Es prioritario prevenir la soledad no deseada y apostar por el bienestar emocionalUGT considera que es necesario que se tengan en cuenta las necesidades de las personas mayores a la hora de definir las políticas sociales presentes y futuras. El envejecimiento de la población en España “es una realidad que requiere respuestas inmediatas, también durante los meses de verano, cuando las personas mayores se sienten más solas y son aún más vulnerables”, ha demandado Adela Carrió.Durante el verano, algunas personas mayores llegan a tener un sentimiento de abandono más que en otros periodos vacacionales, como la Navidad que suele ser una ocasión de agrupación familiar. Se sienten “aparcadas”, como “una carga familiar”, en lugar de ser momentos para disfrutar con sus familiares; y a otras no se les brinda la oportunidad de pasar sus vacaciones según su voluntad.Existen mayores que se quedan solos durante todo el día, sin que tengan ninguna relación con otras personas, lo que puede acarrear aislamiento, baja autoestima, problemas de salud agravados por las altas temperaturas, o dificultades para realizar las tareas cotidianas.Estas situaciones se acentúan aún más en el caso de las personas mayores que acuden a centros de atención y que en estos días cuentan con menos recursos, o en el caso que sus cuidadores habituales disfruten sus vacaciones. Muchos de los cuidados que recaen sobre familiares o terceras personas. Estos cambios pueden ocasionar desorientación, incertidumbre y miedo en la persona mayor, ya que sus cuidadores son una referencia en la que depositan su confianza y que les da seguridad.
Para las personas mayores en el periodo estival, en muchos casos, se intensifica su sentimiento de soledad y de inestabilidad, ya que sus relaciones socioafectivas quedan suspendidas, al irse de vacaciones sus familiares más cercanos, sus vecinos, y sus habituales contactos, lo que les puede hacer aún más vulnerables.
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