La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, ha anunciado durante el Debate sobre el Estado de la Unión las iniciativas emblemáticas que la Comisión planea emprender el próximo año. Muchas de ellas en respuesta a las recomendaciones que los ciudadanos hicieron a través de la Conferencia sobre el Futuro de Europa.
En relación a la crisis energética, ha afirmado que "los Estados miembros de la UE han invertido ya miles de millones de euros en asistencia a los hogares vulnerables. Pero sabemos que no será suficiente. Por ello, proponemos limitar los ingresos de las empresas que producen electricidad a bajo costo. Estas empresas están obteniendo unos ingresos con los que no contaban, con los que ni siquiera soñaban. En nuestra economía social de mercado, los beneficios son positivos. Pero en los tiempos en los que vivimos no puede ser que algunos obtengan unos beneficios extraordinarios y sin precedentes gracias a la guerra y a costa de los consumidores".
En estos momentos, ha señalado, "los beneficios deben compartirse y canalizarse hacia quienes más los necesitan. Nuestra propuesta recaudará más de 140 000 millones de euros que permitirán a los Estados miembros amortiguar el golpe de manera directa. Y debido a que estamos inmersos en una crisis de combustibles fósiles, la industria de los combustibles fósiles también tiene una obligación especial. Las grandes empresas de petróleo, gas y carbón también están obteniendo enormes beneficios. Y por eso tienen que pagar una parte equitativa: tienen que aportar una contribución contra la crisis".
Banco Europeo del Hidrógeno
La presidenta ha adelantado la creación de un Banco Europeo del Hidrógeno que movilizará 3.000 millones de euros de inversión y "ayudará a garantizar la compra de hidrógeno, principalmente utilizando recursos del Fondo de Innovación", ha explicado.
Reducción de los precios del gas
Se trata de medidas de emergencia y temporales en las que ha asegurado que trabaja la Comisión Europea, incluido el debate sobre la limitación de precios. También ha manifestado la necesidad de seguir trabajando para reducir los precios del gas y garantizar la seguridad del suministro y, a la vez, la competitividad europea a escala mundial.
"Para ello, desarrollaremos con los Estados miembros un conjunto de medidas que tendrán en cuenta la naturaleza específica de nuestra relación con los proveedores , desde los menos fiables, como Rusia, hasta los amigos en los que se puede confiar, como Noruega".
Aunque el mercado del gas ha cambiado radicalmente, Europa ha pasado de depender principalmente del gas de gasoducto a recurrir a cantidades cada vez mayores de Gas Natural Licuado (GNL). "Sin embargo, el índice de referencia utilizado en el mercado del gas —el Servicio de Transferencia de Títulos (TTF, por sus siglas en inglés)— no se ha adaptado", ha puntualizado. Por ello, la Comisión trabajará para establecer un índice de referencia más representativo.
Respecto al hecho de que las empresas energéticas se enfrenten a graves problemas de liquidez en los mercados de futuros de electricidad, lo que pone en peligro el funcionamiento del sistema energético europeo, ha comentado que "trabajaremos con los reguladores del mercado para aliviar estos problemas modificando las normas sobre las garantías y adoptando medidas para limitar la volatilidad intradiaria de los precios".
En este sentido, ha avanzado que, en octubre, se modificará el Marco Temporal relativo a las medidas de ayuda estatal a fin de permitir que se concedan garantías preservando unas condiciones de competencia equitativas.
Todo ello constituye un primer paso. Pero, al tiempo que nos enfrentamos a esta crisis inmediata, también debemos mirar hacia el futuro.
La configuración actual del mercado de la electricidad, basada en el orden de mérito, ha dejado de ser justa para los consumidores. Por lo tanto, tenemos que desligar la influencia dominante del gas sobre el precio de la electricidad. Para ello, llevaremos a cabo una reforma profunda e integral del mercado de la electricidad.