El uso estratégico de los derechos de propiedad intelectual (PI) es una de las principales tácticas de evasión fiscal que utilizan las grandes corporaciones multinacionales para evadir o eludir el pago de impuestos.
La propiedad intelectual en estas empresas se refiere, principalmente, a las patentes, los derechos de autor y las marcas registradas que protegen los procesos de producción y la marca de las empresas. En la economía digitalizada, los derechos de propiedad intelectual sobre aplicaciones digitales son los activos más valiosos de una empresa.
Sin embargo, es muy complicado auditar su valor porque son intangibles. Esto provoca que sea fácil para una corporación multinacional transferir la propiedad de sus activos de propiedad intelectual de una empresa dentro de su grupo corporativo a otra.
A menudo, esto significa que hay corporaciones multinacionales que transfieran la titularidad de su propiedad intelectual a sus sociedades en paraísos fiscales corporativos. Estas empresas luego cobran royalties (regalías) al resto de las empresas que conforman el grupo corporativo de la sociedad multinacional por el uso de la propiedad intelectual. Estas empresas son las que están ubicadas fuera de los paraísos fiscales y generan ingresos por la venta de bienes y servicios, es decir, son las que facturan.
Al pagar esas regalías a las partes del grupo corporativo con sede en paraísos fiscales, estas empresas transfieren los beneficios que obtienen de los países donde operan a los paraísos fiscales.
Además, el pago de royalties suele ser totalmente deducible y, como tal, los beneficios con impuestos de las ventas externas se convierten en ingresos por regalías con impuestos bajos que aparecen en la empresa que posee la propiedad intelectual.
Al seleccionar una jurisdicción con impuestos bajos con tratados fiscales adecuados en vigor, la jurisdicción con impuestos altos tampoco aplicará retención impositiva sobre los pagos de royalties. El resultado es que las ganancias se trasladan a paraísos fiscales corporativos y no pagan impuestos.
Según un estudio del doctor Arjan Lejour (Tilburg University) y del profesor de la Universidad de Leiden, Maarten van ’t Riet, al que Diario16+ ha tenido acceso, al menos el 18% de los pagos transfronterizos de royalties entre empresas está motivado por la evasión fiscal. El informe indica que los pagos entre Irlanda y los Países Bajos, y entre este país y las Bermudas ascendieron a 25.000 millones de dólares, los mayores flujos de regalías bilaterales entre países jamás registrados.
Esta estadística extraordinaria se debe al hecho de que los pagos de regalías intragrupo son un ingrediente crucial del doble sándwich irlandés-holandés. Este esquema de planificación fiscal que, según el estudio, ha sido utilizado por empresas como Google y Uber para desviar los beneficios de las actividades de las multinacionales en jurisdicciones de mercado de una manera «fiscalmente amistosa» a las Bermudas, donde estos beneficios quedaron subgravados.
Las deducciones por pagos intragrupo por servicios generan problemas similares de evasión fiscal a través de la erosión de la base imponible. Mediante el uso estratégico de contratos de servicios intragrupo, las empresas del grupo en jurisdicciones con bajos impuestos pueden estar en condiciones de prestar servicios de gestión, consultoría o técnicos de alto valor a empresas del grupo en jurisdicciones con impuestos elevados. La digitalización de la economía y la capacidad de prestar servicios a distancia hacen que esta técnica de abuso fiscal sea aún más fácil de implementar.