A poco de que comience la presidencia española del Consejo de la UE, uno de los temas cruciales que se negociarán será la directiva sobre diligencia debida en materia de sostenibilidad de las empresas. Estas negociaciones serán cruciales para acelerar la transición hacia una nueva era de la responsabilidad social corporativa en Europa.
Proteger el planeta y los derechos humanos
En este marco, WWF ha presentado un nuevo informe con las principales propuestas para que esta directiva sea eficaz y tenga un impacto positivo para las empresas y el planeta.
Esta directiva, que se espera se adopte a finales de año o a principios de 2024, es clave y ofrece una oportunidad sin precedentes para proteger el planeta y los derechos humanos de una conducta empresarial dañina y apoyar a las empresas que buscan la sostenibilidad. En este marco, se acordarán cuestiones clave como el tamaño de las empresas a las que aplica la directiva, sus obligaciones y planes de transición climáticas y estrategias de sostenibilidad de las compañías y muchos otros aspectos importantes con potencial de mejora.
Riesgos e impactos del cambio climático
“Esta directiva supone una oportunidad para las empresas que incorporen la gestión de los riesgos e impactos del cambio climático y los relacionados con la sostenibilidad en sus estrategias de negocio, cadenas de valor y estén alineadas con el objetivo de 1,5ºC de descarbonización net-zero, situándolas en una posición el liderazgo en el mercado”, afirma Raquel García Monzón, responsable del proyecto del Programa de Clima y Energía.
El informe identifica cuatro prioridades que la organización considera clave para que esta directiva tenga un impacto positivo para las empresas y el planeta. Por un lado, la plena inclusión del sector financiero (incluidos los inversores y gestores de activos) para evitar la distorsión del mercado y garantizar que todos los actores estén en igualdad de condiciones para abordar las cuestiones de sostenibilidad.
Impacto ambiental
Por otro lado, los daños ambientales que las empresas deben tener en cuenta en la diligencia debida deben definirse mediante una amplia gama de categorías de impacto ambiental, con convenios que especifiquen estas categorías.
Asimismo, debe contemplar la inclusión de planes de transición climática rigurosos para que las empresas contribuyan de forma eficaz a la lucha contra el cambio climático y sean competitivas en los mercados que persiguen la descarbonización de la economía.
Y finalmente que la remuneración de los directivos esté vinculada a los objetivos y los planes de transición climática de las empresas como incentivo para gestionar eficazmente los riesgos y oportunidades de la sostenibilidad.