“Rindo homenaje a las mujeres que rompen el estereotipo”

La escritora L.J. Abad nos ubica en tiempos pandémicos en Nuevos principios, su primera novela, y narra la historia de una mujer y sus cambios en medio de un encierro colectivo

Eduardo Maestre
01 de Octubre de 2024
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L. J. ABAD

L. J. Abad (Barcelona, 1989) es la nueva voz de la ficción social española. El viaje y la literatura son sus grandes pasiones. Cuenta con varias historias con tintes de literatura romántica y suspense. Debuta en el mundo editorial con su primera novela, “Nuevos principios”, una obra que en clave de thriller nos ubica en tiempos pandémicos para contarnos la historia de una mujer y sus cambios en medio de un encierro colectivo.

Quien se haya preguntado qué tanto nos transformó la pandemia, se verá reflejado en la intimidad de Marina, un personaje que quedará en la memoria y en la sensibilidad del lector. “Nuevos principios” es ante todo una novela trepidante surgida de la ficción de una autora que llegó para decir mucho.

¿Quién es Marina?

Protagonista que narra en primera persona la historia de “Nuevos Principios”. Treintañera, prometida y con un trabajo estable, Marina decide romper con todo porque no está satisfecha con su vida actual. Desafiando a su madre y a falta de un plan concreto le propone a su abuela Coco, quien se encuentra en una fase terminal de su vida, irse a vivir juntas hasta que ella consiga tener claridad sobre qué quiere hacer. La pandemia las deja encerradas en casa limitándose a su propia compañía y a las de sus vecinas –María Rosa y Luz, de origen venezolano–, con las que forjarán una gran amistad y a las que ayudarán a salir de una compleja y turbia situación en la que se encuentran envueltas. Durante este tiempo Marina encontrará el amor con Fran pero las circunstancias serán del todo adversas. A través de sus ojos reviviremos los momentos de encierro y pandemia, conoceremos a los peculiares vecinos que forman parte de esa comunidad y nos enfrentaremos a algunos de los horrores que dejó el confinamiento. Entre silencios y verdades a medias, Marina finalmente descubrirá el secreto que guarda su abuela y transitará un camino de duda, perdón y redención.

¿Y quién es L. J. Abad?

Autora novel tras una vida como lectora empedernida. Compagino mi trabajo en el ámbito digital y financiero con la escritura cuando mis obligaciones familiares me lo permiten. Leyendo vivo mil vidas, el mayor regalo que puedo soñar. Y escribiendo creo nuevas vidas para que otros las vivan. Escribo para que mis lectores disfruten, se enganchen a mis novelas y sus personajes se queden durante mucho tiempo con ellos. Mi sueño particular es el de llegar a miles de lectores alrededor del mundo y que mis novelas descansen en estanterías, mesitas de noche y libros digitales a la espera de un lector famélico que anhela devorarlas lo haga en cuanto pueda.

¿Cuáles son los Nuevos principios?

En mi caso particular, fue el hecho de publicar una novela. Escribir fue siempre un anhelo profundo y un día me decidí a cumplir con ese sueño. Simplemente me senté frente al ordenador y comencé a teclear con la idea de crear historias impactantes que lleguen a los lectores y personajes que les resulten difíciles de olvidar. La novela “Nuevos principios” con la que debuté, está ambientada precisamente en un momento traumático de nuestra historia moderna que redefinió la vida en muchos ámbitos y nos cambió a todos para siempre.

“La pandemia también puso de manifiesto la vulnerabilidad de nuestro sistema sanitario y político, la realidad de vivir en un mundo global y conectado, la asimetría de la información que recibimos”

Escribes un thriller a partir de una serie de componentes relacionados con la vida de todos: la pandemia del Covid, los cambios en la vida de una mujer (Marina), una ruptura amorosa, la verdadera realidad de los individuos. Sin embargo, el encierro pareciera ser el detonante de las situaciones de la historia. ¿Cómo influye el encierro acontecido durante la pandemia en la vida de los personajes?

El encierro es un punto de inflexión en la vida de todos. Decidí enmarcar la novela en este momento trágico de la historia por muchos motivos; el primero porque la pandemia nos cambió a todos y sacó lo mejor y lo peor del ser humano tal y como muestro a través de las páginas de mi novela. Otro motivo, es que el hecho de poner a mis personajes en situaciones tan límites como las que generó el encierro me permitió mostrar realidades muy dispares que afectaron a todos los colectivos de la sociedad de una forma casi caricaturesca. Asimismo, esa convivencia forzosa a la que nos vimos sometidos dentro del hogar y, en este caso, con los vecinos colindantes, me permitió explorar la intimidad de los diferentes personajes que pueblan las páginas de “Nuevos Principios”. Todos ellos se ven forzados a actuar de un modo que jamás hubiesen imaginado, tienen que relacionarse entre ellos para sortear las dificultades del entierro y, sin saberlo, forman parte de un plan del que nadie es conocedor hasta el final.

