La política fiscal de Andalucía ha sido un tema de debate intenso, especialmente bajo el liderazgo de Juanma Moreno Bonilla. En las últimas semanas, Moreno Bonilla ha mostrado una repentina preocupación por la financiación pública y cómo se reparte, coincidiendo con el anuncio del pacto entre ERC y PSC para instaurar un concierto económico en Cataluña. Este modelo, similar al de Euskadi y Navarra, permitiría a Cataluña gestionar sus propios impuestos sin dejar de contribuir al fisco estatal.
Desde la llegada del PP al gobierno andaluz en 2019, se han implementado seis bajadas de impuestos consecutivas. Esta política fiscal ha sido presentada como un “milagro económico” por la Junta de Andalucía, pero ha generado disensiones debido a su impacto en los servicios públicos y la equidad fiscal.
Revolución fiscal y desigualdad social
Juanma Moreno Bonilla ha criticado el concierto económico catalán, calificándolo de “insolidario” y prometiendo que “Andalucía va a responder”. A pesar de su discurso en favor de la solidaridad, las políticas fiscales de su gobierno parecen contradecir esta afirmación. Desde 2019, Andalucía ha experimentado una serie de bajadas de impuestos que incluyen reducciones del IRPF, la eliminación del impuesto de sucesiones y donaciones, y la bonificación del impuesto de patrimonio. Estas medidas benefician desproporcionadamente a las rentas más altas y a las grandes fortunas, mientras que la región sigue a la cola en gasto público.
Según datos del INE y la Tasa AROPE, Andalucía lidera el riesgo de pobreza en España, con un 30,5%. Esta situación se ve agravada por el bajo ámbito de inversión en servicios sociales, reflejado en el Índice DEC de 2023. La combinación de reducción de impuestos y falta de inversión pública ha llevado a una creciente desigualdad social y económica en la región.
Privatización de servicios públicos
El impacto de las políticas fiscales de Moreno Bonilla no se limita a la desigualdad económica. La privatización de servicios públicos es otro pilar de su gestión. En junio de este año, miles de personas se manifestaron en varias ciudades andaluzas en defensa de los servicios públicos, denunciando la privatización sistemática de sectores esenciales como la sanidad y la educación.
Un informe de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP) coloca a Andalucía a la cola del gasto sanitario por habitante, invirtiendo 231,5 euros menos por paciente que la media nacional. Las listas de espera en la sanidad pública son alarmantes, con más de un millón de personas esperando atención médica. A nivel educativo, desde 2019, la Junta ha eliminado casi 2.000 clases del sistema público, y los sindicatos denuncian la falta de profesorado y personal especializado debido a la falta de inversión.
Aumento de salarios para los altos cargos
Mientras los servicios públicos sufren recortes y privatizaciones, el gobierno de Juanma Moreno Bonilla ha incrementado significativamente los salarios de los altos cargos. En diciembre de 2023, el presidente andaluz se subió el sueldo un 21,8%, alcanzando los 87.333 euros anuales. Además, esta medida benefició a otros 219 altos cargos de la Junta. Recientemente, se aprobó una subida del 2,5% para el resto de diputados del parlamento y funcionarios, con carácter retroactivo.
Este incremento salarial contrasta fuertemente con el salario mínimo en Andalucía, que es de 1.625 euros, un 11% menos que la media nacional. La disparidad entre los sueldos de los altos cargos y la población general subraya la falta de equidad en la gestión de Moreno Bonilla.
A pesar de los discursos sobre solidaridad y equidad, las políticas fiscales y de gasto público del gobierno de Juanma Moreno Bonilla han generado una creciente desigualdad en Andalucía. Las continuas bajadas de impuestos benefician a las rentas más altas, mientras que los servicios públicos se deterioran debido a la falta de inversión y la privatización. Las recientes subidas salariales para los altos cargos añaden un nuevo nivel de disensión, evidenciando una desconexión entre el gobierno y las necesidades de la población andaluza. La reacción de Moreno Bonilla al concierto económico catalán y su retórica beligerante no ocultan los problemas internos que enfrenta su administración, y es urgente un cambio en sus políticas para realmente beneficiar a todos los andaluces.