Los políticos de derechas y de izquierdas permiten que los sueldos de los altos ejecutivos suban más un 1.100%

Mientras tanto, los salarios de los trabajadores apenas se regularizan y pierden poder adquisitivo

01 de Octubre de 2024
Actualizado a las 10:46h
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Altos Ejecutivos Políticos
Foto: FreePik

Una de las consecuencias más crueles de la crisis de 2008 fue la creciente desigualdad que se ha generado entre el 0,001% de la población mundial y las clases medias y trabajadoras. Los gobiernos y la clase política, tanto de izquierdas como de derechas, son los cómplices necesarios para que esto haya sucedido por la implementación de un sistema absolutamente desregularizado y una inoperancia absoluta en la persecución de la evasión fiscal.

Según un informe del prestigioso Instituto de Política Económica (EPI, por sus siglas en inglés), al que Diario16+ ha tenido acceso, las remuneraciones de los altos ejecutivos se han incrementado entre 1978 y 2023 en un 1.085%. En la actualidad, los principales directivos de las grandes compañías cobran 290 veces más que los salarios medios de sus plantillas.

Dado que la remuneración de los directores ejecutivos se basa principalmente en acciones (y el valor de las acciones cambia con frecuencia), calcularla no es del todo sencillo. El informe de EPI utiliza dos medidas para ofrecer un panorama más completo: una medida retrospectiva y una medida prospectiva. La remuneración realizada de los principales directores ejecutivos se disparó un 1.085% entre 1978 y 2023 (ajustada a la inflación), en comparación con el lento crecimiento (apenas un 25%) de la remuneración anual de un trabajador típico. La remuneración otorgada a los directores ejecutivos aumentó un 932% entre 1978 y 2023.

Según se indica en el estudio, la relación real entre la remuneración de los directores ejecutivos y los trabajadores fue de 290 a 1 en 2023, en marcado contraste con la relación de 21 a 1 de 1965. Tras la crisis de 2008, la relación ha sido mucho más alta que en cualquier otro momento desde la década de 1960 hasta principios de la de 1990. La relación concedida entre la remuneración de los directores ejecutivos y los trabajadores fue de 192 a 1 en 2023, significativamente inferior a su pico de 398 a 1 en 2000, pero aún muchas veces superior a la relación de 45 a 1 de 1989 o la relación de 15 a 1 de 1965.

Esto sólo es posible gracias a la vinculación de las remuneraciones de las altas direcciones con el mercado de valores. Por esa razón, en 2023, un año en el que hubo estabilidad en las bolsas, los emolumentos de los altos ejecutivos descendieran levemente después de años con continuo ascenso.

A pesar de que los componentes relacionados con las acciones constituyen una parte importante y creciente de la remuneración total, la composición de los emolumentos de los directores ejecutivos está dejando de lado el uso de opciones sobre acciones y se orienta hacia la adjudicación de acciones, una medida prometedora para alinear la remuneración de los directores ejecutivos con los incentivos a largo plazo.

En 2006, las opciones sobre acciones representaban poco más del 70% de la remuneración relacionada con acciones en la remuneración realizada de los directores ejecutivos. Pero en 2023, las opciones sobre acciones representaron solo el 22%, y las adjudicaciones de acciones adquiridas representaron el resto. La remuneración relacionada con acciones (opciones sobre acciones ejercidas y adjudicaciones de acciones adquiridas) promedió 16,7 millones de dólares en 2023 y representó el 77,6% de la remuneración promedio realizada de los directores ejecutivos.

El informe va mucho más allá. La remuneración de los directores ejecutivos se ha ido distanciando de la de otros trabajadores muy bien pagados. En las últimas tres décadas, el sueldo de los directores ejecutivos creció mucho más rápido que la de los asalariados del 0,1% más rico (aquellos que ganan más del 99,9% de los asalariados).

El sueldo de los directores ejecutivos en 2022 (el último año para el que hay datos disponibles sobre los asalariados del 0,1% más rico) fue 9,4 veces superior a la de los asalariados del 0,1% más rico, una relación 6,8 puntos mayor que la relación promedio de 2,6 a 1 entre los directores ejecutivos y el 0,1% más rico durante el período 1965-1978.

El hecho de que la remuneración de los CEO haya crecido mucho más rápido que la del 0,1% de los que más ganan indica que el crecimiento de la remuneración de los altos directivos no refleja simplemente una carrera competitiva por las habilidades que también aumentaría el valor de los profesionales bien pagados en términos más generales, sino que sugiere el crecimiento de importantes rentas económicas (ingresos no relacionados con un crecimiento correspondiente de la productividad) en la remuneración de los CEO.

Los sueldos de los altos directivos no parecen reflejar la mayor productividad de los ejecutivos, sino su capacidad para extraer concesiones de los consejos de administración de las empresas, gracias a los disfuncionales sistemas de gobierno corporativo. Pero como gran parte de los ingresos de los CEO constituyen renta económica, no habría un impacto adverso en la producción de la economía ni en el empleo si los CEO ganaran menos o pagaran más impuestos.

Si los que más ganan no se hubieran alejado de manera tan drástica, habría margen para un crecimiento salarial más amplio para el resto de la fuerza laboral. La mayor parte del aumento de la desigualdad en las últimas cuatro décadas ha redistribuido los salarios en detrimento de la mayoría de los trabajadores.

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