“Las decisiones que se tomen ahora determinarán el futuro de Siria durante mucho tiempo. Existen grandes oportunidades y peligros reales”, ha informado el enviado especial de la ONU para ese país, Geir Pedersen, al Consejo de Seguridad sobre la situación un mes después de la caída del gobierno de Bashir Al-Assad.
En una videoconferencia, Pedersen ha reportado que, aunque se puede decir que hay un entorno de ley y orden en una parte importante del país, ha habido numerosos informes de violencia, en particular en la región costera, y en Homs y Hama.
El diplomático también ha dicho que hay zonas importantes que escapan al control de las autoridades provisionales, “el conflicto continúa y existen amenazas muy reales a la soberanía, la unidad y la integridad territorial de Siria”, ha recalcado.
Según Pedersen, partes de la ciudad de Alepo, siguen bajo el control de las milicias de agrupaciones armadas como el Ejército Sirio de Liberación y las Unidades de Protección Popular, opositoras de Al-Assad.
A pesar del alto el fuego mediado por Estados Unidos, se han producido enfrentamientos e intercambios de fuego de artillería entre esas milicias y las fuerzas del Ejército Nacional Sirio. Turquía ha hecho declaraciones que indican “una clara posibilidad de que las operaciones militares turcas se intensifiquen en el noreste”.
Pedersen ha vuelto a instar a todas las partes a evitar a toda costa una escalada militar.
Presencia y actividad militar israelí
Asimismo, ha manifestado gran inquietud por las presencias y actividades del ejército israelí y del ISIS.
“Nos preocupa profundamente la continua presencia y actividad militar israelí, incluso más allá de la zona de separación, en violación del Acuerdo de Separación de 1974”, y ha señalado que deben levantarse sin demora las restricciones a la libertad de movimiento de los efectivos de la misión de la ONU entre Israel y Siria (UNDOF).
En este sentido, ha hecho referencia a informes sobre el uso de munición real por parte de las fuerzas israelíes contra civiles, el desplazamiento y la destrucción de infraestructura civil.
“Esas violaciones, junto con los ataques aéreos israelíes en otras partes de Siria –de los que se informó incluso la semana pasada en Alepo– podrían poner en peligro aún más las perspectivas de una transición política ordenada”, ha advertido.
Con respecto al ISIS, Pedersen ha indicado que son muy preocupantes sus actividades, y ha apuntado que existe el riesgo de que aproveche los problemas de seguridad en algunas zonas. “Las operaciones de la coalición encabezada por Estados Unidos contra el ISIS continuaron, incluidos ataques aéreos selectivos estadounidenses y franceses”, ha especificado.
Por otra parte, el enviado especial ha hecho hincapié en lo acuciante de las carencias y necesidades de la población en siria, por loque llamó al apoyo internacional y al levantamiento de las sanciones.
No está claro el camino de la transición política
De la transición política, ha dicho que no está claro el camino que seguirá. “Hay elementos positivos sobre los que se puede avanzar, pero también puntos de preocupación expresados por los sirios”, ha manifestado, precisando que su equipo ha escuchado inquietudes sobre la falta de transparencia en cuanto a los plazos, el marco, los objetivos y los procedimientos de cualquier conferencia de diálogo nacional, “así como sobre la participación, en términos de criterios de asistencia y equilibrio de la representación”.
“Es de vital importancia que el proceso no se apresure y que esté bien preparado y meditado”, ha reiterado.
A este respecto, ha celebrado el hecho de que las autoridades provisionales hayan aclarado públicamente que la conferencia se ha retrasado hasta que se pueda formar un comité preparatorio ampliado que incluya lo que se denominó una representación integral de todos los segmentos y gobernaciones del país.
Tres desafíos humanitarios
En la sesión del Consejo de Seguridad, la primera del año sobre Siria, también ha participado el coordinador de Ayuda Humanitaria de la ONU, Tom Fletcher, quien ha argumentado que en este momento existen tres desafíos clave para que los equipos de la ONU y otros trabajadores humanitarios puedan asistir a la población necesitada.
El primero de ellos, ha explicado, es la urgencia de preservar y reconstruir los servicios básicos destrozados después de 14 años de conflicto civil. Unos 15 millones de sirios necesitan ahora servicios de salud y cerca de trece millones sufren “inseguridad alimentaria aguda”.
El segundo es socorrer a más de 620.000 sirios desplazados en medio del duro invierno, además de los siete millones que estaban desplazados desde antes, lo que pone de relieve que es imperativo priorizar la protección de los civiles-
El tercer gran resto es garantizar que las mujeres y las niñas no sean marginadas por quienes compiten por el poder en la nueva Siria, manifestó el titular de la Oficina de Asuntos Humanitarios (OCHA).
Fletcher ha afirmado que, a medida que la situación de seguridad se ha estabilizado, se han reanudado las operaciones humanitarias a mayor escala. Pero se necesita más, incluida una evaluación de las necesidades en todo el país este mes.
Para encarar esos desafíos, ha pedido proteger a los civiles según el derecho internacional, financiar las operaciones humanitarias y de reconstrucción a corto y largo plazo, y un flujo eficiente de apoyo a Siria.