WWF alerta sobre la creciente peligrosidad de los incendios forestales en España, que se han convertido en auténticas emergencias sociales. A pesar de que ha habido menos incendios en general, los que se han producido son cada vez más grandes y difíciles de controlar. Hasta el 18 de junio de este año, se han registrado 14 Grandes Incendios Forestales (GIF) en España, cinco veces más que la media del último decenio.
Cambio climático
El cambio climático, las sequías persistentes, el abandono rural, la falta de aprovechamientos forestales y la ausencia de políticas adecuadas de gestión del territorio han convertido el paisaje en un auténtico polvorín. La situación se ha vuelto aún más preocupante este año, con el 40% de la Península en alerta por sequía y una ola de calor temprana. Estos factores han facilitado la aparición de GIF incluso fuera de la temporada de máximo riesgo, como el ocurrido en el Alto Mijares (Teruel y Castellón) a finales de marzo, que presentó un comportamiento del fuego atípico para esa fecha del año.
España, el país que más presupuesto invierte en la extinción de incendios por hectárea en el mundo
En 2022, el 80% de los superincendios en España tuvieron graves consecuencias para la población civil, con cuatro personas fallecidas, 90 heridas y más de 30,000 evacuadas de forma preventiva. Aunque España es el país que más presupuesto invierte en la extinción de incendios por hectárea en el mundo y cuenta con uno de los mejores sistemas de respuesta contra incendios, WWF enfatiza que se necesita un enfoque preventivo para hacer frente a estos incendios incontrolables.
La organización propone invertir en el medio rural para recuperar un paisaje vivo, diverso, resistente y resiliente. Es esencial que se promueva la creación de paisajes menos inflamables y más rentables a largo plazo. Además, WWF hace un llamado a la sociedad para asumir su corresponsabilidad en la prevención de incendios y aprender a convivir con el fuego, desarrollando planes de autoprotección y adoptando medidas de prevención social.
Estrategia Estatal de prevención integral de incendios forestales
Ante la magnitud del problema, WWF solicita el desarrollo y la aprobación de una Estrategia Estatal de prevención integral de incendios forestales. Esta estrategia debe incluir la inversión en prevención social y poner la gestión del territorio como una prioridad para promover paisajes más resilientes a los incendios forestales.
Además, se insta a reactivar la ley de desarrollo sostenible del medio rural, con el objetivo de generar empleo digno y garantizar la calidad de vida en las zonas rurales. Esto debe ir acompañado de una reorientación de las ayudas de la Política Agrícola Común (PAC) y la aprobación de una Estrategia estatal de ganadería extensiva.
En el ámbito local, tanto las autoridades municipales como la población deben elaborar y aplicar planes de autoprotección en las zonas de interfaz urbano-forestal, con el fin de proteger los municipios y las propiedades, y reducir la propagación de incendios a otras áreas. Además, es crucial aplicar de manera efectiva y ejemplar las sanciones y condenas para disuadir a quienes están detrás de los incendios forestales.
WWF advierte que si no se toman medidas urgentes para abordar la prevención de incendios y se continúa priorizando la inversión exclusivamente en dispositivos de extinción, la situación empeorará. Es hora de adoptar un enfoque preventivo y promover paisajes más resistentes y menos inflamables para proteger nuestros bosques y garantizar la seguridad de las personas y la biodiversidad que depende de ellos.