La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, siempre se ha posicionado en favor de Israel, haga lo que haga, perpetre los crímenes de guerra y de lesa humanidad que perpetre.
Ayer, en un acto de recuerdo a las víctimas del Holocausto, Ayuso realizó unas declaraciones absolutamente ultrasionistas, no muy alejadas de los ultraortodoxos que gobiernan Israel. Esto supone un absoluto blanqueamiento de los crímenes de guerra y contra la humanidad que ha perpetrado, perpetra y perpetrará Israel.
«Hoy nos llena de esperanza el incipiente acuerdo de paz en Israel. Si no hay paz en Israel, no la hay en el mundo. Si Israel no está segura, no lo estaremos ninguno porque Israel es la primera y más importante frontera del mundo libre, es la única democracia de Oriente Próximo. Aún quedan muchos rehenes secuestrados, no sabemos en qué condiciones. Nadie puede descansar hasta que todos regresen sanos y salvos junto a sus seres queridos…aunque todos los días está conociéndose de manera cruel el final de muchos de ellos. Lo ocurrido en octubre de 2023 es una herida imborrable en la conciencia de todas las personas decentes de este mundo. Como no faltan los inhumanos dispuestos a mentir sobre lo ocurrido, siempre es una buena ocasión, por tanto, también recordar aquel día terrible donde más de 1.200 mujeres niños y bebés fueron torturados, mutilados y violados salvajemente», afirmó Ayuso.
Por un lado, la presidenta madrileña habla del acuerdo de paz pero no menciona que Israel lo está violando todos los días, con asesinatos selectivos de palestinos, incluidos niños, tal y como sucedió ayer con un niño de 5 años. ¿Es de personas indecentes afirmar que Israel asesina niños de igual modo en que hicieron los nazis?
Ayuso no menciona las, al menos, 50.000 personas que han sido asesinadas en Gaza por el Ejército de Israel, las torturas en las prisiones, incluso a niños y adolescentes, los asentamientos ilegales que violan el derecho internacional y han sido calificados por Naciones Unidas como crimen de guerra. De eso, Ayuso no dice nada y, en consecuencia, el silencio es sinónimo de aprobación.
Las palabras de la presidenta madrileña dan a entender que todo aquel que denuncia los crímenes de guerra y contra la humanidad de Israel no es decente. Los atentados terroristas de octubre de 2023 se produjeron porque Israel lo permitió. Según documentos oficiales hechos públicos por la cadena estatal israelí, los servicios de inteligencia israelíes conocían ya en el mes de septiembre con un alto grado de precisión los planes de Hamás para secuestrar a un número de entre 200 y 250 personas, tanto civiles como militares.
Ese informe de inteligencia estaba en posesión del Ejército de Israel tres semanas antes de los ataques de Hamás del 7 de octubre. El documento hecho público por Kan fue redactado por la Unidad 8200 y contiene información sobre los entrenamientos de los milicianos. "A las 11 de la mañana, se observó a varios grupos reuniéndose para orar y almorzar antes del inicio del entrenamiento. Al mediodía se distribuyen equipos y armas a los combatientes, tras lo cual se lleva a cabo un simulacro. A las 2:00 pm comienza la práctica de allanamiento," señala el informe. Además, el documento indicaba que se estaban realizando ejercicios para el mantenimiento de rehenes en Gaza.
Ayuso no dice nada de esto, del mismo modo en que guarda silencio sobre el hecho de que para Benjamín Netanyahu, un criminal de guerra con una orden de busca y captura internacional, no había mejor forma de sobrevivir a las causas de corrupción por las que será juzgado era provocar una guerra.
En otro orden, la calificación de que Israel es la única democracia de Oriente Próximo, oculta que, tal y como indican informes oficiales de Naciones Unidas, ese país que tanto exalta Ayuso está demostrado que ha perpetrado crímenes contra la humanidad como asesinatos, torturas, violencia sexual y desplazamientos forzosos repetidos que equivalen a traslados forzosos.
A esto hay que sumar ataques indiscriminados contra civiles y bienes de carácter civil, el uso del hambre como arma de guerra, los ataques contra el personal y las instalaciones sanitarias, así como contra trabajadores humanitarios, las restricciones arbitrarias al acceso a la ayuda vital, y los ataques contra periodistas, los castigos colectivos y la perfidia.
Un informe de Naciones Unidas es contundente: «Los actores políticos y judiciales deben considerar la totalidad de tales actos contra toda la población civil bajo ocupación israelí, que son personas protegidas y no constituyen objetivos militares según el derecho internacional. Los actos dirigidos a su destrucción total o parcial son genocidas. Los ataques indiscriminados, entre ellos contra los refugios para desplazados y el hospital Kamal Adwan y sus inmediaciones, y la intensificación de las condiciones de asedio del norte de Gaza durante los últimos meses son contrarios al deber legal de Israel de garantizar la protección de la población civil».
No reconocer estos crímenes es blanquearlos y Ayuso sólo carga la culpa en el lado palestino, equiparando, por otro lado, a todo el pueblo palestino, los verdaderos dueños de la tierra, con el terrorismo de Hamás. Israel es un Estado que practica el genocidio, el apartheid, las políticas de exterminio, la supremacía racial y el terrorismo de Estado.