La presencia generalizada del ser humano en Guinea Ecuatorial se remonta al menos 45.000 años

Tras once campañas, un equipo del CSIC y del IPHES inicia una nueva expedición para estudiar las pautas de ocupación de los primeros 'Homo sapiens' en África Central

02 de Julio de 2025
Guardar
El investigador Antonio Rosas durante una de las expediciones antropológicas en Guinea Ecuatorial.
El investigador Antonio Rosas durante una de las expediciones antropológicas en Guinea Ecuatorial.

Un estudio liderado por Antonio Rosas, investigador del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC), en colaboración con personal investigador del Institut Català de Paleoecologia Humana i Evolució Social (IPHES-CERCA), recopila los resultados de investigación de once campañas paleoantropológicas desarrolladas en Guinea Ecuatorial. Este trabajo, publicado en la revista Quaternary International, muestra las capacidades tecnológicas y la evolución de los Homo sapiens que habitaron Guinea Ecuatorial durante más de 20.000 años, incluyendo ecosistemas tan hostiles como las selvas tropicales africanas. 

A lo largo de las once campañas realizadas por todo Guinea Ecuatorial desde 2014, los investigadores han identificado 449 afloramientos estratigráficos. Cincuenta de estos afloramientos muestran evidencias de la actividad de nuestros antepasados a través del hallazgo de 868 herramientas líticas. Todos los utensilios descubiertos se han datado entre 45.000 y 21.000 años antes de nuestra era, es decir, que se fabricaron al final del Paleolítico Medio africano o Middle Stone Age (comprendido aproximadamente entre 300.000 y 25.000 años antes del presente). 

“Estos datos indican que las poblaciones del Paleolítico Medio persistieron en esta región incluso cuando en otras zonas del continente ya se había desarrollado el Paleolítico Superior”, destaca Antonio Rosas. 

El trabajo no sólo evidencia la presencia de los primeros Homo sapiens en todo Guinea Ecuatorial, sino que muestra que dicha ocupación fue sistemática, generalizada y más duradera de lo que se pensaba hasta el momento. Estas conclusiones respaldan los resultados obtenidos por el mismo equipo de investigadores en enero de este año, cuando un estudio publicado en la revista Quaternary Science Reviews aportó pruebas de la avanzada capacidad tecnológica y cultural de nuestros antepasados. 

Las pruebas halladas en la región ecuatoguineana de Río Campo fueron más de 400 herramientas de piedra, como puntas bifaciales y útiles asociados a actividades de caza y procesamiento de materiales. Esto supuso un doble descubrimiento: por un lado, la gran complejidad tecnológica de las herramientas es una muestra clara de las capacidades culturales de los primeros Homo sapiens para adaptarse a entornos hostiles caracterizados por una densa vegetación, altas temperaturas y recursos impredecibles. “Se trata de evidencias de cómo los humanos modernos se adaptaron a entornos tan complejos como las selvas ecuatoriales africanas”, aclara Rosas. Por otro lado, su datación entre 45.000 y 20.000 años, “muestra una transmisión de conocimientos técnicos que, en el espacio, conecta con otras industrias líticas del centro y sur de África y, en el tiempo, supone una tradición tecnológica sostenida durante milenios”, añade Juan Ignacio Morales, investigador del IPHES-CERCA.

La evolución humana en África Central

Las narrativas tradicionales sobre la evolución humana en África proponen una progresión de nuestros antepasados simple y lineal, como una escalera evolutiva unidireccional que transcurre escalón a escalón, de padre a hijos. Sin embargo, la datación y ubicación de las herramientas halladas por los investigadores plantean un escenario evolutivo mucho más complejo y diverso, donde múltiples especies de homínidos coexistieron, se interconectaron y se adaptaron a distintos entornos, lo que convierte la idea tradicional de “la escalera lineal” en un “arbusto ramificado o en un complejo mosaico”. 

Además, tradicionalmente, las investigaciones se han centrado en regiones áridas o semiáridas de África. Sin embargo, las campañas antropológicas desarrolladas por el equipo investigador han destacado el valor de África Central para entender la vida, evolución y adaptación del Homo sapiens. “La visión tradicional asumía una ocupación humana tardía en las selvas ecuatoriales africanas, pero tanto en este trabajo como en el anterior hemos confirmado su presencia en estos entornos tan hostiles”, añade Rosas. 

La campaña número 12

A comienzos del mes de julio dará comienzo la XII campaña de investigación antropológica en Guinea Ecuatorial. Además del liderazgo del MNCN-CSIC y la colaboración del IPHES-CERCA, la expedición contará con la participación de instituciones ecuatoguineanas como el Instituto Nacional de Desarrollo Forestal y Manejo del Sistema de áreas Protegidas (INDEFOR-AP) y la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial.

Su objetivo será refinar las dataciones existentes y recoger datos sedimentológicos y geomorfológicos en dos regiones del norte del país: la cuenca del río Campo y la región de Temelón, donde se encuentran algunos de los yacimientos más ricos descubiertos hasta ahora.

A través de los datos y los hallazgos, los investigadores trataran de dar respuesta a cuestiones aún por resolver, como el origen de los grupos humanos que habitaron estos ecosistemas. “No se descarta que sean descendientes de poblaciones presentes en la región desde hace más de 250.000 años, aunque una hipótesis que se pretende contrastar es la posible influencia de migraciones humanas desde el este de África, coincidiendo con una gran expansión demográfica hace unos 70.000 años”, destaca el investigador del MNCN-CSIC.

“Aunque persisten muchas incógnitas, los avances alcanzados desde el inicio de este proyecto transdisciplinar han sido significativos y han contribuido a iluminar un capítulo prácticamente desconocido de la evolución humana en el África Central”, concluyen los investigadores.

Lo + leído