El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, el del "no a todo", continua con su delirio. El líder popular, lejos de buscar soluciones para los no pocos problemas que afronta España, decide recurrir ante el Tribunal Supremo la medida de gracia a los presos del procés que hoy aprobará el Gobierno en Consejo de Ministros. Santiago Abascal no se queda corto y va más lejos anunciando una querella criminal a todos y cada uno de los ministros del Ejecutivo de Sánchez.
Recurso improcedente
Casado sabe que, tras el informe en contra del Alto tribunal, puede tener cierto respaldo. No obstante, caben bastantes dudas sobre la potestad de Casado de recurrir una medida de carácter político que contempla la Constitución y que en este momento es más que necesaria para serenar los ánimos en Cataluña.
También es verdad, que aunque juristas de prestigio han considerado la improcedencia del recurso del Partido Popular a los indultos, no sería de extrañar que el TS, que se debe a quien se debe, dejara una puerta abierta avivando, si cabe, aún más la crispación.
Además, el Partido Popular obvia la mayoría con la que salieron refrendados los indultos en el Congreso de los diputados la pasada semana al rechazar la moción de su formaciónpara que el Gobierno de Pedro Sánchez cejase en su empeño de indultar a los presos del procés y abandonase su pretensión de derogar o modificar el delito de sedición.
Como siempre, la derecha, no asume las mayorías cuando no las ostenta. Como siempre, la derecha, intenta pervertir la democracia si no va con ellos.
Esta mañana, desde el Partido Popular anunciaban que "no iban a esperar a que los indultos fueran publicados en el BOE" y que presentarían el recurso ante el Supremo hoy mismo.
VOX
Como no podía ser de otra manera, en esa lucha constante entre PP y VOX de "a ver quién es más facha", el líder de la formación de la ultraderecha, Santiago Abascal, anuncia que va más allá y presentará una querella criminal por cada ministro y miembro del Consejo Ministros.
Resolver conflictos por la vía política no es el fuerte de Casado y mucho menos de Santiago Abascal. Es mejor no imaginarse vivir esta situación con un gobierno de estos dos representantes de la intolerancia, los más amigos de la confrontación. Posiblemente veríamos tanques en la calle y,el conflicto, lejos de apaciguar los ánimos, estaría cerca de un caos absoluto.
Resulta casi insultante ver cómo mientras desde el Ejecutivo se busca la concordia, la oposición, sin saberse bien si la motivación es la ideología, cosa que provocaría un alto grado de preocupación a cualquiera con dos dedos de frente, o con un simplón fin electoralista,se planta con un NO a todo.
Cierto es que las idas y venidas de las cabezas visibles del independentismo catalán no ayudan. No obstante, a nadie le debería caber la menor duda de que el conflicto catalán, avivado y agravado por el gobierno popular de Mariano Rajoy, tiene que finalizar y este, el de los indultos a los presos del procés, es uno de los caminos a seguir en la busca de la concordia y la normalidad.
Pero no, la derecha no da el brazo a torcer, no vaya a ser que sea la izquierda la que dé solución a un problema de este calado como en su día hizo con la lacra del terrorismo de ETA.
Parece que los indultos, según VOX, son un golpe de estado. El indulto a Tejero, que sí protagonizó un golpe de estado y la emprendió a tiros ni más ni menos que en el Congreso de los diputados,parafraseando a Rajoy, ... ya tal.