Franquismo zombi, el delirio reaccionario de la Plataforma 2025

La Plataforma 2025 resucita el franquismo más rancio con un manifiesto plagado de mentiras, revisionismo histórico y una peligrosa nostalgia totalitaria

28 de Marzo de 2025
Actualizado el 31 de marzo
Guardar
Franquismo zombi: el delirio reaccionario de la Plataforma 2025

En pleno 2025, cuando el mundo gira con vértigo hacia la inteligencia artificial, los desafíos climáticos globales y los complejos entramados de la convivencia democrática, la Plataforma 2025 emerge como un esperpento anacrónico, como una parodia sin gracia de una España enterrada —pero no lo suficiente—. Y no lo hace con una voz tímida, ni desde la sombra del rencor, sino con el pecho henchido de orgullo por un dictador, Francisco Franco, cuya obra no fue sino un largo e infame legado de represión, censura, desigualdad y muerte.

¿Y qué hace esta plataforma? Clama por la “verdad” —con mayúscula mesiánica— y por la reivindicación del franquismo. Su manifiesto, plagado de exabruptos reaccionarios y revisionismo histórico, es un vómito ideológico que no sólo insulta la inteligencia colectiva, sino que pisotea la memoria de cientos de miles de españoles que fueron asesinados, perseguidos o silenciados por el régimen que hoy estos nostálgicos pretenden glorificar.

Una memoria amañada: la nostalgia como arma

La Plataforma 2025 no es una organización de memoria, sino de amnesia interesada. Nos pide que olvidemos las cunetas con cadáveres sin nombre, las fosas comunes aún sin abrir, los campos de concentración españoles, las ejecuciones sin juicio, los exilios forzosos, las torturas sistemáticas, la censura total de prensa, la persecución ideológica, la subordinación de la mujer y el adoctrinamiento obligatorio en los valores de un nacionalcatolicismo asfixiante.

Dicen que “Franco salvó a España”. ¿De qué? ¿De la democracia, de las reformas sociales, del laicismo, del derecho a disentir? No salvó, reprimió. No rescató, fusiló. No guio, impuso. No gobernó, dictó. La Guerra Civil no fue una gesta heroica, sino un golpe de Estado contra un gobierno legítimo. La “Cruzada” que celebran fue una carnicería justificada con incienso y sangre.

Un régimen sin libertad no merece nostalgia

Hablan de hospitales, escuelas y viviendas como si fueran un milagro franquista. Pero incluso el régimen más autoritario es capaz de levantar infraestructura: lo que diferencia a una democracia de una dictadura no son las carreteras, sino las libertades. Y esas, con Franco, no existían.

Dicen que “erradicó el analfabetismo” pero no mencionan que prohibió libros, encarceló a escritores, persiguió ideas y exilió a intelectuales. Presumen de Seguridad Social pero ocultan que miles de trabajadores no tenían derechos ni sindicatos libres. Defienden la vivienda pública, pero callan ante las viviendas vacías de justicia y libertad.

Afirman con soberbia que Franco instauró “la verdadera reconciliación” al silencio de las fosas. ¿Reconciliación? Reconciliación no es olvido impuesto, ni criminalizar a quienes hoy buscan la verdad de sus familiares desaparecidos. La reconciliación fue la Transición, no la imposición del miedo.

El delirio llega a su clímax cuando proclaman que “Franco fue la espada más limpia de Europa”. ¿Limpia de qué? ¿De humanidad? Su régimen manchó con sangre nuestra historia, y aún hoy hay heridas sin cerrar, víctimas sin justicia, y verdugos impunes.

La Plataforma 2025, lejos de buscar diálogo o memoria, es un nido de revisionistas que quieren resucitar un pasado totalitario envuelto en incienso y ruido de botas. No hay ni un solo valor democrático en su discurso: ni pluralismo, ni autocrítica, ni derechos humanos. Sólo un odio recocido a todo lo que huela a diversidad, feminismo, progreso o libertad. 

Franco fue un dictador. Murió en la cama, sí, pero sus víctimas aún no han encontrado descanso. Y hoy, cuando estos nostálgicos del horror claman que “no olvidan ni callan”, es deber de todos recordar, hablar y denunciar. La democracia no se defiende callando ante quienes quieren revivir a sus verdugos.

Lo + leído