Vox ha decidido poner fin a su relación de colaboración con el Partido Popular (PP) en el Congreso de los Diputados. Esta decisión surge como respuesta a lo que Vox percibe como un desdén por parte del PP, liderado por Alberto Núñez Feijóo, y sus recientes pactos con el PSOE y Sumar.
Según Ignacio Garriga, secretario general de Vox, estos hechos demuestran que el PP no está interesado en trabajar conjuntamente con Vox para hacer frente a lo que ellos consideran un "golpe de Estado" liderado por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en referencia a las políticas de amnistía que se están promoviendo.
Garriga, durante una rueda de prensa, ha expresado su decepción, señalando que los españoles no comprenden la actitud del PP, que parece más inclinado a distanciarse de Vox que del PSOE. Ha remarcado que este distanciamiento es una lástima, especialmente cuando Vox había ofrecido colaborar en distintos niveles, tanto a nivel nacional como internacional, para contrarrestar las acciones del gobierno actual.
Los límites de la ruptura
No obstante esta ruptura tiene sus límites. Vox ha dejado claro que su decisión no afectará las alianzas en las comunidades autónomas donde actualmente gobierna en coalición con el PP. Esto significa que, a pesar de la tensión en el ámbito nacional, a nivel regional, ambas partes continuarán trabajando juntas, manteniendo sus pactos y colaboraciones.
En un tono crítico, Garriga ha cuestionado la falta de firmeza del PP y su disposición a frenar la tramitación de la ley de amnistía, especialmente en el Senado, donde el PP tiene una posición más fuerte. Ha insinuado que el PP debería repasar los conceptos de "valentía" y "audacia", acusándolos de no mostrar la determinación necesaria para enfrentar los desafíos políticos actuales.
Esta decisión de Vox revela las complejidades y las tensiones dentro de la derecha española, destacando la dificultad de mantener un frente unido frente a un panorama político cada vez más fragmentado. De todas formas, de poco le vale a la derecha romper sus alianzas en el Congreso, juntos no suman para sacar adelante ningún proyecto conjunto, para muestra está la investidura fallida de Alberto Núñez Feijóo que parecen no haber superado todavía ni unos, ni otros.