nefastas consecuencias del cambio climático.
En libertad puede alcanzar los 70 centímetros, pero en acuario no suele pasar de los 30, llegando a vivir 15 años. Es omnívoro y nocturno, permanece quieto u oculto durante el día. Relativamente tranquilo, aunque territorial con otros peces de fondo, por la noche sale de su escondite para comer.