La discriminación, especialmente en los ámbitos laboral y educativo, tiene un impacto directo y significativo en el Producto Interior Bruto (PIB) de un país. En el caso de España, un informe reciente estima que este impacto asciende a 17.000 millones de euros anuales, lo que representa un 1,3% del PIB. Este efecto se descompone principalmente en dos áreas clave:
1. Impacto en el mercado laboral (1% del PIB)
La discriminación laboral reduce la productividad, la participación en el mercado de trabajo y los ingresos percibidos por los trabajadores extranjeros, lo que afecta al crecimiento económico de las siguientes maneras:
- Tasa de desempleo más alta: La población extranjera en España tiene una tasa de desempleo del 18,2%, significativamente superior al 11,6% de la población autóctona. Esto supone que 248.000 personas quedan fuera del mercado laboral debido a discriminación, lo que genera una pérdida económica de 5.100 millones de euros.
- Brecha salarial: Las personas extranjeras ganan de media 500 euros menos al mes que sus equivalentes autóctonos. Esto se traduce en una pérdida anual de 2.200 millones de euros en salarios que no se perciben y, por lo tanto, no se inyectan en la economía.
- Sobre cualificación: El 15% de los trabajadores extranjeros con estudios superiores o secundarios están empleados en puestos por debajo de su formación. Esto implica una pérdida de 2.800 millones de euros derivados del desaprovechamiento de su talento y habilidades.
En total, la discriminación en el ámbito laboral genera una pérdida de 12.300 millones de euros, lo que equivale a un 1% del PIB español.
2. Impacto en la educación (0,36% del PIB)
La discriminación educativa afecta a las oportunidades futuras de los jóvenes extranjeros, reduciendo su capacidad de contribuir al PIB. Esto ocurre a través de:
- Tasa de escolarización inferior: Los jóvenes extranjeros tienen un 17% menos de tasa de escolarización que los autóctonos, lo que afecta a 222.000 personas que no acceden a estudios en igualdad de condiciones. Esto supone una pérdida de 3.400 millones de euros en ingresos futuros.
- Mayores tasas de abandono escolar: La población estudiantil extranjera enfrenta peores resultados académicos, mayores tasas de repetición y más exposición al acoso escolar. Estas barreras incrementan el abandono escolar, reduciendo su potencial de contribución al mercado laboral en el futuro.
- Menor nivel educativo alcanzado: Los estudiantes extranjeros tienen menos probabilidades de acceder a estudios superiores, lo que limita su capacidad de generar ingresos más altos a lo largo de su vida laboral.
En conjunto, la discriminación educativa supone una pérdida de 4.800 millones de euros, o un 0,36% del PIB.
Impacto general en el PIB
El impacto combinado de la discriminación en los sectores laboral y educativo alcanza el **1,3% del PIB español**, equivalente a **17.000 millones de euros anuales**. Este es un coste significativo para la economía, que podría ser mitigado con políticas inclusivas que fomenten la igualdad de oportunidades y aprovechen plenamente el talento y las habilidades de la población extranjera.
¿Cómo podría mejorar el PIB sin discriminación?
Erradicar la discriminación permitiría:
1. Incrementar la productividad laboral: Más personas tendrían acceso a trabajos acordes a su cualificación, aumentando su contribución económica.
2. Reducir la desigualdad salarial: Esto se traduciría en mayor consumo y, por ende, mayor dinamismo económico.
3. Potenciar el talento educativo: Una mejor educación para los jóvenes extranjeros generaría profesionales más capacitados, impactando positivamente en sectores clave de la economía.
Eliminar la discriminación no solo es un imperativo ético y social, sino que también tiene el potencial de impulsar significativamente el crecimiento económico y el bienestar general.