La vivienda es uno de los mayores problemas para la ciudadanía española, junto con la situación decrépita del mercado laboral. A pesar de ello, la propaganda monclovita y sanchista insisten en afirmar que las cosas están mejor ahora que cuando llegó Sánchez a la Moncloa.
El dato mata el relato y la realidad a la propaganda. El mercado de la vivienda en España se aleja mucho más de la capacidad económica de las clases medias y trabajadoras. Mientras esto ocurre, el gobierno ha decidido tirar por el camino de la propaganda, de la manipulación de datos oficiales y de no hacer nada.
Según el estudio del portal pisos.com, el precio de los alquileres se ha incrementado en un 8,22% respecto a 2023. Esto es un hecho que frustra a la ciudadanía, porque con unos salarios impropios de la cuarta economía de la UE, el acceso a una vivienda en propiedad es una utopía.
La incapacidad del gobierno Sánchez para solucionar los problemas salariales de los ciudadanos cierra el acceso a la vivienda, sobre todo a los jóvenes y está forzando a las familias a dilatar sus planes de vida, porque económicamente es imposible responder, ya no solo a la mensualidad, sino a las garantías exigidas, que incluyen avalistas.
La vivienda es un problema sistémico, afecta a toda España, independientemente de quien gobierne. Por eso, desde los diferentes gobiernos se están intentando buscar soluciones que lo que están provocando es una subida artificial de las rentas del alquiler. Los especuladores privados son lo que tienen, aprovechan cualquier oportunidad para ganar dinero, a costa de lo que sea.
En la España de Pedro Sánchez, en el Madrid de Ayuso, en la Cataluña de Illa o en la Andalucía de Moreno Bonilla, alquilar un piso se ha convertido en un quebradero de cabeza para las personas que se encuentran con precios desorbitados y oferta escasa, lo que está provocando que el mercado pierda competitividad y que no se creen nuevas familias.
Esta situación no se solucionará sin una respuesta contundente y rápida por parte del gobierno de Sánchez. Mientras los precios de la vivienda, tanto en propiedad como en alquiler, están por las nubes, los salarios crecen a un ritmo muy inferior. Según los datos del Ministerio de Trabajo, los salarios de convenio crecieron un 4,4% en lo que va de 2024, la mitad que la subida del precio medio del alquiler.
A esto hay que sumar que el mercado laboral está absolutamente precarizado, con contratos a tiempo parcial y temporal, con un descenso de las horas trabajadas y millones de horas extra impagadas.
Mientras tanto, Sánchez está más preocupado de su futuro político y de mantenerse en el poder, con amnistías y conciertos económicos ilegales.