¿Qué tanto nos cambió la pandemia?

Como en todo en la vida, a unos nos cambió más y a otros menos. A unos les resultó un molesto contratiempo y a otros les cambió la vida para siempre. Más allá del impacto a corto plazo que tuvo el encierro, la pandemia dejó muchas secuelas a su paso en otros ámbitos de la vida y puso en evidencia realidades muy crudas como la soledad de muchos mayores, la vulnerabilidad de los más pequeños, la angustia de muchos jóvenes y las adicciones, entre otros. La vida en remoto que resultaba una utopía es ahora una realidad con visos a perpetuarse. La pandemia también puso de manifiesto la vulnerabilidad de nuestro sistema sanitario y político, la realidad de vivir en un mundo global y conectado, la asimetría de la información que recibimos y creo que nos volvió a todos un poco más conscientes de lo caprichoso que puede resultar el azar. Personalmente, quiero creer que durante la pandemia vimos lo mejor de muchos y que nos volvimos, al menos, un poquito más sabios.

¿Seguimos tropezando con las mismas piedras?

Seguimos y seguiremos haciéndolo. Tropezar es humano y solo unos pocos sabios se dan cuenta de que para conseguir resultados distintos hay que tomar caminos diferentes. Sin embargo, el tropezón conocido es confortable, porque, aunque duela, ya sabemos de antemano qué nos va a suponer. A nivel sanitario y político, creo que hemos aprendido. O al menos eso quiero creer. Sin embargo, me entristece la falta de inversión en sanidad después de todo lo que pasó y la falta de reconocimiento para este colectivo. A nivel humano cada uno sabrá. Muchos nos hemos llevado grandes aprendizajes y lecciones vitales duras, muy duras. Nos hemos despedido demasiado pronto y con mucha crudeza de seres queridos. Hemos visto a muchos sufrir. Otros tantos siguen pagando las consecuencias directas o indirectas de la enfermedad. Personalmente, el covid sacudió mis cimientos en muchos sentidos y me despertó para recordarme la importancia de perseguir mi propósito vital y de no dar por sentado que aquellos a los que amamos estarán siempre entre nosotros.

En tus novelas el personaje femenino es fuerte; las circunstancias solo refuerzan su personalidad. ¿Tiene que ver esto con tu mirada de la realidad de las mujeres?

Mis novelas las protagonizan mujeres fuertes que rompen el estereotipo. Yo escribo historias diferentes donde la mujer lidera la trama enfrentándose a los retos de la sociedad actual y tomando las riendas sobre su propia vida. Mis personajes son irreverentes, controvertidos, sensuales. No tienen miedo a tomar decisiones por difíciles que sean, no se dejan pisotear y tienen claras sus metas y objetivos. Son historias donde la sororidad tiene también un gran papel. En “Nuevos principios” conoceréis tanto a Marina, una mujer de hoy, con preocupaciones cotidianas, que vive una historia de amor con Fran; como al personaje de Coco, una abuela opuesta al estereotipo de fragilidad y dulzura, cuya indomable personalidad os hará caer rendidos a sus pies. En mi novela “Siempre quiero más”, a través de la historia de Casilda, hablo específicamente de los retos a los que se enfrenta una mujer para conseguir el éxito profesional y los muchos sacrificios, críticas y obstáculos que encuentra en el camino. Los retos a los que se han enfrentado las mujeres históricamente para tener un papel protagonista en la sociedad son incontables. Yo rindo homenaje a todas las mujeres y brindo por aquellas que se atreven a hacer lo que consideran oportuno sin miedo a ser juzgadas.

¿Piensas que tu novela puede cambiar la percepción de la realidad en alguna de tus lectoras?

No, el principal objetivo de mis novelas es el de entretener y, como mucho, inspirar. Lo que sí busco a través de mis novelas es conseguir cierta reflexión o debate sobre temas controvertidos que exploro en las tramas: las relaciones familiares, el camino al ascenso profesional, el coste personal de una carrera exitosa, el perdón, el castigo, los clichés amorosos… Me gusta pensar que quizás alguno de los personajes femeninos resulta inspirador para mis lectoras y que parte del coraje que tienen estas protagonistas pueda impregnarse a través de las páginas.

¿Te identificas con alguna escritora en particular?

Admiro a muchas escritoras y escritores, pero no me identifico con ninguno en particular. No tengo un autor o libro favorito, hay demasiado para elegir... por nombrar unos cuantos que pueblan mis estanterías: Dolores Redondo, Eva García Sanz de Urturi, Ruiz-Zafón, Pérez-Reverte, Santiago Posteguillo, Stephenie Meyer, Isabel Allende, Fernando Gamboa, hasta J.K. Rowling. De Isabel Allende me quedo con sus grandes personajes femeninos, con la profundidad y emotividad de sus historias. A J.K. Rowling la idolatro por construir un universo con el que miles de niños, adolescentes y adultos alrededor del mundo hemos soñado y que perdurará en la eternidad.

Nuevos Principios
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