La Cumbre de Naciones Unidas para la Financiación para el Desarrollo, que se celebrará en Sevilla del 30 de junio al 3 de julio contempla con un borrador de declaración final que las organizaciones de la sociedad civil consideran insuficiente para abordar la brecha de financiación global.
Ecologistas en Acción y otras entidades han criticado el Compromiso de Sevilla por no garantizar los 4 billones de dólares anuales necesarios para el desarrollo, mientras anuncian manifestaciones para el domingo en protesta por lo que califican como un sistema que perpetúa el neocolonialismo. En ese sentido, Carmen Duce, coordinadora de la organización ecologista, manifiesta: “La salida unilateral de Estados Unidos de este acuerdo muestra la lógica neocolonial y la falta absoluta de respeto de la administración estadounidense por el orden y la legalidad internacional. La Unión Europea no puede pretender llevar un papel de liderazgo en materia de derechos humanos mientras se esconde detrás de Trump”.
El borrador de declaración final que se ha dado a conocer ha sido criticado por las organizaciones mundiales por suponer “un paso atrás en la vinculatoriedad y demandas de anteriores textos”. Aunque se recoge la continuidad del marco de cooperación para el cumplimiento de los objetivos y se reconoce que serían necesarios al menos 4 billones de dólares anuales, la realidad es que muchos países no han llegado a cumplir con el objetivo de aportar el 0,7% en AOD (Ayuda Oficial al Desarrollo). Esto está generando, de acuerdo con varias fuentes, “una enorme brecha de financiación, pero sobre todo, incrementando la desconfianza entre un sur global que demanda reparaciones históricas y un norte global que es incapaz de cumplir con los compromisos”.
Esta falta de financiación es resultado de la baja ambición política “que no se da en materia de gastos militares, donde sí parece posible aportar el 5% del PIB en gastos militares para la OTAN”, denuncia Jesús Lara, coordinador del Área de Antiglobalización, Paz y Solidaridad de Ecologistas en Acción. Lara añade: “En estos momentos críticos para la paz y el medio ambiente, el derroche del gasto militar pone en evidencia que no les importa el gasto social, sea para escuelas, hospitales o viviendas. Ese rearme nos pone en peligro, solo sirve para que Europa haga las guerras que quiere EE UU, para que ese dinero sirva para comprar armas, potenciando así a los verdaderos vencedores de este rearme: la industria armamentística. Además, pone en peligro a las poblaciones cercanas a las distintas bases estadounidenses que se encuentran en territorio andaluz”.
Sara Acuña, coordinadora de Ecologistas en Acción, ha manifestado: “Mientras denunciamos el genocidio y la escalada belicista, denunciamos también la complicidad de los gobiernos de la UE que siguen usando los recursos necesarios para financiar la vida y la justicia para financiar a la industria de la muerte”.
Ecologistas en Acción muestra su rechazo al incremento de la financiarización y mercantilización de estos instrumentos de solidaridad internacional. Marina Gros Breto, coordinadora del Área de Clima y Energía, ha declarado: “Resulta decepcionante la incapacidad de los países de avanzar en una financiación pública, adicional y suficiente, poniendo en marcha mecanismos impositivos que apliquen principios como el de ‘quien contamina paga y repara’, o persiguiendo de forma efectiva a los paraísos fiscales y la evasión de impuestos”. Por su parte, Javier Andaluz, coordinador de Clima y Energía, añade: “Estamos viendo nuevamente que los países, en lugar de alcanzar acuerdos vinculantes, intentan tirar balones fuera hacia otras instituciones. Una irresponsabilidad que se está viendo agravada por las actitudes criminales de la ultraderecha, que están paralizando los avances en la erradicación de la pobreza y en la protección del futuro”.
Uno de los temas más relevantes que debería abordar esta cumbre son los mecanismos de deuda y la reforma del sistema financiero internacional. El acuerdo presentado mantiene un sistema a la medida del G20, el FMI y el Banco Mundial, basado en préstamos y principios voluntarios, insuficiente y desregulado. Así, los financiadores, también privados, “no tienen límites respecto a las condiciones que vinculan a los préstamos, poniendo en peligro derechos y prioridades esenciales para la vida, como la educación, la sanidad o la preservación de los ecosistemas”, afirma Rodrigo Blanca Quesada, asistente a esta cumbre. “Las deudas históricas”, prosigue Quesada, “ilegítimas u odiosas que pesan sobre los países del Sur global siguen sin ser reconocidas. Al tiempo que continúa siendo mayor la riqueza que se transfiere desde los países empobrecidos hacia los opulentos –en servicio de deuda y en materias primas– que lo que reciben en ayuda al desarrollo o en inversión directa. El actual modelo es una trampa de deuda y extractivismo, una forma más de colonialismo”.
Ante esta “incapacidad de la comunidad internacional de alcanzar los compromisos que son necesarios”, las organizaciones de la sociedad civil se manifestarán el próximo domingo en la ciudad de Sevilla. Sus demandas se oirán también en los espacios de las negociaciones. Para Sofía Fernández, representante de Ecolojóvenes, la FF4D, “es inadmisible ver cómo el sistema financiero permite que las grandes corporaciones se sigan beneficiando de forma ilegítima a costa de las personas y, en particular, de las que se hallan en el Sur global. Salimos a la calle para dejarles bien claro que el llamado ‘Compromiso de Sevilla’ es del todo insuficiente y no representa las demandas de la sociedad civil”.