España y el resto de países europeos han convertido a África en un inmenso vertedero para deshacerse de sus residuos tóxicos altamente contaminantes. El destrozo ecológico que los occidentales estamos ocasionando en el Tercer Mundo es un problema todavía por cuantificar pero que se antoja ya irreparable. Electrodomésticos y materiales peligrosos entran sin control en numerosos países africanos y también asiáticos. Ghana, por ejemplo, importa al menos 40.000 toneladas métricas de desechos electrónicos cada año y Agbogbloshie, un barrio de la ciudad de Acra, se ha convertido en el mayor centro no oficial de reciclaje del mundo, informa EuroNews.
Según el informe The world-wide waste web, publicado por Nature, los países comercian a nivel mundial con toneladas de materiales de desecho cada año, algunos de los cuales son altamente peligrosos. Se han encontrado evidencias de contaminación por metales pesados, por compuestos orgánicos volátiles y/o por contaminantes orgánicos persistentes, que son utilizados como huellas químicas, debido al manejo inadecuado de los residuos en varios de estos países.
A nivel mundial, se producen anualmente entre 7 y 10.000 millones de toneladas de desechos incluidos entre 300 y 500 millones de toneladas de desechos peligrosos: explosivos, inflamables, tóxicos, corrosivos y de riesgo biológico. Aproximadamente el 10% de este material se comercializa a través de la red mundial de residuos (W4). Para abordar los problemas de los residuos peligrosos, las Naciones Unidas crearon en 1989 el Convenio de Basilea sobre el Control del Movimiento Transfronterizo de Residuos Peligrosos y su Eliminación. El Convenio tiene como mandato el seguimiento del comercio mundial de residuos. Los países informan sobre la cantidad de residuos importados y exportados, pero apenas dan cuenta sobre el comercio ilegal.
Se calcula que más de 352.000 toneladas de residuos tóxicos salen cada año de la UE hacia países en desarrollo de África, Europa del este y Asia, un fraude que ha descubierto el informe de Holes in the circular economy haciendo un seguimiento de la basura electrónica europea mediante la colocación de dispositivos GPS en algunos aparatos. Uno de los dispositivos que Equo depositó en un Punto Limpio de España acabó en Nigeria.
Mafias en España se lucran con el envío de residuos a África
En las últimas horas, la Comandancia de Las Palmas y Vigilancia Aduanera de la Agencia Tributaria ha llevado a cabo una importante operación contra las redes clandestinas que se dedican a traficar con residuos peligrosos hacia el Tercer Mundo. Durante el mes de noviembre y principios de diciembre, fueron investigados 43 integrantes de una organización criminal por presuntos delitos contra el medio ambiente y falsificación documental además de pertenencia a organización criminal, que en los dos últimos años habían logrado trasladar desde la isla de Gran Canaria a África más de 5.000 toneladas de residuos peligrosos de aparatos eléctricos, obteniendo beneficios económicos que superan el 1.500.000 de euros.
En el inicio de la investigación se detectaron cinco instalaciones clandestinas dedicadas a la gestión ilícita de residuos a lo largo de la isla de Gran Canaria, en las cuales se recogían, almacenaban, manipulaban y se cargaban residuos peligrosos de aparatos eléctricos para ser trasladados a países africanos, principalmente Mauritania, Nigeria, Ghana y Senegal desde el puerto de La Luz de la capital grancanaria. Por ello, los investigadores de Las Palmas realizaron inspecciones y registros que llevaron a intervenir e inmovilizar en origen más de 300 toneladas de estos residuos y 14 contenedores que se encontraban dispuestos para el traslado.
Además, la organización criminal sustraía los residuos del cauce legal de gestión, para lo que contaban con una supuesta empresa que falsificaba documentos para dar apariencia de legalidad a la operación. Estos residuos, que están catalogados como peligrosos, al final de su vida útil tienen que ser entregados a un gestor autorizado para su correcta descontaminación ya que este tipo de basura cuenta con componentes que contienen mercurio, plomo, cadmio, arsénico, fósforo y gases que agotan la capa de ozono y afectan al calentamiento global.
En las instalaciones clandestinas clausuradas, se vendían a los responsables de los traslados los residuos que posteriormente serían llevados a países africanos haciéndolos pasar por artículos de segunda mano.
En el curso de la investigación se detectó que más de 331 contenedores, enviados de manera ilícita en los últimos dos años al continente africano, pasaron por las manos de esta organización que proporcionaba la documentación falsa necesaria para certificar que los residuos habían sido sometidos a un proceso de descontaminación y reutilización. Dentro de la organización criminal se encontraban empresas de residuos y servicios técnicos que certificaban la mercancía. Las diligencias junto con los detenidos quedaron a disposición de la Fiscalía Provincial Coordinadora de Medio Ambiente de Las Palmas.