Altman frena a Elon con las armas de Musk por la inteligencia artificial

La enemistad entre los dos titanes tecnológicos alcanza un nuevo nivel con la oferta hostil de Musk para hacerse con OpenAI

12 de Febrero de 2025
Actualizado el 13 de febrero
Guardar
Altman frena a Elon con las armas de Musk por la inteligencia artificial
Altman frena a Elon con las armas de Musk por la inteligencia artificial

Elon Musk y Sam Altman protagonizan una de las rivalidades más intensas de la industria tecnológica. Lo que comenzó como una colaboración en 2015 con la fundación de OpenAI ha derivado en una guerra abierta por el control de la inteligencia artificial. Esta semana, la tensión ha escalado a un nuevo nivel con la oferta de Musk y un consorcio de inversores para adquirir OpenAI por 97.400 millones de dólares. La respuesta de Altman no se hizo esperar: “No, gracias, pero te compramos Twitter por 9.740 millones si quieres”.

El rechazo de Altman no fue solo un desplante a Musk, sino también un mensaje claro sobre la independencia de OpenAI, que se ha consolidado como la referencia mundial en inteligencia artificial generativa con ChatGPT. Musk, que en su momento fue parte de OpenAI pero la abandonó en 2018, ha sido un crítico feroz de su evolución, acusándola de traicionar su objetivo original de desarrollar IA de código abierto para el bien común y de convertirse en una filial de Microsoft.

Un enfrentamiento con historia

Desde su salida de OpenAI, Musk ha impulsado su propia compañía de inteligencia artificial, xAI, con el desarrollo de Grok, un chatbot integrado en X (antiguo Twitter). Su ambición en este campo no tiene límites: en 2023 abrió el centro de datos Colossus en Tennessee con 100.000 chips Nvidia, una inversión monumental destinada a potenciar su ecosistema de IA. Pero nada de esto parece haber sido suficiente para frenar el avance imparable de OpenAI y su colaboración con Microsoft, que ha invertido más de 14.000 millones de dólares en la empresa de Altman.

Musk ha intentado frenar a OpenAI por distintos frentes. En marzo de 2024, presentó una demanda contra la compañía, argumentando que ha violado su estructura original sin ánimo de lucro y que ha cedido su control a una corporación privada. Aunque retiró la demanda meses después, las hostilidades no cesaron, y ahora ha optado por la vía de la compra hostil para hacerse con el control de la compañía.

La contraofensiva de OpenAI

Altman, lejos de amedrentarse, ha respondido con fuerza. No solo ha rechazado la oferta de Musk, sino que ha reforzado su posición con nuevos movimientos estratégicos. En los últimos días, OpenAI ha anunciado avances significativos con su modelo de lenguaje o3 mini, que ha superado en rendimiento a sus principales competidores. Además, la empresa ha lanzado una versión mejorada de ChatGPT con acceso a internet sin necesidad de iniciar sesión, una estrategia que amenaza directamente a los buscadores tradicionales como Google.

Pero más allá del desarrollo tecnológico, OpenAI también ha entrado de lleno en el terreno del marketing con su primer anuncio televisivo, emitido durante la Super Bowl. El spot, con un tono épico, recorre la historia de la humanidad desde la invención del fuego hasta la revolución digital, posicionando a la inteligencia artificial como el siguiente gran salto evolutivo.

La guerra de las superpotencias tecnológicas

La batalla entre Musk y Altman no es solo una cuestión de egos o rivalidad personal, sino que refleja una lucha más amplia sobre el futuro de la inteligencia artificial. Mientras que Musk aboga por una IA regulada y controlada para evitar riesgos existenciales, Altman defiende un enfoque más pragmático, apostando por la innovación y la aplicación masiva de la tecnología.

En este contexto, Europa también ha decidido entrar en la contienda. La Comisión Europea, liderada por Ursula von der Leyen, ha anunciado una inversión histórica de 200.000 millones de euros para el desarrollo de la IA en el continente. Este movimiento busca evitar que Estados Unidos y China monopolicen el desarrollo de la tecnología y consolidar a Europa como un referente en la regulación y seguridad de la IA.

La oferta de Musk por OpenAI ha dejado claro que la rivalidad entre estos dos titanes está lejos de resolverse. La pregunta ahora es si Musk seguirá presionando para intentar comprar la compañía o si buscará nuevas formas de competir con Altman en el campo de la inteligencia artificial. Mientras tanto, OpenAI sigue avanzando con paso firme y consolidando su liderazgo en el sector.

Esta guerra tecnológica no solo marcará el futuro de la IA, sino que también redefinirá las dinámicas de poder en Silicon Valley. Y aunque la historia de Musk y Altman recuerda a la legendaria disputa entre Tesla y Edison, el desenlace de esta contienda aún está por escribirse.

Lo + leído