Los bastidores políticos son testigos de estrategias, movimientos y, algunas veces, de una curiosa discordancia entre actores que deberían, en teoría, seguir una jerarquía en los tiempos en los que solicitan, protestan o proponen a la oposición sobre todo en temas de ámbito estatal. En esto, hasta ahora, la coordinación de los diferentes líderes del Partido Popular era un ejemplo. Todos a una.
Sin embargo, desde que el presidente del PP Alberto Núñez Feijóo no ha sido capaz de gobernar el país, esta dinámica se ha roto y se muestra completamente descoordinada en dos de sus máximas figuras:Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, y Alberto Núñez Feijóo, el presidente del PP y frustrado candidato a la presidencia de España.
La consejería de familia, juventud y asuntos sociales de Madrid, bajo el liderazgo de Ayuso, dio ayer un paso al frente solicitando, con urgencia, la convocatoria de la Conferencia Sectorial de Inmigración. La relevancia del tema y la determinación con la que fue planteado podría haber marcado una estrategia nacional para el PP. Sin embargo, sorpresivamente, quien debió haber sido la voz líder en la materia, Feijóo, no se adelantó. Al contrario, salió al escenario un día después, secundando la postura ya planteada por Ayuso.
Esta tardanza en reaccionar y la aparición de Feijóo como una especie de escudero de las decisiones madrileñas no hacen más que poner en evidencia que Feijóo carece, entre otras cosas, de proactividad y,Ayuso, desde su ámbito de competencia, la Comuninad madrileña, parece tomar las riendas en cuestiones que exigirían, a priori, un enfoque más global, o al menos una batuta desde Génova que hiciera entonar una melodía dirigida claramente por Feijóo.
Los roles parecen haberse invertido. En lugar de Feijóo marcando la pauta y Ayuso siguiendo la estrategia nacional, nos encontramos con una presidenta de Comunidad Autónoma que toma la delantera y un presidente de partido que va a rebufo, actuando más como un seguidor que como el líder que se esperaría que fuera.
En la política, la anticipación y el liderazgo son esenciales. Y aunque Ayuso ha demostrado una vez más su capacidad para llevar la batuta, queda en el aire la incógnita sobre la verdadera posición de Feijóo en el escenario político del PP.