Elon Musk empieza a pagar su apoyo a la ultraderecha alemana

Las ventas de Tesla se han desplomado un 60% en Alemania desde que el magnate comenzó a apoyar al partido neonazi Alternativa por Alemania

11 de Febrero de 2025
Actualizado a las 11:58h
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Elon Musk Nazi

Elon Musk, el hombre más rico del mundo que ha entrado de cabeza en el mundo paralelo de Donald Trump y de quienes pretenden un cambio a través del retroceso a la época anterior a la Sociedad de Naciones, no dudó en apoyar a la formación de ultraderecha (en algunos aspectos de ideología neonazi) Alternativa por Alemania (AfD, por sus siglas en alemán).

Esto ya le está pasando factura porque la oposición popular a este partido, que está creciendo de manera exponencial en las encuestas de cara a las elecciones del 23 de febrero, es creciente. No hay más que ver las multitudinarias manifestaciones de las últimas semanas en las principales ciudades de Alemania contra la extrema derecha.

En concreto, los pedidos de Tesla, la marca de coches eléctricos de la que Musk es propietario, se han desplomado en un 60% respecto al año pasado, tal y como demuestran los datos publicados por la Autoridad Federal de Transporte por Carretera (KBA).

Musk, según publicó en X, su red social, no ha ocultado su apoyo por Alice Weidel, la candidata a la Cancillería de AfD. «La AfD es la única fuerza que puede salvar a Alemania», afirmó en un post.

En diferentes medios alemanes, Musk no dudó en señalar que «la imagen de la AfD como extremista de derechas es claramente falsa».

AfD, ¿ultraderecha o nazis?

La AfD fue fundada en 2013, inicialmente como una respuesta euroescéptica y crítica a la gestión de la crisis del euro. Apenas dos años después,  especialmente a partir de la crisis de refugiados de 2015 derivada del recrudecimiento de la guerra en Siria, el partido experimentó una transformación ideológica que lo situó en el espectro de la derecha más radical. Este viraje atrajo a sectores que abrazaban discursos nacionalistas, antiinmigración e ideas más extremas asimilables al nazismo.

Aunque, en teoría, la AfD rechaza enérgicamente el calificativo de «neonazi» a nivel institucional, numerosos analistas y organismos de vigilancia (como el Verfassungsschutz, la agencia de inteligencia interna de Alemania) han señalado la presencia de facciones y expresiones que recuerdan, precisamente, a esa ideología. Sin embargo, la existencia de un ala radical (conocida en ocasiones como Der Flügel) ha generado preocupación y debate a nivel político y ciudadano.

Al igual que algunas corrientes neonazis, ciertos sectores de la AfD promueven una visión de la «pureza» cultural y étnica, exaltando una identidad alemana «auténtica» y, en ocasiones, proponiendo un revisionismo histórico que minimiza episodios oscuros del pasado como, por ejemplo, el Holocausto. También se han detectado el uso de símbolos, expresiones o códigos que evocan el discurso nacionalista extremo, aunque la dirección oficial del partido tiende a censurar o a distanciarse de tales manifestaciones cuando se hace pública la polémica.

Por otro lado, se han documentado casos en los que algunos militantes o simpatizantes de la AfD han mantenido relaciones o mostrado admiración por grupos o figuras identificadas con el neonazismo. Estos vínculos han llevado a que organismos de inteligencia vigilen de cerca algunas actividades y discursos asociados al partido, con el objetivo de detectar tendencias que puedan amenazar el orden democrático.

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