Feijóo ha atravesado todas las líneas rojas democráticas. En su duelo por no perder votos con Vox, el jefe de la oposición pasó al ataque en uno de los discursos parlamentarios más duros que se le recuerdan, donde llegó a preguntar a Pedro Sánchez algo tan nauseabundo como “¿Pero de qué prostíbulos ha vivido usted?”. No fue un improperio gratuito o casual. Momentos antes, Abascal se había referido a la banda del “Peugeot” en referencia al propio Sánchez, Santos Cerdán, José Luis Ábalos y Koldo García, sugiriendo que todos ellos debían parar en clubes de carretera durante los días de las primarias en el PSOE. Feijóo debió entender que tenía que ser más duro (o alguien en su partido se lo susurró al oído) y atravesó todas las fronteras del juego limpio y las reglas del sistema democrático.
El duelo dialéctico entre presidente y jefe de la oposición comenzó cuando el primero le afeó sus contactos con un narco gallego. Eso revolvió a Feijóo, que se lanzó al contraataque tirando de lo más sucio y rastrero: difundir un bulo de la cloaca. En efecto, la ‘policía patriótica’ del PP hizo circular el rumor de que el suegro del líder socialista regentaba un negocio de saunas. El bulo apuntaba a que el número dos de Interior de Rajoy habló con el comisario José Manuel Villarejo sobre los negocios del padre de Begoña Gómez, esposa de Sánchez, solo un mes después de su elección como dirigente del PSOE. Según los participantes en los audios, este dato mataría políticamente al hoy jefe del Ejecutivo.
Además, el líder del PP acusó al líder del PSOE de ser un fraude: “No hay maquillaje que tape que es un político destruido (...) Es un fraude. Ha sostenido una gran mentira. No vino a limpiar, sino a ensuciar todo”, le espetó. Fue la diatriba más fuerte que se ha escuchado desde la tribuna de oradores de las Cortes a un dirigente de la derecha convencional o tradicional española. Ni siquiera Aznar, en los peores tiempos de la corrupción del felipismo, llegó tan lejos. Al hombre de las armas de destrucción masiva se le recordará por su “váyase, señor González”, pero el gallego que hoy dirige los destinos de Génova 13 siempre quedará ligado a esta pregunta infame que lo coloca directamente en la peor extrema derecha de este país. Por no hablar de que en su intervención ha atacado a la familia del presidente del Gobierno, algo que no había ocurrido en democracia. Fue Patxi López, portavoz socialista, quien dio la réplica, también bronca como pocas, para acusar al PP de haberse entregado al fascismo.
“Según la justicia, todos estos años han operado como organización criminal. Usted no eligió a personas equivocadas, eligió a las correctas para hacer las cosas equivocadas para llegar al poder”, señaló Feijóo, quien también ha acusado a Sánchez de saber que el que había sido nombrado como nuevo adjunto a la Secretaría de Organización del PSOE, Paco Salazar, había sido acusado de comportamientos inadecuados en el terreno sexual: “Sabía lo de Salazar y usted se calló”, respondió el líder del PP.
Así, reclamó que la única salida para el Gobierno es la convocatoria de elecciones: “Lo mejor es confesar todo lo que sabe, ayudar a devolver el botín y convocar elecciones. Ya no tiene otra salida. ¿Qué estarían diciendo si ocurriese con otro Gobierno?”, afirmó Feijóo.
Por otro lado, el dirigente conservador también se dirigió a los socios del Gobierno con estas palabras: “Sánchez encubrió a un presunto acosador, ¿pero no tienen nada que decir? Los diputados del PSOE son de la lista de súper Santos Cerdán.” No le extraña a Feijóo el apoyo de EH Bildu porque “al fin y al cabo, robar es aún menos que matar”.
Mención especial al PNV, a quien Feijóo ha atacado de manera especial diciéndoles que “no sabe si vive subyugado o subvencionado”: “Señores del PNV: ¿Han revisado motivos por los que apoyaron la moción de 2018? Quién les ha visto y quién les ve”, añadió. Además, profetizó que el PNV pasará a la oposición en Euskadi merced a un supuesto pacto PSOE/Bildu, además de “quedarse sin partido y sin votantes”. Cabe recordar que los diputados nacionalistas vascos se han mostrado muy molestos con esta intervención de Feijóo, que sin duda cierra cualquier posibilidad de pacto entre populares y jeltzales. Hoy, el dirigente del Partido Popular ha dinamitado todos los puentes con posibles socios, salvo Vox, de cara a una investidura.
Feijóo ironizó con el hecho de que la esperanza de los españoles es que “el partido del señor Ábalos y el partido del señor Errejón arreglen todo esto”. Así, pidió a todos los socios del Ejecutivo que “se dejen de milongas” porque esto no va de Sánchez o la ultraderecha, sino de “Sánchez o la decencia”, y les ha recalcado que lo que se dirime es “una purga moral, no ideológica”.