El BCE se prepara para otro recorte de tipos: ¿alivio económico o riesgo de estancamiento?

Con la inflación a la baja y un crecimiento frágil en Europa, el Banco Central Europeo planea reducir los tipos de interés, generando expectativas y dudas sobre su impacto real en la economía

17 de Octubre de 2024
Actualizado a las 12:24h
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Christine Lagarde presidenta del Banco Central Europeo
Christine Lagarde presidenta del Banco Central Europeo

El Banco Central Europeo (BCE) se encuentra en un momento decisivo: la inflación en la eurozona ha mostrado signos de moderación, y el crecimiento económico se ha debilitado en varias de las principales economías de la región. Ante este escenario, todo apunta a que el BCE realizará un nuevo recorte de los tipos de interés, en una maniobra que, si bien podría aliviar la presión sobre los consumidores y empresas, también genera preocupación sobre los posibles efectos secundarios en el futuro.

Un alivio para la inflación, pero ¿a qué precio?

La inflación en la eurozona ha disminuido significativamente en los últimos meses, alcanzando un 1,8% en septiembre, el nivel más bajo desde abril de 2021. Esto ha sido recibido con alivio por los mercados y ha permitido al BCE tener margen de maniobra para volver a recortar los tipos de interés. De hecho, los analistas pronostican que el banco recortará un cuarto de punto, situando el tipo de referencia en el 3,25%.

Evolución del Euríbor y del tipo de interés del BCE
Evolución del Euríbor y del tipo de interés del BCE

Sin embargo, esta bajada de tipos no se produce en un vacío. Aunque la reducción de la inflación es un objetivo fundamental, se enfrenta al reto de un crecimiento económico debilitado en varios países de la eurozona, con Alemania a la cabeza, que ha registrado una contracción del 0,1% en el último trimestre. A pesar de que algunas economías, como la española, han mostrado cierto dinamismo con un crecimiento del 0,8%, la debilidad generalizada pone en duda la eficacia de estas medidas para estimular una recuperación sólida y sostenida.

La estrategia del BCE

Esta sería la tercera bajada de tipos en lo que va de año, lo que refleja un cambio de enfoque del BCE después de un periodo de incrementos consecutivos que buscaban frenar la inflación. A lo largo de 2022 y principios de 2023, el BCE elevó los tipos en diez ocasiones para combatir la escalada de precios, pero ahora la narrativa ha cambiado, y el banco se ve obligado a ajustar su política para evitar que el débil crecimiento se traduzca en una recesión prolongada.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha insistido en que cualquier decisión sobre los tipos de interés se tomará “reunión a reunión”, evaluando de cerca la evolución de la inflación y otros datos económicos. Pero esta flexibilidad también puede interpretarse como una falta de dirección clara en un entorno económico volátil. La estrategia de "esperar y ver" podría no ser suficiente si la situación empeora, y algunos economistas ya advierten que el BCE podría haber esperado demasiado para actuar, o incluso estar actuando demasiado tarde.

Evolución del Euríbor y del tipo de interés del BCE
Evolución del Euríbor y del tipo de interés del BCE

Un impacto desigual en la eurozona

Mientras que la bajada de los tipos de interés podría suponer un alivio para los hipotecados y aquellos con préstamos a tipo variable, no todos los sectores de la economía se beneficiarán por igual. En países como España, donde el mercado hipotecario está altamente vinculado al euríbor, los consumidores ya están viendo una reducción en sus cuotas mensuales, lo que podría impulsar el consumo y las inversiones. Sin embargo, en otros países, como Alemania, el impacto de estas decisiones podría ser más limitado debido a la estructura de su mercado financiero.

euribor
Euribor

Además, los ahorradores se verán perjudicados por las menores rentabilidades de las cuentas y depósitos, lo que podría llevar a un aumento de la inversión en activos de mayor riesgo en busca de rendimientos más atractivos. Esta dinámica plantea el riesgo de burbujas financieras, especialmente en un contexto de inestabilidad económica y geopolítica global, con factores externos que podrían desestabilizar aún más la frágil recuperación.

El debate interno en el BCE

El BCE no está exento de divisiones internas en torno a su política monetaria. La cúpula del banco ha logrado mantener, hasta ahora, un consenso amplio en sus decisiones, pero las tensiones están empezando a hacerse visibles. Figuras como Isabel Schnabel, miembro del consejo ejecutivo, han manifestado su preocupación por los riesgos que la debilidad estructural de la economía europea podría generar si se baja demasiado rápido el precio del dinero.

Por otro lado, los llamados "halcones" del BCE, como el presidente del Bundesbank, Joachim Nagel, han mostrado más apertura a la posibilidad de recortar tipos, quizás presionados por la recesión que afecta a su propia economía nacional. La preocupación por el crecimiento parece haber inclinado la balanza, pero el debate sobre hasta dónde y hasta cuándo seguir con estas reducciones sigue abierto. No es de extrañar que los mercados sigan muy de cerca cada palabra y gesto del BCE, buscando pistas sobre la dirección futura de su política.

El reto de equilibrar crecimiento e inflación

La bajada de tipos de interés puede ser una herramienta poderosa, pero no es una solución mágica. La experiencia reciente en Estados Unidos, donde la Reserva Federal (Fed) ha iniciado un ciclo de recortes, sugiere que estas medidas deben implementarse con cuidado. Si bien la Fed ha logrado estabilizar temporalmente su economía, también se enfrenta a desafíos similares: un crecimiento desigual y riesgos inflacionarios que persisten en algunos sectores.

En Europa, el desafío es aún mayor. El BCE debe encontrar un delicado equilibrio entre estimular el crecimiento sin dejar que la inflación vuelva a descontrolarse. La caída en el índice de precios de septiembre podría ser temporal, y cualquier repunte en los precios del petróleo u otros bienes básicos podría revertir los avances logrados hasta ahora.

¿Qué podemos esperar en los próximos meses?

La reunión del BCE en Liubliana será clave para entender cómo planea gestionar esta etapa de incertidumbre económica. Los mercados anticipan otro recorte de tipos en diciembre, pero el camino más allá de 2024 no está claro. Con las proyecciones de crecimiento de la eurozona revisadas a la baja, es probable que el BCE siga ajustando su política, pero los recortes sucesivos podrían tener un límite.

El euro ya ha mostrado signos de debilidad frente al dólar, y un recorte adicional podría aumentar esta tendencia, encareciendo las importaciones y afectando negativamente a las economías más dependientes de productos energéticos y materias primas. Esta depreciación también podría añadir presión inflacionaria, complicando aún más la estrategia del BCE.

Incertidumbre en el horizonte

La decisión del Banco Central Europeo de recortar de nuevo los tipos de interés parece inevitable dada la actual coyuntura económica. Sin embargo, esta medida no está exenta de riesgos. Aunque puede aliviar la presión a corto plazo, especialmente para los consumidores endeudados, también plantea interrogantes sobre su efectividad en estimular un crecimiento sostenible en un contexto de debilitamiento estructural en economías clave como la alemana.

En los próximos meses, el BCE tendrá que navegar un camino lleno de desafíos, equilibrando el alivio económico con la necesidad de mantener la estabilidad. Si bien las bajadas de tipos pueden dar un respiro, la verdadera pregunta es si serán suficientes para evitar que la eurozona caiga en una espiral de estancamiento.

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