España es un país corrupto y, como tal, la corrupción está instalada en todos los ámbitos de la sociedad, desde la Justicia hasta las relaciones comerciales, incluidas las más habituales. Sin embargo, la corrupción que más ruido genera es la de la clase política, y en España hay un historial demasiado amplio.
El llamado Caso Koldo ha asestado un golpe durísimo al gobierno de Pedro Sánchez porque, presuntamente, se dio en el interior de ese Ejecutivo. Las investigaciones de la Guardia Civil parecen demostrar la supuesta implicación del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, en una trama en la que, según lo señalado en el sumario judicial, también estarían presuntamente implicados un empresario conseguidor y el principal asesor de Ábalos.
Si ya había generado escándalo la primera parte de la investigación, el nuevo informa de la UCO ha asestado un golpe muy duro al presidente del Gobierno, puesto que aparecen comunicaciones con el propio Pedro Sánchez, además de menciones que, según la Guardia Civil, se refieren a él como el «número 1».
Esas menciones, además, se unen con uno de los hechos que se relacionan con el Caso Begoña Gómez: el rescate de Air Europa. Todo muy chusco, todo muy sospechoso y un presidente del Gobierno no puede tener la más mínima mácula de implicación en esta trama. De momento son indicios, pero la relación entre ambos asuntos resulta evidente, puesto que, además, en esos días se produjo una reunión de la esposa de Sánchez con el CEO de la aerolínea que fue rescatada con más de 600 millones de euros de dinero público.
A todo lo anterior hay que unir el hecho de que uno de los implicados en la trama, el conseguidor Víctor de Aldama se encuentra en prisión incondicional en una causa por presunto fraude a la Hacienda Pública relacionado con la comercialización de hidrocarburos.
Aldama es el que da miedo al PSOE porque todo indica que va a «cantar la Traviatta». En la primera parte del sumario, a la que Diario16+ ha tenido acceso, la Guardia Civil indicó que las conversaciones entre los supuestos implicados en la trama del Caso Koldo estaban inquietos porque había sido citado a declarar por una cuestión fiscal. Y ahí también hablaron de Air Europa, de Pedro Sánchez, de Begoña Gómez y de la vicepresidenta de Venezuela.
Según indica en un informe el Instituto Armado, el día 4 de octubre de 2023, entre las 19.30 y las 19.51 horas, Juan Carlos Cueto e Íñigo Rotaeche [dos de los presuntos comisionistas] se ponen en contacto. En el transcurso de ambas comunicaciones, el primero informa a su interlocutor de que la Agencia Tributaria ha citado a Aldama [Víctor de Aldama, uno de los empresarios implicados] para que comparezca el día 18 de octubre. En esa conversación, Cueto manifiesta que la comparecencia ante las autoridades fiscales la tiene que preparar inmediatamente porque cuando pregunten a Aldama por los contratos «no sabrá ni su contenido».
Además, el informe policial añade que cuando «el inspector le diga que le niegan todos, incluido Air Europa, Aldama va a enfurecer y va a saltar». Finalmente, Cueto hace la siguiente reflexión sobre los asuntos que el inspector de Hacienda preguntará a Aldama: «Le preguntarán por todos, por mí, por Angola, por Ábalos [entonces ministro de Transportes], por el presidente del Gobierno, por la ministra de Defensa, por Delcy [en referencia a Delcy Rodríguez, la ministra venezolana de Nicolás Maduro], por las maletas... por todo».
Ese es el temor que hay ahora en un PSOE que se encuentra en las semanas previas a un Congreso Federal que fue adelantado de manera unilateral por Pedro Sánchez: lo que pueda salir.
Sánchez se encuentra en una situación insostenible, un golpe más a su debilidad política porque el hecho de que la Guardia Civil le señale como «el número 1» ya le vincula con la trama, aunque no se beneficiara directamente de la misma. El hecho de que tuviera conocimiento de los movimientos, ya le hace responsable, al menos, desde un punto de vista político.
España, una historia de corrupción
La corrupción es inherente a la idiosincrasia española, es históricamente sistémica. El Arcipreste de Hita, en el siglo XIV, ya lo mencionaba en sus poemas, por no hablar de los autores del siglo de Oro. El propio Miguel de Cervantes fue encarcelado por quedarse una parte de los impuestos que recaudaba.
La corrupción ha llegado, históricamente, a las más altas instituciones del Estado. No se han salvado ni los reyes. Más allá de las cuestiones relacionadas con Juan Carlos I, los borbones han estado implicados en casos de tráfico de armas, concesiones mineras en las colonias o en el tráfico de esclavos.
Durante el franquismo, la corrupción era más o menos permitida como herramienta de control político para los posibles opositores dentro del régimen. Hubo grandes casos en los que estuvieron implicados desde familiares de Franco hasta altos oficiales de las Fuerzas Armadas. Es más, se llegó incluso a proponer como sustituto de Carrero Blanco a un almirante que estaba presuntamente implicado en varios casos de corrupción.
Durante la democracia, todos los partidos políticos han estado implicados. En la época de Felipe González, a quien se llegó a asimilar como el «señor X» de los GAL, aparecieron casos como Filesa, Ibercorp, Time Export, Rubio, Cruz Roja, Renfe, el hermano de Alfonso Guerra, etc.
En el gobierno de José María Aznar, ministros como Rodrigo Rato o Eduardo Zaplana han estado implicados en casos de corrupción y han pasado por la cárcel por ello. Esa fue la época en la que se inició el Caso Gürtel. Aznar llegó al poder a hombros de la supuesta implacabilidad contra la corrupción del felipismo y luego se engendró en su propio gobierno y su partido.
La corrupción siguió aflorando durante la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero, con entre otros, el Caso Campeón que implicaba, entre otros, al exministro de Transporte José Blanco.
En el gobierno de Mariano Rajoy, destacaron los Papeles de Bárcenas, en las que aparecían apuntes contables de dinero presuntamente entregado a un tal M. Rajoy. También se descubrió el pago de la reforma de la sede central del PP en la calle Génova con dinero negro. Finalmente, fue la corrupción la que acabó con esos gobiernos, tras la condena al propio partido por parte de la Audiencia Nacional. Esa sentencia fue lo que provocó que Pedro Sánchez presentara la moción de censura que le llevó a la Presidencia.
Sánchez afirmó en una entrevista en Onda Cero que «una de las diferencias entre Rajoy y yo es que yo soy una persona decente, yo soy un político limpio». En ese mismo programa, dijo que «necesitamos un presidente del Gobierno que se sienta libre para luchar contra la corrupción, pero hoy no lo es porque aparece en los papeles de Bárcenas».
Ahora Sánchez es señalado por la Guardia Civil por ser el «número 1» de la trama Koldo.