El fotoperiodismo atraviesa una de las etapas más críticas de su historia. Esta disciplina, que ha sido esencial para narrar los acontecimientos más relevantes del mundo, está siendo desplazada y devaluada por prácticas que priorizan el ahorro de costes sobre la calidad informativa y el respeto al trabajo profesional. Frente a esta situación, es imperativo reivindicar la importancia de los fotoperiodistas y su papel insustituible en la construcción de una sociedad informada y democrática. Por eso, desde la Agrupación de Periodistas de UGT (AGP-UGT),queremos poner de relieve las amenazas que enfrenta el sector y la necesidad de defender su futuro.
La mirada profesional frente al intrusismo
El fotoperiodismo no es simplemente el acto de tomar una fotografía. Es un oficio que combina técnica, experiencia y sensibilidad para captar instantes que trascienden lo visual y cuentan historias completas. Sin embargo, en los últimos años, muchas publicaciones han optado por recurrir a imágenes captadas con móviles por aficionados o incluso lectores, bajo el pretexto de reducir costes. Esta práctica no solo empobrece la calidad de los contenidos, sino que también menoscaba el trabajo de los fotoperiodistas profesionales.
No es de recibo que, en nombre de la economía, se sustituya a quienes han dedicado su vida a este oficio por soluciones improvisadas y carentes de rigor. La fotografía profesional no es un lujo ni un extra: es una herramienta esencial para garantizar la veracidad y profundidad de las informaciones.
El olvido de los autores: una injusticia recurrente
En el fotoperiodismo, una imagen puede valer más que mil palabras. Sin embargo, mientras que el autor del texto suele ser reconocido en los créditos, el nombre de quien captura la fotografía a menudo queda relegado al olvido. Este menosprecio hacia los fotógrafos y fotógrafas perpetúa la falsa idea de que las imágenes se generan de manera automática, sin esfuerzo ni dedicación.
Desde la Agrupación de Periodistas de UGT reivindicamos que el trabajo de los fotoperiodistas sea valorado y visibilizado al mismo nivel que el de los redactores. Cada imagen publicada debe ir acompañada del nombre de su autor o autora, como reconocimiento a su esfuerzo y como garantía de autenticidad.
Derechos de autor y remuneración justa
El respeto por los derechos de autor es otro de los grandes retos a los que se enfrenta el fotoperiodismo en España. Las imágenes son reproducidas y compartidas sin el consentimiento ni la compensación adecuada para sus creadores. Esta práctica, además de ser ilegal, contribuye a la precariedad de un sector ya de por sí vulnerable.
Los fotoperiodistas deben recibir un pago justo por su trabajo, acorde con el esfuerzo, el riesgo y la calidad que este implica. La única forma de garantizar la sostenibilidad del fotoperiodismo es asegurando que quienes lo ejercen puedan vivir dignamente de su profesión.
La precariedad y el intrusismo como amenazas
El fotoperiodismo no solo se enfrenta a la falta de reconocimiento, sino también a unas condiciones laborales cada vez más precarias. La mayoría de los profesionales trabajan como freelance, lo que implica ingresos inestables, ausencia de contratos fijos y la necesidad de asumir los costes de sus herramientas y desplazamientos.
A esto se suma el intrusismo profesional, alimentado por la creencia errónea de que cualquier persona con una cámara puede realizar el mismo trabajo. Esta idea no solo desprestigia a los profesionales, sino que también pone en riesgo la calidad de la información y el derecho del público a recibir contenidos veraces y bien elaborados.
Los medios de comunicación tienen una responsabilidad ética y profesional con el fotoperiodismo. Deben garantizar que las imágenes utilizadas en sus publicaciones provengan de profesionales y que estos sean justamente retribuidos y reconocidos. Además, es fundamental que se fomente la contratación de fotoperiodistas en plantillas fijas, asegurando su estabilidad laboral y su capacidad para desarrollar proyectos de largo recorrido.
La importancia del fotoperiodismo en una democracia
El fotoperiodismo no solo es una forma de arte, sino también una herramienta indispensable para la democracia. Las imágenes captadas por los fotoperiodistas documentan la historia, denuncian injusticias y ofrecen una ventana al mundo que va más allá de las palabras.
En un momento en el que la manipulación de la información está a la orden del día, las imágenes veraces y de calidad son más necesarias que nunca. Los fotoperiodistas desempeñan un papel crucial en la lucha contra la desinformación, ofreciendo testigos visuales de la realidad que son difíciles de refutar.
Desde la Agrupación de Periodistas de UGT, hacemos un llamamiento a los medios, las instituciones y la sociedad para que reconozcan y defiendan el valor del fotoperiodismo. Es necesario proteger a los profesionales de este sector, garantizar sus derechos laborales y promover una cultura de respeto hacia su trabajo.
El fotoperiodismo no es un lujo ni una opción: es una necesidad. En nuestras manos está asegurar que esta profesión esencial no desaparezca, sino que siga siendo un pilar fundamental de nuestra sociedad y de nuestra democracia.