Médicos de hospitales desautorizan a la Comunidad de Madrid en el tipo de mascarilla que reparte a los ciudadanos

12 de Mayo de 2020
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Médicos de una quincena dehospitales, muchos de ellos jefes de servicio o responsables demedicina preventiva en la Comunidad de Madrid, han enviado una carta ala presidenta, Isabel Díaz Ayuso en la que piden que no se repartanmascarillas FFP2, para la población general, porque pueden provocarmayores riesgos, y que se elija en su lugar mascarillas quirúrgicas paracombatir la pandemia Covid-19.

Losmadrileños podrán recoger a lo largo de las próximas dos semanas una mascarillaFFP2, KN95 de forma gratuita presentando su tarjeta médica en la farmacia,su DNI o NIE.

 Según fuentes consultadas por Diario16, laspersonas que viven en Madrid,  que notengan esos documentos y estén en “situación irregular, “ también estánincluidas, siempre que tengan asignado médico de familia”. Según las mismasfuentes “todas y todos lo tienen, o al menos deberían tenerlo”.

La carta de los médicos fue enviada ayeral consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escuderoy al nuevo viceconsejero de Salud Pública, Antonio Zapatero, quiensustituye a la dimisionaria Yolanda Fuentes.

Tamaño y alcalce

“Por su tamaño y alcance, el uso de mascarillas quirúrgicas es la medida preventiva más adecuada para prevenir este mecanismo de transmisión”, aseguran y consideran que la distribución de mascarillas de protección FFP2, a la población “puede confundir a la población y no ayudar al control de la transmisión" poniendo en riesgo "la seguridad y la salud de los profesionales sanitarios”, informan los facultativos en su carta a la presidenta Ayuso. Consideran la entrega de las mascarillas como "una medida desproporcionada si no se asegura antes su disponibilidad en las situaciones en las que realmente están indicadas", como son "trabajadores sanitarios, en función de los procedimientos de riesgo", "una prioridad por su mayor riesgo de contagio”.

“Su uso continuado dificulta la respiración, es incómodo, y en determinadas personas, no tolerable. Su utilización en población general favorecerá que las personas se toquen más frecuentemente la cara y se quiten la mascarilla al no poder respirar cómodamente favoreciendo el riesgo de contagio”, afirman.

Por contra en “algunos modelos de mascarillas FFP2, FFP3 disponen una válvula de exhalación,”, donde “no se consigue el efecto de “control de la fuente de infección”.

Ante una "falsa seguridad" se descuidan "las medidas preventivas más importantes": distanciamiento social, higiene de manos, no tocarse ojos, nariz y boca con las manos o limpiar las superficies.

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