La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado a bombo y platillo un nuevo paquete de deducciones y bonificaciones fiscales destinado a "revitalizar el mercado de la vivienda" y aliviar el impacto del incremento del Euribor en las hipotecas. Según Ayuso, estas medidas supondrán un ahorro de casi 100 millones de euros y beneficiarán a más de 450.000 personas. Sin embargo, una mirada más cercana a los datos revela que estas promesas podrían ser sólo humo y espejos, destinados a generar titulares más que a ofrecer soluciones reales a los problemas que enfrentan los madrileños.
Promesas basada en datos erróneos
Ayuso ha prometido una bonificación en el IRPF del 25% sobre el incremento de los costes de financiación de la vivienda habitual debido al alza de los tipos de interés, tomando como referencia el Euribor de 2022. Sin embargo, el análisis de los datos muestra que esta medida es, en el mejor de los casos, simbólica. En 2022, el Euribor finalizó en un 3,018%, mientras que en junio de 2024 es de 3,650%. Esto representa un incremento de apenas 0,632 puntos porcentuales, una diferencia prácticamente ridícula en términos de impacto real en las cuotas hipotecarias mensuales de los ciudadanos.
Para poner esto en perspectiva, para una hipoteca de 150.000 euros a 25 años, este incremento podría traducirse en un aumento de aproximadamente 20-30 euros al mes. La medida propuesta por Ayuso, por lo tanto, ofrece un alivio fiscal mínimo que no aborda de manera significativa el problema del acceso a la vivienda o el coste real de las hipotecas.
El Euribor y las previsiones futuras
Además, las previsiones indican que el Euribor podría terminar el año en torno al 3%, lo que significaría un retorno a niveles similares a los de 2022. En otras palabras, el supuesto "alza" en los tipos de interés que Ayuso pretende mitigar podría no ser tan significativo como sugiere. Esto plantea la pregunta de si esta medida es realmente necesaria o simplemente una táctica para ganar apoyo político sin ofrecer un beneficio tangible a los ciudadanos.
Excluyendo a los hipotecados con tasa fija
Es crucial señalar que esta medida no afecta a los hipotecados con tasa fija, quienes han optado por este tipo de financiación precisamente para evitar las fluctuaciones del Euribor. Estos ciudadanos, que representan una proporción considerable de los hipotecados en la Comunidad de Madrid, no verán ningún beneficio de las bonificaciones fiscales propuestas, lo que deja a un gran segmento de la población fuera de las supuestas ventajas fiscales.
Impacto en el mercado de alquiler
Ayuso también ha propuesto deducciones en el IRPF para los propietarios que pongan su vivienda en alquiler, con el objetivo de reactivar el mercado de arrendamiento en la Comunidad de Madrid. Sin embargo, esta medida parece ignorar las complejas dinámicas que realmente afectan al mercado, como la falta de viviendas asequibles y la proliferación de alquileres turísticos. Al ofrecer deducciones fiscales, Ayuso parece más interesada en contentar a los propietarios que en solucionar los problemas de acceso a la vivienda para los inquilinos.
Además, la invasión de los apartamentos turísticos en el centro de Madrid ha alcanzado un punto crítico, con un 25% de las viviendas en alquiler destinadas a turistas. Esta tendencia está desfigurando el paisaje urbano y afectando negativamente a los residentes, quienes enfrentan mayores dificultades para encontrar viviendas asequibles y mantener la calidad de vida en sus barrios.
Beneficios para municipios rurales
Otra propuesta de Ayuso son las deducciones en el IRPF por la adquisición o rehabilitación de viviendas en municipios de menos de 2.500 habitantes, y bonificaciones del 100% en el impuesto de Transmisiones Patrimoniales y en el de Actos Jurídicos Documentados en zonas rurales. Si bien estas medidas pueden ser beneficiosas para revitalizar áreas despobladas, su impacto en la resolución de los problemas de vivienda en las áreas metropolitanas, donde la demanda es más alta, será limitado.
Promesas que no abordan el problema de fondo
Desde 2019, la Comunidad de Madrid ha reducido los impuestos en 21 ocasiones, generando, según Ayuso, un ahorro de 31.000 millones de euros para los madrileños. No obstante, estas rebajas fiscales no han resuelto los problemas estructurales del mercado de la vivienda, ni han proporcionado un alivio significativo a quienes más lo necesitan. Las promesas de Ayuso, aunque parecen generosas en el papel, no abordan el problema de fondo: la necesidad de una política integral que incluya tanto la promoción de viviendas asequibles como la protección de los derechos de los inquilinos.
Las promesas de Isabel Díaz Ayuso sobre nuevas deducciones y bonificaciones fiscales suenan atractivas en la superficie, pero una vez que se analizan los datos y se considera el contexto real, se revelan como medidas insuficientes y simbólicas. La diferencia mínima en el Euribor, las exclusiones significativas de las propuestas y la falta de un enfoque integral indican que estas medidas son más una estrategia política que una solución real para los problemas del mercado de la vivienda en Madrid. Los madrileños merecen políticas que verdaderamente aborden sus necesidades y no solo promesas vacías destinadas a generar titulares.